Redacción, Madrid .- El papel que desempeñan las infecciones respiratorias durante los primeros años de la vida en el desarrollo posterior del asma está haciendo correr ríos de tinta, con opiniones contrapuestas según de qué especialista se trate. Sin embargo, hay ya serios estudios epidemiológicos…
Redacción, Madrid .- El papel que desempeñan las infecciones respiratorias durante los primeros años de la vida en el desarrollo posterior del asma está haciendo correr ríos de tinta, con opiniones contrapuestas según de qué especialista se trate. Sin embargo, hay ya serios estudios epidemiológicos que parecen dejar claro que circunstancias favorecedoras de infecciones, como es ir a la guardería, tener hermanos mayores o convivir con animales domésticos, conceden un cierto grado de protección contra esta enfermedad, padecida hoy por entre un 7 y un 10 por ciento de los niños españoles.
La explicación de este fenómeno, formulada como hipótesis por la doctora Espinosa de los Monteros, neumóloga de la Clínica Ruber y coordinadora de Asma de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (Neumomadrid), es que 'en determinados casos los procesos infecciosos sufridos en la primera infancia pueden contribuir a adelantar la maduración de la respuesta inmune, lo que se traduce en una mayor resistencia del organismo del pequeño frente a aquellos factores susceptibles de provocar la enfermedad'. Continúa la experta de Neumomadrid que 'en general, se acepta que las infecciones en la primera infancia pueden prevenir la futura aparición de asma, lo cual no es obstáculo para aceptar igualmente que ciertos procesos infecciosos, como el virus respiratorio sincitial o los rinovirus, pueden actuar como desencadenantes de crisis en niños con un historial asmático.'
Se trata por lo demás de una hipótesis que goza cada vez de mayor consideración entre los especialistas en asma, y que explicaría también, al menos en parte, la expansión este problema de salud entre los niños de los países desarrollados. Los expertos, en efecto, llevan años dándole vueltas al enigma que parece esconderse detrás del inusitado incremento del asma en naciones como España, Francia o Estados Unidos. 'Se trataría, en definitiva, y por paradójico que pueda parecer, de relacionar el aumento del asma con el mayor nivel de higiene y los mejores cuidados de salud que reciben hoy nuestros hijos', comenta la doctora Espinosa, quien añade que 'los microorganismos saprofitos que colonizan el tracto gastrointestinal durante la primera infancia constituyen uno los estímulos más potentes para la producción de linfocitos Th-1, generadores a su vez de unas sustancias, llamadas citoquinas, que son características de la respuesta inmunológica frente a las infecciones.
Con todo, esta experta de Neumomadrid, pone en guardia contra quienes crean que este razonamiento, por plausible que parezca, se basta por sí mismo para resolver la proliferación de los casos de asma entre los niños.'Hay más variables que deben ser tenidas en cuenta y que forman parte del modo de vida de nuestras modernas sociedades occidentales como son la mayor concentración de alergenos ambientales, la prematuridad, la escasa duración de la lactancia materna, la introducción temprana de alimentos sólidos como el huevo, el tabaquismo pasivo o la contaminación atmosférica'.