C.P., Zaragoza-. El presidente de la Asociación Española de Urología (AEU), Óscar Leiva, ha manifestado su compromiso de potenciar al máximo la formación específica de los urólogos de media edad en cada uno de los servicios hospitalarios, con el fin de adiestrarlos convenientemente en técnicas quirúrgicas más avanzadas como la laparoscopia, 'compleja y ardua, pero mucho más ventajosa para el paciente'. El doctor Leiva anunció el compromiso de la AEU en trabajar para lograr formar al menos a uno o dos especialistas en Urología por servicio 'descartando a aquellos de edad más avanzada como a los médicos residentes por ser muy jóvenes-- para lograr un adecuado desarrollo y consolidación de la laparoscopia en España con parámetros de calidad similares a los de Francia y Alemania.
En su opinión, las nuevas técnicas quirúrgicas -menos invasivas y menos traumáticas- abren un nuevo horizonte, y permitirán acortar los tiempos de hospitalización y de recuperación del paciente.
El representante de los urólogos españoles hizo este anuncio en la clausura del X Curso Internacional de Urología, que se ha celebrado, recientemente, en Zaragoza, con la asistencia de 500 expertos y que ha sido organizado por el catedrático y jefe de servicio del Hospital Miguel Servet, Luis Ángel Rioja. El evento científico, eminentemente práctico, estuvo marcado por cuatro jornadas que giraron sobre técnicas quirúrgicas y que fueron aplicadas en un total de 30 pacientes. Las intervenciones, retransmitidas por circuito interno desde el hospital Servet al palacio de congresos, han sido realizadas en su mayor parte por expertos internacionales de primer nivel así como también por los más destacados urólogos españoles.
Además, la Asociación Española de Urología impulsará la puesta en marcha de un centro de experimentación de este tipo de cirugía en Cáceres, para formar a los profesionales españoles que lo requieran.
Por su parte, el doctor Humberto Villavicencio, director de la Fundación Puigvert, de Barcelona, reconoció que en su centro ya se han realizado 115 intervenciones con laparoscopia, mientras que en el Instituto Valenciano de Oncología se aplica desde hace nueve meses, según apuntó su responsable, Eduardo Solsona.
El evento científico se convirtió en el marco excepcional para que los urólogos españoles lamentaran en líneas generales el escaso respaldo de la Administración en el desarrollo de la cirugía laparoscópica -mínimamente invasiva- y lograr así que se equipare a la de Europa y Estados Unidos, especialmente en intervenciones urológicas como en las del cáncer de próstata y en tumores de riñón.
De hecho, algunos destacaron incluso que España se encuentra en una cierta desventaja frente a otros países europeos, ya que la Cirugía laparoscópica, muy compleja y que requiere unos niveles altos de adiestramiento y aprendizaje, apenas se utiliza en el 3 por ciento de los casos frente a la hegemonía de la cirugía convencional o abierta.
Los expertos aragoneses aludieron también a las ventajas y beneficios que este tipo de cirugía representa para el paciente, ya que resulta menos traumática -menos dolor, menor sangrado, menor utilización de analgésicos y un menor periodo de hospitalización-.
El doctor Gabriel Valdivia, jefe del Servicio de Urología del Hospital Clínico de Zaragoza, reconoció que para que España pueda situarse al nivel europeo es necesario fomentar la formación de los urólogos españoles en general. 'Nuestros hospitales no son monográficos, como en otros países, y por tanto la curva de aprendizaje es mucho más dura porque no contamos con el suficiente volumen de pacientes para conseguir esa experiencia'.
En cualquier caso exigió a la Administración una mayor accesibilidad a los nuevos simuladores de experimentación -como los virtuales- capaces de simular los órganos y la sensación táctil de un ser vivo, con los que se mejoraría la formación.
El doctor Carlos Rioja, jefe de sección del Hospital Servet, reivindicó la dotación de al menos un robot para la comunidad autónoma aragonesa, capaz de desarrollar una cirugía mínimamente invasiva, con una precisión y minuciosidad superior incluso a la del especialista.