El plan de prevención adoptado por el Gobierno ante una posible ola de calor, al que deben sumarse los que también han diseñado algunas comunidades autónomas, (ver pág. 50 de EL MEDICO) ha generado una especie de situación de alarma, pese a que los médicos consideran que se trata de un fenómeno fácil de combatir. Eso sí, todos ellos reconocen que debe resultar positiva la campaña oficial, puesto que vendrán a reforzar las pautas de actuación que, de forma habitual, realizan en sus consultas. En el fondo, la Administración trata de que no se vuelvan en su contra situaciones como las vividas el pasado año en la que, como consecuencia del calor, se registraron más fallecimientos de los habituales por tales fechas. Sin embargo, se insiste que los datos de Francia no son extrapolables a España.
Desde el punto de vista de José M. Solla, presidente de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), se ha exagerado mucho, hasta el punto de considerar que estamos ante un problema mediático. A su juicio, siempre va a haber problemas en la población vulnerable y considera que, en el tema que nos ocupa, se trata más de un problema de los servicios sociales que de los médicos. En cuanto a los consejos a transmitir a la población de riesgo, en especial a las personas mayores, son de sentido común y son los que, normalmente, se dan por el médico.
A Manuel Moya, de la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (SEMES), no le parece lógico alarmar a toda la población, cuando el problema puede prevenirse, advirtiendo a las personas que presentan mayor riesgo. 'Siempre está bien tomar preocupaciones 'dice' pero sería preferible atacar otros asuntos, dado que el calor no es el principal problema en España'.
De todos modos, Moya indica que puede existir algún riesgo con las personas del norte de Europa que vienen a pasar el verano en España. Tal como recomienda, lo único que debe hacerse es mantener una buena hidratación, para lo que el gazpacho resulta la bebida ideal, y evitar la exposición al sol en las horas centrales del día.
También los niños
De todos modos, uno de los aspectos que genera algunas críticas radica en que, a la hora de hablar de la población de riesgo, suele hacerse de las personas mayores y olvidarse de los niños, que también lo son, como explica Fernando Malmierca, miembro de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). En este sentido, Malmierca advierte que debe tenerse en cuenta a los niños por cuanto dependen de otras personas, sus cuidadores. Y añade que, aunque en las consultas los pediatras llevan a cabo una prevención primaria informando de lo que debe hacerse en relación con los peligros del sol, no está de más una campaña informativa que refuerce las recomendaciones habituales.
Fernando Malmierca, al detallar estas recomendaciones, cita la conveniencia de estar en sitios frescos, vestirse con ropa amplia, usar cremas protectoras solares, no tomar el sol en las horas del mediodía, evitar también el reflejo en el agua y en la arena y mantenerse siempre hidratados. Y, aunque los riesgos son menores en los niños que en los ancianos, salvo verdaderos accidentes, el representante de la SEPEAP reclama que los servicios de urgencias estén preparados por si se producen factores de riesgo.
Juan Ruiz-Camela, presidente de la Asociación Española de Pediatras de Atención Primaria (AEPAP), considera que los niños son los grandes olvidados en el plan de la Administración y reclama para ellos un proyecto similar de carácter educativo. De todos modos, apostilla, es bueno que se refuerce con una campaña informativa lo que se dice en consulta.
Población de mayor riesgo
A juzgar por lo expresado por nuestros interlocutores, parece lógica la especial atención a los ancianos por ser la población de mayor riesgo. Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), su presidente, Isidoro Ruipérez, indica que, aunque las medidas son de sentido común, es importante concienciar a la opinión pública y a los profesionales sobre ellas. Y apostilla que, además de dar consejos, deben ponerse medios para afrontar los problemas.
A la vista de los movimientos registrados, la SEGG, que ha colaborado con la Administración en la elaboración del plan de prevención, ha difundido una serie de consejos elementales a tener en cuenta en verano (ver recuadro).
Sobre este aspecto, Asensio López Santiago, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), señala que no debe montarse una estructura específica para enfrentar el problema, en caso de registrarse, pues se cuentan con recursos suficientes para abordarlo. 'Es cierto 'señala' que se trata de un hecho noticiable por ser la primera vez que se produce en nuestro país, pero no es menos verdad que se trata de algo común en otros países donde el fenómenos se registra periódicamente'. Para López Santiago, lo importante es que se ha identificado el problema y se han arbitrado las medidas para anticiparse a sus consecuencias.
Este médico de familia insiste en que no debe montarse ninguna nueva estructura, sino complementar en el ámbito social la preventiva con que se cuenta. Así lo ha expuesto la semFYC al Ministerio de Sanidad, con el fin de que, en los centros de salud, en donde están identificadas todas las personas, se haga un especial seguimiento a las consideradas de riesgo, sobre todos las mayores, en el caso de que dicho riesgo exista.
Seguimiento de pacientes
Para el representante de la semFYC, los factores a considerar para tal seguimiento se centran en la medicación que toman los pacientes, las condiciones sociales en que viven y la edad. En el primer caso, para evitar las consecuencias negativas que comporta determinada medicación en caso de calor excesivo. en el segundo, para que se preste apoyo social en los casos de aislamiento. y, en cuanto a los mayores, para que se les ayude a que sigan determinadas pautas, como puede ser un mayor consumo de líquidos para su hidratación, dado que, con la edad, disminuye el sentido reflejo de la sed.
Asensio López insiste en que se trata de algo nuevo para nosotros, pero no en otros países y existe documentación sobre cómo actuar ante tal situación. Lo único, subraya, es estar alerta, pues en la historia clínica aparecen los aspectos que pueden convertirse en factores de riesgo en determinadas circunstancias. De ahí que la semFYC haya decidido elaborar y difundir dos documentos, uno para la población y otro destinado a los profesionales, a fin de que adopten medidas preventivas que eviten problemas mayores.
Prevenir riesgos
Desde el punto de vista de la Atención Primaria, Felipe Chavida, perteneciente a la Sociedad Española de Medicina Rural y Generalista (SEMERGEN), comenta que la campaña del Gobierno está bien, pero añade que es muy importante que se sensibilice al médico de familia. A su juicio, es conveniente que los facultativos de este nivel asistencial estén preparados para advertir del riesgo y prevenirlo.
Chavida explica cómo el médico de cabecera, que ve con frecuencia a las personas mayores enfermas, muchas veces en sus casas, debe indicar las pautas a seguir y reclamar el apoyo de los servicios sociales para prevenir problemas, pues, en ocasiones, los ancianos no tienen conciencia de lo que necesitan y, por tanto, como sucede con la ingesta de líquidos para su hidratación, debe dárseles con independencia de que lo pidan. Chavida insiste mucho sobre la hidratación, toma de agua, duchas... como elemento fundamental para prevenir problemas relacionados con la ola de calor.
La opinión de los especialistas
La opinión de los especialistas consultados se ajusta a las recogidas entre los médicos de Atención Primaria, pues consideran que no existen pautas especiales a seguir en estos casos. Manuel Díaz Rubio, presidente de la Sociedad Española de Patología Digestiva, insiste en que no hay medidas especiales para los pacientes que él trata y que lo único que se les puede recomendar es que estén bien hidratados, eviten las horas de máximo sol y no se bañen inmediatamente después de haber comido.
José María Bajo, presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, sostiene que a las gestantes les afecta relativamente poco una situación de subida de calor y que, al igual que al resto de la población, se les debe recomendar que estén hidratadas, que beban mucha agua y estén en sitio fresco.
Por su parte, Luis Pulpón, presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), se manifiesta abiertamente crítico con la campaña institucional pues, según explica, no hay constancia de que en España hubiera habido un exceso de mortalidad el pasado verano pues, insiste, 'nuestro país está adaptado a veranos calurosos. Y no podemos depender del Estado para todo. las personas deben cuidarse de sí mismas y no transferir tal función al Estado'.
El presidente de la SEC reconoce que, en principio, el calor es malo para las patologías cardiovasculares, sobre todo en pacientes ancianos, pero no cree que deban adoptarse medidas excepcionales, pues para combatirlo basta con seguir las normas habituales en esta materia y que se están recordando desde diversos ámbitos. Y subraya que lo inadmisible es que 'pasemos de no cuidarnos a reclamar todo del Estado'.
Algunos especialistas se han mostrado críticos con las campañas institucionales al opinar que 'no se puede depender del Estado para todo y que los cuidados han de derivarse de la propia persona'
A la vista de estas consideraciones, se diría que las pautas de actuación no son extraordinarias y que la campaña del Gobierno no pasa de ser una llamada de atención para que los ciudadanos adopten unas medidas que, como apuntaba uno de los interlocutores, eran las que adoptaban nuestros mayores hace años, especialmente cuando debían realizar trabajos agrícolas en verano. Además de aprovechar las horas de la fresca para hacerlos, las primeras horas de la mañana y a la caída del sol por la tarde, solían ir bien cubiertos para evitar el sol.
Recomendaciones para las personas mayores ante una ola de calor
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) ha difundido una serie de recomendaciones para evitar que las personas mayores sufran las consecuencias de una posible ola de calor. Las recomendaciones de la SEGG son las siguientes:
1. Evitar comidas abundantes. Es necesario tomar muchos líquidos.
2. Impedir que la casa se caliente en exceso durante el día (cerrar cortinas, etc.), abriendo las ventanas y creando corrientes por la noche.
3. Tomar duchas o baños extras, incluso por la noche.
4. Ponerse poca ropa, mejor de algodón y de colores claros.
5. Evitar salir de casa en horas de máximo calor, y menos aún dar caminatas o utilizar medios de transporte llenos y calurosos.
6. Si se vive solo, aumentar los contactos con familiares y amigos, al menos dos veces al día.
7. Demandar asistencia sanitaria si aparece alguno de los siguientes síntomas: mareos, dolor de cabeza, calambres en las piernas, náuseas o vómitos, confusión o fiebre.