Investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) aseguran que algunas montañas rusas de intensidad moderada pueden facilitar la eliminación de pequeños cálculos renales o piedras en el riñón de forma espontánea, según datos de un estudio publicado en la revista 'The Journal of the American Osteopathic Association'.
En el estudio se evaluó esta alternativa en un modelo de riñón desarrollado mediante una impresora en tres dimensiones (3D), tras haberse notificado varios casos de pacientes que dijeron haberlos superado tras montarse en la montaña rusa 'Big Thunder Mountain Railroad' del parque DisneyWorld en Orlando (Estados Unidos). Y, en un caso, un paciente dijo haber superado la nefropatía tras uno de los tres viajes seguidos llevados a cabo.
Los autores, David Wartinger y Marc A. Mitchell, utilizaron la impresión en 3D para diseñar un modelo anatómico de riñón mediante silicona transparente que fue completado con orina y tres cálculos renales de diferentes tamaños para poder evaluar el efecto de la montaña rusa.
'Los resultados preliminares del estudio apoyan la evidencia anecdótica de que un viaje en montaña rusa podría beneficiar a algunos pacientes con cálculos renales pequeños', ha añadido Wartinger, siempre que el cálculo renal pueda ser eliminado antes de que 'alcance un tamaño suficiente como para no obstruir los conductos y evitar el uso de cirugía'.
Además, la montaña rusa sería especialmente efectiva después de someterse a un tratamiento de litotricia o antes de un embarazo programado para prevenir la formación de piedras o la aparición de complicaciones en caso de una obstrucción ureteral.
En los modelos de riñón generaron cálculos renales de varios tamaños en las regiones superior, media e inferior del órgano, y los introdujeron en una mochila para someterlos a 20 viajes en la montaña rusa 'Big Thunder Mountain Railroad', tras haberlo probado previamente en otras atracciones del parque como la montaña rusa 'Space Mountain', que va a más velocidad.
En el estudio midieron diferentes variables como el volumen de los cálculos renales, su posición dentro del riñón y si el modelo iba en la parte delantera o trasera de la montaña rusa.
Y con independencia de las dos primeras variables, los resultados revelaron que cuando el órgano viajaba en la parte posterior el cálculo se eliminaba con el movimiento en el 63,89 por ciento de las veces, mientras que en los asientos delanteros apenas se eliminaba en el 16,67 por ciento de los casos.
Los autores estiman que en Estados Unidos más de 300.000 pacientes son atendidos de urgencia cada año por este motivo, con un coste estimado del tratamiento que asciende a 2.100 millones de dólares (unos 1.800 millones de euros). Además, aproximadamente el 11 por ciento de los hombres y el 6 por ciento de las mujeres sufrirán un cálculo renal a lo largo de su vida.