Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte para el conjunto de la población española. Actualmente, la enfermedad isquémica del corazón ocasiona el mayor número de muertes cardiovasculares. Tiene un enorme impacto en el individuo que la padece en su calidad de vida, su futuro personal y social, incrementando el riesgo de muerte súbita. Pero además del impacto sobre la salud y la calidad de vida de los pacientes, la cardiopatía isquémica es responsable de importantes costes, tanto directos como indirectos, así como de pérdidas elevadas de productividad laboral.
Los expertos señalan que la mayoría de las muertes 'evitables' se deben a enfermedades coronarias y se producen en el medio extrahospitalario. Se estima que cada año se producen en España más de 24.500 paradas cardiacas, lo que equivale a una media de una cada 20 minutos, ocasionando cuatro veces más muertes que los accidentes de tráfico, y la fibrilación ventricular es la responsable inicial de hasta un 85 por ciento de las paradas cardiacas extrahospitalarias.
Los expertos insisten en que las enfermedades cardiovasculares son prevenibles de forma integral desde antes de su ocurrencia siguiendo hábitos de vida saludables y evitando factores de riesgos como el tabaquismo, el sedentarismo, la hipertensión, la diabetes o la obesidad. También son prevenibles los impactos negativos una vez que ésta ha ocurrido. En la cardiopatía isquémica muchas de las acciones preventivas inciden también en beneficio de la prevención de otras enfermedades, este valor añadido hace que se pueda decir que, 'la prevención de la cardiopatía isquémica es el corazón de la prevención'.
De hecho, los expertos repiten constantemente que muchas muertes son evitables con una actuación precoz y correcta, y que la mayoría de los pacientes que superan la fase crítica pueden ser rehabilitados e incorporarse a su vida habitual.
Según la Sociedad Española de Cardiología (SEC), 'el síndrome coronario agudo es el evento más grave de la cardiopatía isquémica que condiciona la muerte por arritmias ventriculares o la disfunción ventricular. Pero gracias a los tratamientos actuales, la mayoría de los pacientes sobrevive con buenas situaciones clínicas y funcionales. Luego van a presentar una situación de cardiopatía isquémica crónica que se puede manifestar con nuevos eventos o por la situación de angina crónica estable o cardiopatía isquémica crónica'.
En los últimos años se han introducido métodos de diagnóstico y tratamiento muy eficientes que se han incorporado al cuidado habitual de esta patología, pero también se ha detectado una gran variabilidad en la práctica clínica. Las causas de esta variabilidad son diversas, entre las que destacan la ausencia de documentos y guías consensuadas de actuación.
Por lo tanto, se hace evidente la necesidad de desarrollar una Estrategia frente a la Cardiopatía Isquémica en el Sistema Nacional de Salud que garantice la calidad y la equidad ante la enfermedad eliminando las diferencias entre CC.AA. ya que las tasas de mortalidad cardiovascular sufren importantes variaciones entre regiones.
Históricamente también se han observado otras desigualdades en la atención al Síndrome Coronario Agudo (SCA), como puso de manifiesto un estudio sobre la situación actual en España de la enfermedad cardiovascular en la mujer (Enfermedad cardiovascular en la mujer: estudio de la situación en España. Publicado en la Revista Española de Cardiología. 2008. vol. 8, fascículo D).
Los resultados obtenidos en este estudio detectaron diferencias entre hombres y mujeres en el perfil clínico y demográfico y en el uso de recursos terapéuticos que explican parte de las diferencias en la mortalidad y morbilidad observadas en mujeres con síndrome coronario agudo. La mayor prevalencia de diabetes, hipertensión arterial, obesidad, enfermedades concomitantes y perfil de riesgo global en la mujer pueden influir de forma importante en esas diferencias, puesto que el papel del sexo por sí solo se diluye algo y se reduce cuando se realizan análisis multivariantes.
Existen oportunidades de mejora que deben pasar por campañas dirigidas a la mujer que apuesten por la concienciación de que la cardiopatía isquémica es una enfermedad que afecta de manera tan importante a la mujer como otras incluidas ya en su mentalidad preventiva como es el cáncer de mama. Por otra parte, parecen necesarios programas que cambien la actitud de todos los ámbitos asistenciales para mejorar la identificación precoz de la mujer con SCA y conseguir la optimización de su tratamiento en la práctica real de acuerdo con las recomendaciones de las guías de las diferentes sociedades científicas. Estos programas y campañas también deben hacer énfasis en el resto de las patologías relacionadas con las enfermedades cardiovasculares como la insuficiencia cardiaca y la hipertensión arterial, entre otras.
Origen y motivos
Estos son los motivos que llevaron al Ministerio de Sanidad a elaborar la Estrategia en Cardiopatía Isquémica del Sistema Nacional de Salud en colaboración con la SEC, basándose en el Plan Integral de Cardiopatía Isquémica aprobado por el pleno del Consejo Interterritorial del SNS en 2003, entre cuyos objetivos se incluye mejorar la atención de los pacientes con enfermedades prevalentes de gran carga social y económica. Tanto los expertos de las sociedades científicas como los técnicos del Ministerio y de las comunidades autónomas realizaron una priorización de objetivos y de medidas a desarrollar en función de criterios de evidencia, impacto, oportunidad, factibilidad y posibilidad de evaluación mediante un sistema de información para el conjunto del Sistema Nacional de Salud. El resultado de este trabajo es la Estrategia aprobada por el Consejo Interterritorial del SNS el 28 de junio de 2006.
El Ministerio de Sanidad, de acuerdo con los planteamientos de la OMS, propugna un enfoque integrado que combine la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la cardiopatía isquémica con las correspondientes medidas para el cáncer, la diabetes, los accidentes cerebro-vasculares y otras enfermedades crónicas, dado que muchas de ellas comparten factores de riesgo comunes tales como el tabaquismo, determinadas dietas o la inactividad física, y requieren respuestas similares desde los servicios sanitarios del Sistema Nacional de Salud.
Del mismo modo, la Estrategia tiene entre sus objetivos reforzar la investigación, tanto epidemiológica como básica y clínica, y crear herramientas precisas que permitan evaluar la situación en cada momento y valorar la utilidad de las medidas que se pongan en marcha.
Este documento ha sido elaborado por los expertos y sociedades científicas relacionadas con la cardiopatía isquémica, coordinados por el Dr. Alfonso Castro-Beiras, y con la participación y validación de la misma por parte de técnicos y representantes institucionales de todas las Consejerías de Salud de las comunidades autónomas y del Ministerio de Sanidad. Para su elaboración se han tenido en cuenta las actuaciones y planes llevados a cabo tanto en España como en la Unión Europea y la OMS, así como por parte de otros organismos como el Consejo de Europa y la OCDE, entre otros. Además, esta Estrategia forma parte del Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud y representa un esfuerzo consensuado entre Ministerio de Sanidad, sociedades científicas y comunidades autónomas para conseguir una atención a los pacientes con enfermedades cardiovasculares basada en la excelencia clínica en condiciones de igualdad en todo el territorio nacional, avanzando de esta forma en la necesaria cohesión de nuestro sistema sanitario en beneficio de todos los ciudadanos, con independencia del lugar en el que residan.
La Estrategia en Cardiopatía Isquémica del Sistema Nacional de Salud constituye pues una 'hoja de ruta' para la coordinación en todo el país de programas de prevención y promoción de la salud, de los medios de diagnóstico apropiados para realizar una detección temprana de la enfermedad y de la articulación de tratamientos cada vez más eficaces en coherencia con la evidencia científica. Su fin último es la mejora de la calidad de vida los pacientes con la correspondiente mejora en la calidad de la atención sanitaria en el Sistema Nacional de Salud español.
Contenido y actualización
La Estrategia nació con la idea de sentar las bases que permitieran reducir la carga que supone para la sociedad española la cardiopatía isquémica y fue aprobada por vez primera en el Consejo Interterritorial del SNS el día 28 de junio de 2006, acordándose que se realizaría una primera evaluación a los dos años de su aprobación. Para lo cual se constituyó el Comité de Seguimiento y Evaluación (CSE), formado por los representantes de las CC.AA e INGESA y de las sociedades científicas más relevantes en el ámbito de la Estrategia. Se estableció por consenso la metodología para la evaluación.
En noviembre de 2008 se aprobó el primer Informe de Evaluación de la Estrategia, realizado por el Comité de Seguimiento y Evaluación de la Estrategia. En dicho informe se analizaron los indicadores, cuyas fuentes han sido las propias CC.AA. y el Instituto de Información Sanitaria. El resultado fue el informe de evaluación aprobado el 26/11/2008 por el CISNS, que aportó el conocimiento de la situación actual de la cardiopatía isquémica en España y del estudio de la evidencia científica actual en dicha materia, y sirvió para para actualizar la Estrategia en Cardiopatía Isquémica y continuar avanzando en la mejora de la atención sanitaria en esta patología.
La finalización de esta primera evaluación permitió, según ha explicado el Dr. Alfonso Castro-Beiras, coordinador científico de la Estrategia: 'Valorar los indicadores propuestos, revisar los objetivos y recomendaciones en función de los resultados obtenidos, así como de los nuevos conocimientos disponibles'.
Este documento se plantea con un horizonte temporal de 4 años. En el marco del seguimiento continuo de la Estrategia se realizará una evaluación parcial a los dos años y una evaluación global a los cuatro años, para lo cual se continuará con la actividad del Comité de Seguimiento y Evaluación.
La Estrategia en Cardiopatía Isquémica se divide en 4 líneas de actuación: la promoción y protección de la salud, la asistencia, la rehabilitación y la investigación. Algunos logros concretos de su aplicación, recogidos en la actualización aprobada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el 22 de octubre de 2009, son la intensificación en la lucha contra el tabaco, la promulgación del Real Decreto sobre el uso de desfibriladores para posibilitar la atención en los primeros minutos del infarto y el esfuerzo en acortar el tiempo de contacto efectivo con el sistema sanitario mediante la canalización de todas las alarmas coronarias a través de los servicios de urgencia centralizados.
Son también puntos notables en los que se han hecho avances la necesidad del trabajo en red para la atención del síndrome coronario agudo, el uso de la mejor opción terapéutica según lugar y momento, con énfasis en la angioplastia primaria para el tratamiento del infarto agudo de miocardio, así como el énfasis en las diferencias de género, la identificación de una cierta atomización de la cirugía cardiaca con unidades con poco volumen (lo que coincide con uno de los motores de la iniciativa paralela del MSPS de la creación de CSURs -Centros, servicios y unidades de referencia del SNS) y la consolidación de redes de investigación como línea estratégica esencial para el abordaje de ésta patología.
Después de dos años de la aprobación de la Estrategia por el Consejo Interterritorial, los resultados alcanzados y avances logrados se analizaron por el Comité de Seguimiento en la reunión de Zaragoza, aprobándose posteriormente sus conclusiones por el mismo Consejo. A la vista de los resultados analizados y de la evolución del conocimiento científico producido en este periodo de tiempo, se acordó la actualización del documento, tanto en lo que respecta a la situación de la cardiopatía isquémica en el momento actual como en lo que se refiere a objetivos y recomendaciones.
De este modo, el documento refleja el fruto de ese acuerdo, esperando que sirva de igual manera que el original, a mejorar la situación de la cardiopatía isquémica en España. Según ha explicado el Dr. Alfonso Castro-Beiras, la estructura original de dos grupos de trabajo, 'científico' e 'institucional' enseguida se convirtió, de hecho, en el trabajo homogéneo de un solo equipo que mejora las capacidades de la suma de las partes, gracias a la polinización cruzada entre ambos, fruto de las múltiples reuniones de trabajo y la voluntad común de progresar y mejorar. Esta forma consensuada de trabajar, aprovechando distintas ópticas y fortalezas en equipos con origen variado, es un elemento diferenciador de esta iniciativa que le confiere un gran valor añadido, y que da un ejemplo positivo para trabajar en el sistema sanitario y facilitar el traslado del conocimiento a la vida real.
Los ejes principales que guiaron las discusiones fueron la búsqueda de la calidad y la equidad, cualidades aportadas por el comité científico e institucional al inicio pero rápidamente asumidas por todos y guiadas por la visión integral e integradora del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Todo ello, además, tamizado adecuadamente por la incorporación de los ciudadanos en la elaboración del documento.
Por último, este experto manifiesta su deseo de que este documento 'sirva como un paso más, no el último, en el proceso continuo de mejora de la prevención y atención de la cardiopatía isquémica como servicio a la población española, destinataria última de nuestros esfuerzos'.