Redacción, Madrid.- Un 15 por ciento de la población laboral española sufrirá la gripe durante las temporadas de otoño invierno 2004-2005, según ha calculado el doctor Javier Sanz, secretario de la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT). Sanz también ha recordado la incidencia de otras infecciones víricas de las vías respiratorias altas (IRVA), como las causadas por rinovirus (30-35 por ciento) y coronavirus (diez por ciento). Asimismo, resaltó el impacto económico que supone, incluso si se habla únicamente en términos de absentismo laboral.

El pasado año, según los datos oficiales, en España padecieron la gripe 1,5 millones de personas. Sin embargo, los expertos señalan que esta cifra es muy inferior a la realidad, ya que sólo recoge a aquellas personas que pasaron por un centro médico u hospitalario. Ante estas cifras, la AEEMT incide en la necesidad de la vacuna antigripal y destaca que la efectividad de la misma aumenta en función del tiempo transcurrido desde el momento de la vacunación. Así, es del 49 por ciento a los tres meses de su aplicación y del 71, a los seis.

Según esta Sociedad, las campañas oficiales de vacunación se centran cada año en la población de riesgo, pero dejan a un lado a la población activa y a los niños. Pese a ello, el año pasado sólo se vacunó contra la gripe el 30 por ciento de la población de riesgo menor de 65 años y el 55 por ciento de los que superan esta edad. En total, en la campaña de 2003 se utilizaron 7,5 millones de vacunas, según datos de IMS.

Esta cifra apenas cubre la mitad de los 15 millones de españoles que configuran la llamada población de riesgo, lo que supondría que únicamente se vacunó contra la gripe el 7,25 por ciento de la población activa. En este sentido, la AEEMT considera que las personas que trabajen en edificios con ventilación forzada o en exteriores, aquellos que tengan un riesgo de neumopatías y quienes realizan viajes al hemisferio sur deberían ser incluidos en la llamada población de riesgo frente a la gripe.

Uso inadecuado de antibióticos

A este coste hay que sumar el generado por la asistencia sanitaria y el uso inadecuado de medicamentos como antibióticos y antiinflamatorios, que resultan inadecuados frente a las infecciones víricas. Hay que tener en cuenta que un trabajador no vacunado tiene un riesgo de sufrir la gripe o una IRVA tres veces superior al de un vacunado.

"Por otra parte -advierte el doctor García Villarrubia-, hay que considerar que la gripe adormece el sistema inmunológico y, como consecuencia, puede abrir la puerta a otras infecciones secundarias asociadas a esta enfermedad y cuya incidencia es muy superior en cantidad y gravedad a la procurada por la gripe. Es por esta razón que la vacuna antigripal extiende su efectividad también sobre otras IRVA".

Ante esta situación, son ya numerosas las grandes empresas que han comenzado a realizar campañas de vacunación contra la gripe entre sus empleados, lo que no sucede en las PYMES y entre los trabajadores autónomos. En definitiva, el coste de la vacuna antigripal es muy inferior al coste de una hora de trabajo perdida que, por término medio, se sitúa en los 10,24 euros/hora, según la valoración del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Por otra parte, según datos de un estudio realizado por médicos españoles y que se presentó recientemente en Lisboa, en una empresa de 1.000 trabajadores la vacunación contra la gripe puede suponer un ahorro mínimo de 20.000 euros".

Potenciadores del sistema inmunológico

Por otro lado, el doctor García Villarrubia ha señalado que la vacuna antigripal "no es suficiente para protegerse frente a la llegada de la gripe, aunque sí lo es para prevenir la gravedad de otras infecciones víricas y bacterianas asociadas". Así lo han advertido expertos del Instituto de Vacunología del National Health Institute de Estados Unidos (NHI), quienes recomiendan que la vacuna se complemente con buenos coadyuvantes y/o medicamentos potenciadores del sistema inmunológico".

Concretamente, la respuesta inmunológica del organismo se reduce conforme avanza la edad, según los resultados del estudio PIPOL, realizado por la AEEMT durante el invierno de 2001-2003 en colaboración con Laboratorios Cantabria y cuyos resultados acaban de ser publicados en la revista Medicina del Trabajo.