Redacción, Madrid.-La Organización Mundial de la Salud ha centrado, en esta ocasión, su campaña anual contra la diabetes, cuyo Día Mundial se celebra el próximo 14 de noviembre, en la lucha contra la obesidad, y de ahí su inequívoco eslogan: "Combate la obesidad, prevé la diabetes".
En esta lucha, uno de los principales frentes de choque es, sin duda, la Atención Primaria. Así, y según ha manifestado el doctor Pedro Cañones, secretario general de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), una de las prestaciones que en nuestro país ofrece la cartera de servicios del primer nivel asistencial es, precisamente, el control y la lucha contra la obesidad, "un tema bastante asumido por los profesionales del sector, toda vez que es un factor de riesgo cardiovascular importante. Si se consiguiera controlar al obeso, todos los demás factores de riesgo "hipertensión, diabetes",- se controlarían con más facilidad, ya que todo hipertenso diabético que consiga tener su peso adecuado será más manejable, por eso me parece muy acertado que este año se haya hecho hincapié en el control de la obesidad", en opinión de Cañones.
Según este responsable de la SEMG, la diabetes es una enfermedad que, en la mayoría de los casos, se puede diagnosticar y tratar en la Atención Primaria, "además y, afortunadamente, en estos momentos disponemos de herramientas, de los medios analíticos para ello, aunque en realidad no se necesita una gran tecnología para diagnosticar y manejar una diabetes". "La hemoglobina glicosilada "prosigue Cañones- nos permite valorar el término medio del nivel de control de un diabético durante las últimas semanas. Podemos también facilitar al paciente aparatos de automedición para que realice sus propios análisis en su domicilio, lo cual le va a conferir cierta seguridad, le va a responsabilizar en el manejo de su enfermedad y de paso va a descargar a la consulta del trabajo mecánico que supone esta tarea".
Otra cosa es que ese esfuerzo que se realiza desde la Atención Primaria para combatir la obesidad sea eficaz. En opinión de este facultativo, "mejorar el peso de los obesos es complicado, ya que no todos ponen de su parte lo que hay que poner para mejorarlo. En cualquier caso, la obesidad va unida a la hipertensión y a la hipercolesterolemia. Si atacamos a la vez a todos esos factores, reduciremos el riesgo cardiovascular, pero si en un diabético no atacamos la obesidad, antes o después ésta dificultará el control de la diabetes, a la par que suben sus niveles de colesterol, la tensión, etc.. en suma, son factores que se influyen unos a otros".
La Sociedad Española de Medicina General trabaja actualmente en un proyecto bastante ambicioso en relación con todos los factores de riego cardiovascular. "Intentamos montar una estrategia de ataque, control y tratamiento directo sobre todos estos factores. Actuar sobre todos ellos es la manera de conseguir resultados más rentables", tal como concluye su secretario general.