Entre el 15 y el 20 por ciento
de los españoles sufren
alguna alergia al polen, un
porcentaje que se eleva al 30
por ciento en los niños con
edades entre los 13 y 14 años,
sobre todo en las ciudades.
Pero parece que los alérgicos
al polen tendrán este año una
primavera tranquila porque la
polinización, tras las escasas
lluvias caídas este otoño en España,
será 'leve o moderada',
según ha manifestado el doctor
Javier Subiza, coordinador
del Comité de Aerobiología de
la Sociedad Española de Alergología
e Inmunología Clínica
(SEAIC), quien presentó las
previsiones sobre alergias de
este año acompañado del
doctor Tomás Chivato, presidente
de la SEAIC.
El doctor Subiza indicó
que, entre los meses de abril y
junio, las concentraciones de
polen de gramíneas, el más
agresivo, serán 'significativamente
menores' porque, para
su polinización, este alergeno
'requiere de otoños muy lluviosos',
por lo que se espera
que sean menos los casos de
asma que tengan que acudir a
urgencias. Además, 'la concentración
de este polen no
ha aumentado en los últimos
años. Aunque con amplias variaciones
interanuales, la tendencia
de las tres últimas décadas
es horizontal, es decir,
no tenemos en la actualidad ni
más ni menos polen de gramíneas
que años atrás'.
No obstante, no se descarta
que factores como la contaminación
y el aumento de las
temperaturas, a causa del
cambio climático, agraven los
síntomas de las alergias y generen
la aparición de nuevas
sensibilizaciones o alergias a
otros pólenes.
Cada vez más
en invierno
El 'adelanto de las alergias' antes
de que llegue la primavera
que acusan muchos pacientes
se debe a que cada vez son
más las personas que tienen
reacciones a los cipreses, las arizónicas
y el plátano de sombra,
cuyo polen aparece en invierno
y que, en los últimos años, han
multiplicado su presencia, sobre
todo en las ciudades como
elementos ornamentales de
parques y jardines.
En relación con los tratamientos,
el experto destacó que
la vacuna contra la alergia a los
pólenes, ácaros, epitelios de animales
y hongos está 'avanzando
puestos' y que, en estos momentos,
se considera muchas
veces la primera opción terapéutica,
ya que evita los síntomas
y logra frenar la progresión
de la enfermedad en un periodo
comprendido entre los tres y los
cinco años de aplicación.
Para el doctor Chivato, lo
preocupante es que uno de
cada tres alérgicos sea diagnosticado
por su historial clínico
y no por haberse sometido
a las pruebas de la alergia, por
lo que 'se diagnostica por sospecha
y no por pruebas' y carece
de seguimiento especializado.
Asimismo, destaca que
cerca del 15 por ciento de estos
pacientes se automedica,
'no siempre con los mejores
fármacos, sino con los más baratos
y menos seguros'.