Redacción, Madrid.-En España hay 12,5 millones de fumadores a los que influirá directamente la Ley de Prevención del Tabaquismo que entrará en vigor el próximo uno de enero. Con el fin de testar la situación del tabaquismo en nuestro país y en el entorno europeo se ha realizado la Encuesta NiQuitin sobre tabaquismo en Europa. Las conclusiones de esta encuesta determinan que, como en otros países europeos, más de la mitad de los fumadores españoles quiere dejar de serlo (concretamente, un 65 por ciento).
Sin embargo, y según el sondeo, quienes aseguran querer dejarlo no se han marcado una fecha concreta para hacerlo y no cuentan con un motivo realmente definido, aunque sí tienen en cuenta los riesgos para la salud (propia y de los que conviven con ellos, especialmente los niños), el coste económico y la presión de familiares y amigos.
Por su parte, la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo, a través de su presidenta, Mari Ángeles Planchuelo, ha apoyado y valorado positivamente trabajos de esta magnitud 'ya que nos ayudan a seguir trabajando en las líneas más óptimas para el abordaje del tabaquismo'.
De los resultados de esta encuesta también se desprende que más del 70 por ciento de los fumadores de los países europeos participantes, consume su primer cigarrillo nada más levantarse, en la primera hora del día. Además, Alemania es el país con un porcentaje más alto de personas que fuman más de una cajetilla al día (el 40 por ciento), aunque la media europea, incluida España, es que aproximadamente el 40 por ciento de los encuestados fume de 1 a 10 cigarrillos al día, otro 40 por ciento de 10 a 20 y el 20 por ciento restante más de 20 cigarrillos diarios. Estos datos de consumo de tabaco en nuestro país contrastan con los últimos datos de la Encuesta Nacional de Sanidad de 2003 en las que las cifras eran considerablemente más altas: el 25 por ciento de la población (19,62 hombres y 32,38 mujeres) consumía entre 1 y 9 cigarrillos diarios, el 28,4 por ciento (24,27 hombres y 34,15 mujeres) entre 10 y 19 y el 46,6 por ciento (56,21 hombres y 33,37 mujeres) más de 20.
Recaídas
Las recaídas son constantes y muy normales en el proceso de abandono del tabaco. La respuesta a la pregunta de la encuesta sobre el porcentaje y las causas del fracaso a la hora de dejar de fumar es muy importante, ya que como explican los expertos, y la mayoría de los fumadores han podido comprobar más de una vez, dejar de fumar es muy difícil. En todos los países, más del 50 por ciento de los que siguen fumando ya han intentado dejarlo de dos a cinco veces. España es el país en el que un mayor porcentaje de fumadores lo ha intentado incluso más de 10 veces. Además, cuando se les pregunta por el resultado del último intento, el 50 por ciento explica que no aguantó más de una semana sin fumar, el 20 por ciento aguantó entre una semana y un mes, y el 30 por ciento restante está muy repartido entre uno, tres, seis o doce meses de abstinencia.
Para entender las causas de tantos fracasos, en la Encuesta NiQuitin, se preguntó a los fumadores cómo se habían enfrentado a la decisión de abandonar el tabaco la última vez que lo intentaron: aproximadamente, el 60 por ciento lo hizo sólo con su fuerza de voluntad (en España un 70 por ciento), opción seguida por el uso de parches o chicles de nicotina (del 10 al 20 por ciento), y por el uso de libros, cintas o páginas web (menos del 10 por ciento).
Bajo control
Cuando se les pregunta, sin embargo, de qué manera lo van a intentar la próxima vez, ya que más de la mitad de los encuestados asegura que lo volverá a intentar, la elección de la fuerza de voluntad como único método desciende más de un 15 por ciento en todos los países. Concretamente, los fumadores del Reino Unido y Francia son los que menos confían en su fuerza de voluntad por sí sola (la eligen como método único el 30 por ciento de los encuestados). los españoles se sitúan en el medio (47 por ciento) y los holandeses son los que más la eligen (60 por ciento).
De hecho los fumadores europeos dicen en su mayoría que lo intentarán de nuevo pero con la ayuda de algún método o producto, complementándolos, además, con el asesoramiento médico.
La salud de los hijos
Para dejar de fumar, según señalan los profesionales sanitarios, lo primero y más importante es tener un buen motivo y estar convencido de querer hacerlo. Sin embargo, en la encuesta no se ha podido descubrir una razón definitiva y común a todos los fumadores. En una escala del 1 al 10, donde el 10 es lo que más influye para abandonar los cigarrillos y el 1 lo que menos, la preocupación por exponer a los hijos y demás familiares al humo del tabaco es la causa más destacada, junto con la preocupación de que los hijos fumen en un futuro al ver a sus padres hacerlo, aunque con una puntuación en ambos casos de tan sólo 6,5. Un dato significativo: España es donde los fumadores se preocupan más por la exposición de sus hijos al humo del tabaco, señalando este motivo con un 7,1.
La segunda causa esgrimida como importante aunque no definitiva, ya que tiene una puntuación media de 5,5 aproximadamente, es la importancia de recibir consejo médico o farmacéutico y poder disponer de tratamientos o productos que ayuden a abandonar el tabaco. Sus intentos de dejar el tabaco únicamente con voluntad han demostrado no dar los frutos esperados, por lo que creen necesaria la ayuda profesional y farmacológica.
La futura disminución de lugares donde poder fumar no es determinante (este motivo tiene una puntuación media de 4), ni tampoco la desaprobación social por parte de los no fumadores (con una puntuación de 4) ni las evidencias sobre los riesgos para la salud (también obtiene un cuatro como media, aunque los españoles son los que puntúan más alta esta causa, con un seis).
Además, cabe destacar que lo que menos influye sobre los fumadores europeos son los avisos sobre los riesgos para la salud incluidos en las cajetillas de tabaco, razón que sólo obtiene una puntuación media de 2,6. España una vez más es la que concede una puntuación más alta, aunque sólo llega hasta un 3,3.
En la Encuesta NiQuitin también se ha querido averiguar qué motivos pueden desanimar a los fumadores a la hora de dejar de fumar. Poder engordar, sentir angustia, tener demasiada adicción, disponer de tabaco menos nocivo o disfrutar fumando son razones que les empujan ligeramente a seguir fumando, ya que como media todos los europeos señalan estas opciones con puntuaciones de cinco o seis sobre diez.
Finalmente, cuando se les pregunta si los Gobiernos deben prestar ayuda para dejar de fumar de manera más activa, los fumadores y no fumadores europeos también se muestran bastante de acuerdo, siendo los españoles los que se destacan como más exigentes en este sentido pidiendo la financiación de los tratamientos.