EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- Detrás de enfermedades urológicas frecuentes, como el cáncer de próstata o la incontinencia de orina, está la cada vez mayor esperanza de vida de que disfruta la población española. Así lo asegura la Asociación Española de Urología, quien ha querido recordar, que las mujeres españolas son las más longevas de la Unión Europea y los españoles ocupan el segundo puesto después de los suecos. Esto explica, para la AEU, que en los próximos años la demanda asistencial de estos problemas de salud y de otras patologías urológicas, como el cáncer vesical, la disfunción eréctil o la andropausia, experimenten un incremento significativo. Aumentarán los síntomas miccionales, que son los que, por lo general, motivan la visita del paciente a la consulta del urólogo, aseguran los especialistas de la Asociación.
De todas formas, para el presidente de la AEU, Jesús Castiñeiras, resulta fundamental que las actuales cifras de expectativa de vida se acompañen de una buena calidad de vida. En patologías como la incontinencia de orina o la hiperplasia de próstata, es imprescindible, afirma, que la población 'no considere erróneamente que el problema es algo propio e inevitable de la edad frente a las cuales poco puede hacerse. Por eso es preciso consultar a los profesionales'.
Según los cálculos de la AEU, se calcula que dos millones de españoles padecen disfunción eréctil, que un número similar de mujeres arrastra un problema de incontinencia de orina y que el tumor de próstata afecta ya a un 10% de los varones con más de 50 años. En total, cerca de ocho millones de personas en nuestro país padecen problemas urológicos. Como indica el doctor Joaquín Carballido, secretario general de la AEU, 'las nuevas generaciones de pacientes no se resignan a padecer determinadas molestias como algo inherente a la edad. En ese sentido, una atención urológica integral permitiría dar respuesta a esta demanda asistencial creciente'.
Esta situación de incidencia en aumento de patologías del aparato genito-urinario está provocando una necesaria expansión de la especialidad. 'El compromiso asistencial del urólogo se centra cada vez más en lograr que la población cumpla el mayor número de años posible pero siempre tratando de que sean años de vida saludable. La formación del urólogo se actualiza con la incorporación de las últimas novedades técnicas y el empleo de la cirugía laparoscópica, con sofisticados aparatos para tratar y diagnosticar patologías del aparato urinario', afirma el doctor David Castro, vicepresidente de la AEU.
Cáncer de próstata
El cáncer de próstata será una de las patologías urológicas más frecuentes en los próximos diez años, según los especialistas. En España cada año se diagnostican unos 10.200 tumores prostáticos. Para la AEU es una prioridad que los españoles sepan que a partir de los 50 años es aconsejable una revisión urológica para conocer el estado de salud de su próstata y deben igualmente saber que en la actualidad se dispone de terapias eficacias con fines curativos y de tratamientos paliativos que mejoran la calidad de vida del enfermo. Una encuesta reciente revela que aunque un 69,5% de los españoles con más de 50 años ha sufrido algún síntoma relacionado con la próstata el último año, sólo un tercio acude al médico.
En la actualidad, es frecuente (75 por ciento) que el tumor se detecte cuando la enfermedad aún se encuentra en las primeras fases. La mayoría de las veces el afectado tiene más de 60 años y en menos del 1% de los casos afecta a varones menores de 50 años. La edad media de fallecimiento por esta enfermedad se sitúa en torno a los 75 años. Las medidas para lograr la detección temprana del tumor son básicamente dos: la determinación del antígeno prostático específico (PSA), que consiste en un análisis de sangre, y el tacto rectal (examen digital de la próstata a través del ano).
'Los estudios disponibles no han demostrado que esta estrategia produzca una disminución de la mortalidad para este cáncer'. Esta es una opinión unánime, sostiene, en los países de nuestro entorno 'hasta que no conozcamos los resultados definitivos de estudios epidemiológicos extensos que se encuentran actualmente en desarrollo y cuyas conclusiones podrán conocerse y aplicarse a la práctica clínica en aproximadamente 5-8 años'.
La explicación a esto radica en que este tumor tiene una historia natural impredecible y a que sólo fallecen un 10-15 por ciento de los pacientes, lo que significa, según este experto, que muchos de los afectados podrían convivir con el tumor durante mucho tiempo hasta el punto de morir con la enfermedad y no por ella. Un diagnóstico precoz y un tratamiento con intención curativa pueden garantizar la supervivencia en un 80 por ciento de los casos, asegura.