Los pacientes que resultan más beneficiados de la
combinación de estatina y ezetimiba son los que presentan un
riesgo cardiovascular muy alto o alto, como, por ejemplo, aquellos que han sufrido un evento cardiovascular, los diabéticos de larga evolución o con daño en órgano diana, los que tienen insuficiencia renal crónica o historia de hipercolesterolemia familiar.
Además, la
combinación de estatina y ezetimiba se tolera bien en los pacientes de alto riesgo mayores de 70 años.
En este grupo etario el control de los
factores de riesgo cardiovascular debe hacerse de forma individual, teniendo en cuenta el riesgo en cada paciente en concreto, ajustando la dosis y el tipo de estatina.
Diversos estudios, como el estudio 4S, el PROVE-IT, el JUPITER y el IMPROVE-IT han demostrado de una manera clara que cuanto más bajo sea el nivel del colesterol LDL más se consigue reducir el riesgo de eventos cardiovasculares.
Evidencia científica
La evidencia científica disponible sostiene que las
estatinas reducen la morbimortalidad. Un descenso del cLDL en 1 mmol/l (40 mg/dl) conlleva una reducción del 22 % en los eventos cardiovasculares mayores, del 23 % en los eventos coronarios, del 20 % en la muerte coronaria, del 17 % en los ictus y del 10 % en la mortalidad total a 5 años.
Las
estatinas se clasifican según su potencia para reducir el colesterol LDL. Al combinarlas con
ezetimiba, su acción es sinérgica, de manera que la
estatina inhibe la producción endógena de colesterol y la
ezetimiba inhibe la absorción a nivel del intestino, aumentando la potencia hipolipemiante.
Menor riesgo
Dado que la reducción del colesterol LDL se asocia a una disminución en el riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares, lo lógico es que esta reducción adicional del colesterol LDL obtenido con ezetimiba se tradujera en una reducción de eventos cardiovasculares.
Surge la duda de si tras un síndrome coronario agudo, el tratamiento de elección es el empleo de una
estatina potente a altas dosis y reservar la combinación cuando con la
estatina no se logran los objetivos de LDL colesterol. Otra opción es cuando no se toleren las dosis elevadas de
estatinas potentes o bien emplear desde el inicio la
combinación de una estatina potente a altas dosis con ezetimiba.
Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores Tomás Remesal Barrachina, Federico Ramos de las Heras, Rosa María Álvarez Domínguez, Oscar Rubio Gil y José Antonio Novalio Gómez, de Huelva.