recurrente afirma que la citada Orden Ministerial vulnera la norma imperativa establecida en la Disposición Adicional Séptima de la Ley 25/1990,de 20 de diciembre, del Medicam
24 de agosto 2011. 3:57 pm
Redacción, Madrid.- La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional ha admitido a trámite el recurso presentado por Juan José de Torres, farmacéutico de Almería, en contra de la Orden del Ministerio de Sanidad y Consumo por la que se desarrolla el nuevo sistema…
Redacción, Madrid.- La Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional ha admitido a trámite el recurso presentado por Juan José de Torres, farmacéutico de Almería, en contra de la Orden del Ministerio de Sanidad y Consumo por la que se desarrolla el nuevo sistema de precios de referencia, que entró en vigor el pasado 1 de enero. La demanda fue realizada en representación de la Plataforma en Defensa del Modelo Mediterráneo de Farmacia, de la que es presidente.
El recurso, tanto contra la O.M. 2958/2203, de 23 de octubre, como contra su posterior modificación por la O.M. 3524/2003, de 12 de diciembre, se fundamenta en la vulneración de la norma imperativa establecida en la Disposición Adicional Séptima de la Ley 25/1990,de 20 de diciembre, del Medicamento. En la que se recoge que 'el Gobierno por Real Decreto, previo informe del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, establecerá la forma, requisitos y condiciones de aplicación de los criterios contenidos en el artículo 94 y determinará las exclusiones totales o parciales de los grupos, subgrupos, categorías o clases de medicamentos excluidos de la financiación con cargo de fondos de la Seguridad Social o fondos estatales afectos a la Sanidad'.
El nuevo sistema de precios de referencia entró en vigor el 1 de enero, sin que, según afirma esta asociación en un comunicado oficial, la Administración hubiera dejado claro cómo debía hacerse efectivo en algunos aspectos, especialmente los relacionados con la sustitución de las recetas prescritas, lo que está provocando malestar entre los profesionales de las farmacias que, en ocasiones, se ven forzados a realizar la dispensación asumiendo costes superiores a los de la facturación, a fin de evitar enfrentamientos con los consumidores.