menor producción energética en climas fríos reduce el daño mitocondrial oxidativo y como consecuencia aumenta la longev
24 de agosto 2011. 3:53 pm
E.P.- Las mutaciones específicas de ADN mitocondrial pueden haber ayudado a los seres humanos a adaptarse a climas más septentrionales, y la persistencia de estas mutaciones podría estar relacionada con mayores índices de enfermedades por deficiencias energéticas, aunque también con un aumento de la longevidad….
E.P.- Las mutaciones específicas de ADN mitocondrial pueden haber ayudado a los seres humanos a adaptarse a climas más septentrionales, y la persistencia de estas mutaciones podría estar relacionada con mayores índices de enfermedades por deficiencias energéticas, aunque también con un aumento de la longevidad.
Así lo indican las conclusiones de un nuevo estudio desarrollado por investigadores de University of California en Irvine (EE.UU.), que ahora publica la última edición de la revista Science.
Un estudio anterior de los mismos autores indicó que la mitocondria de las personas indígenas de zonas circumpolares producía más calor y menos energía que los mismos organelos de los habitantes oriundos de zonas tropicales.
Estas diferencias alteran el metabolismo de la energía y el daño mitocondrial oxidativo. Tras el análisis de más de 1.000 secuencias de ADN mitocondrial humano de personas de todo el mundo, los autores del nuevo trabajo indican ahora que el clima es una fuerza directriz de las variantes genéticas del ADN mitocondrial.
Los investigadores informan que las variaciones geográficas en los genomas mitocondriales de los seres humanos son el resultado de una selección natural positiva y añaden que el entendimiento de nuestro pasado genético es el objetivo de una nueva disciplina académica denominada 'medicina de la evolución'.