Pérdida de peso, fiebre prolongada y sin causa aparente, dolor de cabeza con o sin vómitos e hinchazón y masa abdominal anormal son algunos de los síntomas que presentan, en sus inicios, los tumores infantiles. Lo cierto es que la mayoría de estas señales se pueden interpretar como resultado de otras dolencias pediátricas comunes, de ahí que los expertos hagan hincapié en la importancia de la realización de un diagnóstico lo más precoz posible. Además, en el caso de los tumores infantiles, su extensión es muy rápida.
En los niños, suelen ser embrionarios o sarcomas, que se asientan en estructuras profundas. El doctor César A. Rodríguez, especialista en Oncología Médica del Hospital Universitario de Salamanca y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), comenta, en este sentido, que 'los tumores infantiles no dan síntomas hasta que su crecimiento produce un efecto masa, o si los dan son vagos e inespecíficos, comunes con muchas patologías benignas de esa edad, por lo que el diagnóstico es más difícil'. Este experto apunta asimismo la inexistencia pruebas de cribaje destinadas específicamente a la detección de neoplasias concretas en estas edades.
Algunas recomendaciones
La Jornada Mundial contra el Cáncer pretende estimular, de alguna manera, la responsabilidad colectiva. pero también, y según ha señalado el presidente de la UICC, el doctor John R. Seffrin, quiere fomentar 'la acción en el entorno de la familia, de la comunidad y de la profesión médica'. Aunque no existen fórmulas mágicas, la estrategia más recomendada es, en primer lugar, realizar todas las revisiones periódicas recomendadas por el pediatra.
Además, según César A. Rodríguez, 'es necesario que los padres consulten ante cualquier síntoma de sospecha en el niño'. Con los datos que aporten los padres, el pediatra tendrá más herramientas para encaminar los estudios diagnósticos 'de una forma más específica'.
La realidad es que lo inespecífico y sutil de los síntomas señalados puede ocasionar un problema en algunos casos, no tratándose de cuestiones de acceso al tratamiento, sino, más bien y como ya se ha indicado, el problema es llegar a tiempo. Por eso, los expertos afirman que una vez se sospeche de la posible existencia de una neoplasia, las técnicas de diagnóstico, que van desde análisis, radiodiagnóstico hasta anatomía patológica, 'están bien definidas y no deben constituir un problema fundamental'.
Cáncer y mortalidad infantil
Las leucemias constituyen la neoplasia más frecuente en la infancia, con una incidencia cinco veces superior a los adultos. Los datos epidemiológicos revelan que más de un tercio de los tumores en la edad pediátrica son leucemias, de las cuales, según los expertos consultados, la más frecuente es la leucemia aguda linfoblástica (LLA), de manera que junto con los linfomas, suponen el 50 por ciento de todos los tumores infantiles.
El segundo diagnóstico más frecuente en Oncología Pediátrica es para los tumores del sistema nervioso central y especialmente el meduloblastoma. Otras neoplasias habituales en la edad infantil son el neuroblastoma, los sarcomas óseos, el tumor de Wilms y el retinoblastoma. Según los expertos, los factores genéticos tienen más preponderancia a estas edades y existen más de 500 síndromes asociados a los tumores en los niños.
Por su parte, las estadísticas de mortalidad en el cáncer infantil han mejorado de forma espectacular en los últimos cuarenta años, de modo que, hoy en día, un elevado porcentaje de los niños que son diagnosticados sobreviven, aunque todavía con grandes diferencias en el caso de los países en vías de desarrollo. Uno de los objetivos de esta jornada es, precisamente, acortar esas distancias.
En España, el tratamiento del cáncer varía dependiendo del diagnóstico, del estadio y, según el doctor César A. Rodríguez, 'de otras consideraciones moleculares que cada vez se emplean más para determinar las características de cada tumor, así como los factores pronósticos, perfilando los factores de riesgo y el tratamiento más adecuado para cada situación'.
El manejo y tratamiento de los tumores ha evolucionado muchos en los últimos tiempos, tanto la cirugía, como la quimioterapia y la radioterapia. así como el tratamiento de sostén, que también ha progresado mucho y tiene gran impacto en la supervivencia. El objetivo es mejorar los resultados con los menores efectos secundarios, disminuyendo las secuelas y mejorando la calidad de vida del paciente.
Para el Dr. César A. Rodríguez 'es importante destacar que el abordaje debe realizarse por parte de equipos multidisciplinares y en centros con profesionales específicamente formados en este área'. En este sentido, los oncólogos españoles utilizan protocolos infantiles tutelados por las sociedades de Hematología y Oncología Infantil. protocolos que se revisan cada cinco años en relación con los resultados obtenidos y contando con la colaboración de las sociedades europeas y americanas.
El acceso al tratamiento y la situación en España
La jornada pretende buscar soluciones y apoyar cuantas iniciativas surjan para ampliar el acceso al tratamiento en todos los países. En España, y según los datos facilitados por la doctora Dorotea Fernández, especialista en Oncología Pediátrica del Hospital Universitario de Salamanca y miembro de la Junta Directiva de la Sociedad de Pediatría de Asturias, Cantabria y Castilla y León (SCCALP), España se encuentra solamente un punto por debajo de la media europea en cuanto a supervivencia.
Según estos datos, Suecia, Finlandia y Suiza obtienen los mejores resultados, y existe una diferencia importante con los países de la Europa del Este, que puede explicarse quizá por el menor desarrollo de su sistema sanitario.
Según la doctora Fernández, en los últimos 15 años, la supervivencia del cáncer infantil en España ha mejorado considerablemente y su mortalidad ha descendido un 41 por ciento de forma global. La mejoría de los resultados ha sido 'principalmente para los linfomas no Hodgkin, y a medio camino están las leucemias. Los tumores cerebrales también han mejorado, mientras que los óseos solamente han disminuido en un 19 por ciento su mortalidad'.
Al igual que ocurre con el tratamiento, dependiendo de cada caso, el pronóstico es variable en funcion del tumor. Globalmente, según este oncólogo, 'se puede decir que más del 75 por ciento de los niños con cáncer infantil sobreviven a largo plazo y, en algunas neoplasias las tasas de curación pueden llegar al 90 por ciento. Lo importante es asumir que el cáncer infantil existe y se puede curar'.
Sin embargo, este experto advierte de que los datos no deben generalizarse, ya que 'al igual que cuando hablamos de cáncer en adultos, no es lo mismo el pronóstico de un tumor testicular en estadio precoz, curable en más del 95 por ciento de los casos, que un cáncer de pulmón avanzado, incurable para la práctica totalidad de los pacientes. Cada tumor tiene una valoración de pronóstico individual'.