Cualquiera de nosotros puede verse inmerso en cualquier momento en un problema de salud de un familiar, o de un desconocido en plena calle, que requiera atención médica inmediata. Una urgencia médica suele provocar, por lo imprevisto de la situación, que generalmente no es esperada, una alto grado de ansiedad tanto al enfermo como a las personas que en ese momento están a su alrededor. Ante estas situaciones es importante mantener la calma y saber cómo actuar, aunque nuestra actuación deba limitarse, en la mayoría de los casos, a avisar a los servicios de emergencia y permanecer al lado del enfermo hasta su llegada.
DECÁLOGO DEL ALERTANTE
1. Llame al 112 (sin prefijo): disponible las 24 horas del día, los 365 días del año.
2. Le atenderá un profesional. Mantenga una actitud serena y de calma. Déjese guiar, escuche y responda a las preguntas que le hagan de forma ordenada.
3. Describa exactamente lo que sucede, no lo que le parece que sucede.
4. Informe del lugar/dirección de la emergencia de la forma más exacta posible.
5. Obtenga la máxima información sobre los antecedentes médicos, la medicación que toma el paciente, el tiempo desde el inicio del motivo de la llamada, etc.
6. En caso de accidente, describa el tipo de accidente, lo que vea y cuántos heridos hay.
7. Detalle otros datos de la victima: edad aproximada, sexo, heridas externas, etc.
8. No cuelgue el teléfono hasta que se lo indiquen: pueden ayudarle o necesitar más datos importantes.
9. Recuerde: todo un equipo de profesionales(médicos, enfermeros, bomberos, policía, etc.) está detrás de su llamada.
10. Recuerde: MANTENGA LA CALMA Y DÉJESE AYUDAR.
FUENTE: Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria