(13-3-08).- La prevalencia de patologías relacionadas con el riñón crece cada año, principalmente debido a que hoy se detectan con mayor frecuencia, pero también al paulatino envejecimiento de la población. Los expertos alertan sobre la incidencia de la insuficiencia renal que se acerca a los dos millones de españoles. A estos preocupantes datos se suma que en España hay más de 40.000 personas en tratamiento renal sustitutivo, mediante diálisis o trasplante renal.
'Desde la Sociedad de Nefrología hemos hecho bastantes estudios epidemiológicos entre la población española, y nos hemos encontrado con que el 21 por ciento de los pacientes que acuden a consultas en Atención Primaria tiene su función renal inferior al 50 por ciento. Y que un porcentaje todavía por descubrir, pero que seguramente será superior al 25 por ciento de las personas que están hospitalizadas, tienen una función renal también por debajo de ese 50 por ciento. Son datos que nos demuestran que hay que trabajar todavía mucho en el conocimiento y la detección precoz de esta insuficiencia, para evitar aspectos relacionados con medicamentos y otras complicaciones', explica a la revista EL MEDICO, el doctor Ángel Luis Martínez Francisco, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).
Cifras preocupantes, que, además pueden ir en aumento, no tanto porque se den más, sino por el envejecimiento de la población, lo que justifica que se empiece a hablar de la enfermedad renal como una de las epidemias del siglo XXI. Las personas con reducida capacidad renal tienen mayor predisposición a padecer una enfermedad renal o cardiovascular, lo que puede suponer una importante limitación de su calidad de vida tanto a medio como largo plazo. 'De ahí, que sea vital diagnosticar lo más precozmente posible a la población asintomática antes de que desarrolle una enfermedad', recalca el doctor Martínez Francisco.
Alto riesgo cardiovascular asociado
El problema se incrementa si se tiene en cuenta que la insuficiencia renal conlleva asociado un riesgo cardiovascular elevadísimo. 'Con días como el dedicado al Riñón, quienes trabajamos con estos pacientes intentamos concienciar a la población de que esta enfermedad está latente en muchas personas, aunque lo desconozcan. tienen que saber que determinada población en riesgo debe conocer el índice de su función renal. Se ha demostrado que la detección precoz de la insuficiencia renal es una medida importante para aliviar las complicaciones cardiovasculares y también para controlar la ingesta de medicamentos', reconoce el doctor Francisco Brenes Bermúdez, coordinador de los grupos de trabajo de Urología de la Semergen.
Entre los factores de riesgo se apunta a una tensión arterial mal controlada, la diabetes, la obesidad, el abuso de sal en la dieta o el empleo inadecuado de algunos medicamentos.
Desde la Sociedad Española de Nefrología han llevado a cabo diversos trabajos con médicos de Atención Primaria y con sociedades científicas para acordar cómo se debe referenciar la función renal. 'No demandamos, por su coste/efectividad un cribado sobre esta patología en Atención Primaria a toda la población, pero sí a grupos poblacionales seleccionados, como pueden ser los diabéticos, pacientes con hipertensión, mayores de 60 años o quienes han padecido algún episodio cardiovascular. Para este colectivo de población el coste/efectividad de conocer la insuficiencia renal sería muy positivo', apunta el Dr. Brenes.
Como explica presidente de la SEN, 'hasta hace poco, lo que se hacía era calcular la insuficiencia renal a través de los datos de un análisis bioquímico muy elemental que nos daba la creatinina. Pero aunque era un parámetro por el que se valoraba bastante bien, hemos visto que a partir de una edad determinada no refleja con exactitud la función renal'.
La enfermedad renal condiciona mucho y se convierte en un multiplicador enorme de las complicaciones de otras patologías. 'Hemos llegado a acuerdos con la Sociedad Española de Química Clínica para incorporar en los laboratorios de bioquímica una fórmula muy básica sin costo alguno. Basta con incorporar en los cálculos analíticos el sexo y edad de cada persona y nos da un valor aproximado que no necesita medidas especiales. Así, al lado de la creatinina se indica simultáneamente el cálculo de la función renal', explican los especialistas.
Como comenta el doctor Martínez Francisco, la Sociedad Española de Nefrología ha realizado un documento de consenso con todos los médicos de Atención Primaria intentando implementar esta situación. 'Con esta simple medida detectaríamos muchos más casos. De esta forma estaríamos en condiciones de frenar esa progresión de la insuficiencia renal en aquellos pacientes asintomáticos y de evitar el riesgo cardiovascular. Estaríamos en condiciones de poner remedio a muchos casos'.
Entre los factores de riesgo de la enfermedad renal se apunta una tensión arterial mal controlada, la diabetes y la obesidad, entre otros
Porque el problema es que la insuficiencia renal no duele, no se siente. Pero, los datos están ahí. Son alarmantes. El 20 por ciento de la población adulta en España tiene esa dolencia. 'Es una población más que considerable, porque podemos estar hablando de casi tres millones de personas', añade, Francisco Brenes, de Semergen.
Los especialistas reconocen que la diálisis y los trasplantes son el fracaso de una política de prevención. 'Son la punta del iceberg. Si estamos hablando de tres millones con insuficiencia renal, en España hay 23.000 en diálisis y 24.000 trasplantados. Lo que verdaderamente nos preocupa es pensar que, tal vez, detectando a tiempo la enfermedad, podríamos haber evitado que muchos pacientes llegaran a esa situación de necesitar un injerto o la diálisis', añade Martínez.
El porcentaje de crecimiento de pacientes en diálisis que tenemos es del seis por ciento anual. 'Cada año aumenta por causas no evitables, como es el envejecimiento de la población, pero también por otras que sí podrían evitarse, como son la hipertensión, la obesidad, la diabetes' y la gran enfermedad actual: el sedentarismo', añade Francisco Brenes.
Por eso, los dos especialistas inciden en la detección precoz. 'Si cada persona conoce su insuficiencia renal, como sabe si su tensión es la adecuada, quizás consigamos que no se abuse de fármacos como los antiinflamatorios o se dosifique su ingesta o las medicinas que tienen que ingerir se tomen en sus dosis adecuadas' Al final es cada persona la que controla su salud en todos los sentidos. El médico, al fin de cuentas le da al paciente una información, pero luego' Porque el mejor médico de la persona es uno mismo', recalcan.
El papel de la Atención Primaria
Según explica el Dr. Brenes Bermúdez, los médicos del primer nivel asistencial tienen una buena preparación para hacer frente a estas patologías, 'del mismo modo que se controla mejor que hace años la hipertensión y otros factores de riesgo. se ha avanzado notablemente en la detección de la enfermedad renal'.
En este sentido, estos profesionales son determinantes para prevenir y actuar sobre los factores de riesgo cardiovascular. 'Recomendamos a nuestros pacientes tratar la anemia, la enfermedad ósea renal y el mantenimiento de un adecuado estado nutricional. Nosotros solemos ser quienes les damos las indicaciones precisas para una educación sanitaria que les ayuda en esta y otras patologías', añade.
Los datos actuales indican que aumentará considerablemente el número de enfermedades renales, debido fundamentalmente al envejecimiento de la población. Este aumento puede producir un colapso en las unidades de diálisis, que en la actualidad empiezan a estar masificadas. Ello puede contribuir también a un incremento en la lista de espera de trasplante. El envejecimiento de la población producirá también un descenso en la calidad de los donantes. El futuro, por tanto, es la prevención a través de la educación sanitaria de la población y el diagnóstico precoz de la enfermedad renal con todos los recursos disponibles y con todas las estrategias ya definidas anteriormente.
Según los organizadores del Día Mundial del Riñón, si se consigue dar una información detallada y adaptada, educar sobre hábitos dietéticos y ejercicio físico, un mayor control de la terapia medicamentosa y su correcta administración, así como incidir sobre los factores de riesgo cardiovascular, sobre todo la HTA, se podrá capacitar al paciente para conseguir el máximo grado de autonomía, a mantener su calidad de vida y a saber identificar los problemas que puedan aparecer.
Datos en España
El reconocimiento a través de estudios de población en España (datos preliminares del Estudio EPIRCE de la Sociedad Española de Nefrología y el Ministerio de Sanidad), estima que un 11 por ciento de la población padece enfermedad renal crónica, y que entre el seis y el 21 por ciento de las personas que acuden a los Centros de Atención Primaria (Estudio EROCAP), presentan una insuficiencia renal con valores de función renal por debajo del 50 por ciento (<. 60 ml/min/1.73m2 de filtrado glomerular).
Estos datos, traducidos a la población española actual (INE censo 2005), indican que en hoy día existen 4.425.000 adultos con enfermedad renal crónica y cerca de dos millones con insuficiencia renal.
La posibilidad de modificar su evolución progresiva mediante la intervención multidisciplinaria ha hecho que esta nueva 'epidemia de la ERC' sea objeto de análisis en la mayoría de foros nefrológicos internacionales. Muchos países como Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Francia, Alemania, etc. están desarrollando políticas sanitarias dirigidas a una detección precoz de estos pacientes con vistas a prevenir el agravamiento y progresión de la insuficiencia renal, y especialmente las complicaciones cardiovasculares asociadas.
'Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre con otras enfermedades crónicas muy prevalentes como la hipertensión arterial y la diabetes, en España todavía no se ha transmitido con la intensidad necesaria la importancia de esta nueva epidemia a la comunidad científica no nefrológica, a los responsables políticos sanitarios y a la sociedad en general', explica el doctor Ángel Luis Martínez.