Redacción, Madrid.- En España, la tasa de infecciones hospitalarias se sitúa entre el 7 y el 8 por ciento, porcentajes similares a los de los países de nuestro entorno. Infecciones que suelen ser una causa importante de enfermedad y muerte, con elevados costes sanitarios, económicos y sociales.
Sobre todo, a partir del año 1994, desde el que se ha experimentado un aumento de la incidencia de estas infecciones que está directamente relacionado con el envejecimiento de la población, las enfermedades de base que padecen los pacientes y la realización de procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasores (sondas, catéteres, etc).
En la actualidad, el manejo de estas infecciones tiene entre sus limitaciones la aparición de resistencias a los fármacos, situación que junto a otras circunstancias ha motivado a la Sociedad Española de Quimioterapia (SEQ) y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) a la elaboración de un documento de consenso conjunto con recomendaciones para el tratamiento de las infecciones nosocomiales producidas por microorganismos grampositivos.
Al respecto, el profesor Juan J. Picazo, miembro de la SEQ, ha señalado que "el incremento de la incidencia de estas infecciones, de las resistencias a los antimicrobianos y la aparición de patógenos emergentes hacen muy necesario disponer de un documento que revise la situación epidemiológica y proponga los tratamientos antimicrobianos más adecuados".
A lo que el presidente de esta Sociedad Científica, profesor José Ángel García Rodríguez añade que "en este ámbito, los documentos de consenso disponibles en España siempre se han centrado en determinados cuadros clínicos o en un microorganismo concreto, de tal forma que "este es el primero que aporta una valoración general de todas las infecciones producidas por grampositivos y su situación actual en España".
Como ha hecho hincapié el profesor García Rodríguez "los pacientes de edad avanzada son más vulnerables y, además, suelen estar polimedicados". "A esto factores -continúa este experto- habría que añadir el empleo de medios diagnósticos y terapéuticos que, aunque necesarios, no están exentos de riesgo como por ejemplo la utilización de antineoplásicos, de antibióticos de amplio espectro, de radiaciones ionizantes, implantación de catéteres, sondas, etc".
Por su parte, el doctor José Barberán, de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), ha manifestado que el médico internista es el encargado del diagnóstico y abordaje de estas infecciones, de ahí la importancia de la participación de estos profesionales en el control de estos procesos. "Los internistas -añade- tenemos a nuestro cargo los enfermos de mayor riesgo como son los ancianos, diabéticos, inmunodeprimidos, sondados, polimedicados, etc. La disponibilidad de guías de tratamiento consensuadas constituyen siempre una herramienta fundamental para la asistencia de estos pacientes".
Para el profesor José Prieto, miembro de la SEQ, un problema común es que el tratamiento dirigido (etiológico), el deseable no siempre se puede hacer, especialmente en casos graves que requieren un tratamiento empírico (de sospecha etiológica).
Infecciones por grampositivos
A partir de los años 80 empiezan a resurgir las bacterias grampositivas, que en la actualidad son la principal causa de infección en el hospital y algunas de ellas presentan mecanismos de resistencia a los antibióticos difíciles de superar. Actualmente, más de la mitad de las infecciones que se adquieren en un hospital son por microorganismos grampositivos. Debido a las resistencias, en la actualidad existen pocos grupos de agentes antimicrobianos disponibles.
Asimismo, el uso adecuado de los antibióticos es una de las principales preocupaciones de los especialistas en este tipo de enfermedades. De hecho, se estima que el 30 por ciento de los pacientes ingresados no recibe el antibiótico correcto. Ante esta situación, los expertos insisten en la necesidad de individualizar el tratamiento con el fin de racionalizar el uso de los antimicrobianos y evitar, en gran parte, la aparición de resistencias. De tal forma que, entre los objetivos del documento, que ha contado con el patrocinio de Pfizer, "está el promover un uso más racional de los antimicrobianos en el ámbito hospitalario", tal como ha indicado el profesor García Rodríguez.
Todo ello sin olvidar, como concluyen los especialistas que, "hay que tener en cuenta que hay un porcentaje de infecciones que es inherente a la práctica médica "edad de los pacientes, procedimientos a los que se someten, gravedad de las enfermedades- y, por tanto, inevitable".