El abuso de SABA en asma puede conllevar hospitalización. Los agonistas β2 adrenérgicos de acción corta (SABA) o broncodilatadores de acción corta proporcionan alivio a corto plazo, pero no protegen de exacerbaciones graves. Su uso indiscriminado se asocia a una función pulmonar disminuida, aumenta las respuestas alérgicas y la inflamación de las vías respiratorias.

Como define la doctora Verónica García García, médica del servicio de Urgencias del Hospital Arnau de Vilanova, en Valencia, los SABA “son fármacos agonistas selectivos de los receptores beta-2 adrenérgicos que a dosis terapéuticas, administrados por vía inhalatoria, actúan a nivel de los receptores específicos del musculo liso bronquial generando una broncodilatación de corta duración (4-6 horas) con un rápido comienzo (de dos a cinco minutos)”.

Por su lado, el doctor Alfredo Bailach Roca, médico del centro de salud Nou Moles, en Valencia, explica que los SABA “pertenecen al grupo de medicación simpaticomimética con acción agonista de los receptores β2 adrenérgicos, con escasa acción en los receptores ß1 adrenérgicos del músculo cardiaco”. Producen una relajación de la musculatura lisa bronquial de corta duración (4-6 horas) de inicio rápido (cinco minutos) y efecto máximo a los 60-90 minutos, en procesos con obstrucción reversible de las vías respiratorias.

“Los principales efectos de los SABA son la broncodilatación por la acción inhibitoria por relajación del músculo liso respiratorio”, explica el doctor Enrique López de Briñas Banacloy, médico del centro sanitario integrado de Alaquàs, en Valencia. Asimismo, también se produce un incremento de la frecuencia cardiaca, tanto en la contracción como en la conducción. Además, inhiben la liberación de mediadores de los mastocitos y aumentan la liberación de insulina y glucagón. Su mal control y el uso inadecuado es el responsable de la morbimortalidad creciente.

Entre los más utilizados está el salbutamol por su acción más rápida aunque más corta.

Como explica el doctor Joaquín Vicente Ferrándiz Miquel, médico del centro de salud La Fábrica, en Alcoy (Alicante), el efecto de dichos fármacos, básicamente, es el de provocar una broncodilatación rápida con la consiguiente mejora del cuadro clínico instantánea; debido a lo cual, se tiende a un uso abusivo en periodos de crisis.

Uso excesivo de SABA en el asma

El uso excesivo de SABA se define como la utilización de tres o más inhaladores en un año, relacionado con el aumento de exacerbaciones graves. El abuso significativo se refiere a la utilización de 12 o más envases al año, relacionado con el riesgo de muerte relacionada con el asma.

Otros criterios consultados en las guías de consenso apuntan a que es uso excesivo dos o más utilizaciones por semana y/o un máximo de nueve envases al año.

Por su lado, la doctora Ester Palacios Costa, médica del centro de salud de Burjassot, en Burjassot (Valencia), habla de su uso incorrecto como monoterapia y cuando se utiliza durante más de seis meses.

La doctora Verónica García indica que “se considera que el paciente abusa del fármaco cuando sobrepasa la posología indicada. En el caso de los adultos con asma es de 200 mcg cada seis horas como tratamiento crónico. Si tiene broncoespasmo agudo, entre 100 y 200 mcg a demanda”.

Por su parte, la doctora María Carmen Gisbert Pérez, médica del Hospital Comarcal de Llíria, en Llíria (Valencia), recurre a la GINA para informar de que el control del asma depende del grado en el que las manifestaciones de la enfermedad están ausentes o se ven reducidas al máximo por el tratamiento pautado y esto refleja, por tanto, la idoneidad del tratamiento.

Posible hospitalización tras abuso de SABA

El uso regular de SABA conduce a tolerancia de sus efectos broncoprotectores y broncodilatadores que se hace más evidente cuando empeora la broncoconstricción. Como se ha señalado, y en palabras del doctor Jorge Navarro Marco, médico del servicio de Urgencias del centro sanitario integrado de Xirivella, en Xirivella (Valencia), “el tratamiento con SABA proporciona alivio a corto plazo, pero no protege de exacerbaciones graves”. Su uso indiscriminado se asocia a una función pulmonar disminuida, aumenta las respuestas alérgicas y la inflamación de las vías respiratorias.

El doctor Raúl Pelegrino López, médico del centro de salud de Ibi, en Ibi (Alicante), explica que “el consumo de un mayor número de envases de SABA identifica a asmáticos con mayor riesgo de hospitalización. Existe una asociación significativa entre el riesgo de hospitalización y la retirada de un mayor número de envases de SABA de la farmacia”. El número de envases/año que mejor define un mayor riesgo de hospitalización es ≥ 8 y se podría utilizar para identificar asmáticos de riesgo.

Igualmente, el doctor Ferrándiz comenta que “sin la utilización de corticoides inhalados, la persistencia del proceso inflamatorio es lo más habitual. En determinadas ocasiones, es la causa de la persistencia del proceso o, incluso de su empeoramiento”.

La doctora Gisbert señala que a partir de 2019 ya no se recomienda iniciar el tratamiento de SABA en monoterapia. “Todos los adultos y adolescentes con asma deben recibir tratamiento controlador con corticoides inhalado”, explica.

Opciones terapéuticas en caso de abuso de SABA

La nueva guía de GEMA propone tratar a los pacientes con asma intermitente con una de las siguientes opciones terapéuticas administradas a demanda:

  • Combinación de glucocorticoides inhalados (GCI) (dosis bajas)/formoterol.
  • Combinación GCI (dosis bajas)/salbutamol, en función de las características clínicas del paciente, que permiten seleccionar un tratamiento individualizado en cada caso.
  • La guía GEMA sigue considerando como tratamiento de elección en el asma persistente leve la administración diaria y prolongada de un GCI a dosis bajas.

 

La doctora Gisbert apunta que en el tratamiento del asma debe haber un plan consensuado entre facultativo y paciente. Para el tratamiento del asma existen fármacos de mantenimiento y fármacos de rescate. Los primeros deben administrarse de forma continua a lo largo del tiempo, mientras que los de rescate se emplean a demanda ante la aparición de síntomas de broncoconstricción. Los SABA se emplean como tratamiento de rescate ante la aparición de síntomas en los seis escalones terapéuticos.

Por otro lado, la doctora García recuerda que existen “varias opciones terapéuticas en función del perfil del paciente, pero lo que prevalece tanto en el tratamiento de base/mantenimiento como a demanda, es la asociación de un glucocorticoide inhalado (GCI) más un broncodilatador adrenérgico de acción prolongada (LABA)”.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores: Alfredo Bailach Roca, Enrique López de Briñas Banacloy, Jorge Navarro Marco, Raúl Pelegrino López, Joaquín Vicente Ferrándiz Miquel, Ester Palacios Costa, María Carmen Gisbert Pérez y Verónica García García.

 

Referencias:

  • Urrutia I, Delgado J, Domínguez-Ortega J, Mascarós E, Pérez M, Resler G, et al. Clinical Factors Associated With Overuse of Asthma Reliever Medication. J Investig Allergol Clin Immunol. 2020;30:42-8.
  • O’Byrne PM, Jenkins C, Bateman ED. The paradoxes of asthma management: time for a new approach? Eur Respir J. 2017;50:1701103, http://dx.doi.org/10.1183/13993003.01103-2017.