Las enfermedades cardiovasculares
siguen siendo
la primera causa de mortalidad
en España, a pesar de
que afectan en menor proporción
a los españoles que a
otros europeos. De hecho, la
prevalencia de infarto de
miocardio en mayores de 65
años continúa aumentando,
pese a que los fallecimientos
disminuyen. Estos datos se
desprenden del Informe sobre
la Salud Cardiovascular en España
en el Contexto Europeo,
presentado en la Casa del
Corazón de Madrid por la Sociedad
Española de Cardiología
y la Fundación Española
del Corazón (FEC).
En Europa, las enfermedades
cardiovasculares son la primera
causa de invalidez y de
disminución en la calidad de
vida y también el principal
motivo de fallecimiento entre
hombres y mujeres: uno de
cada ocho hombres y una de
cada diecisiete mujeres morirán
antes de los 65 años a causa
de dolencias del corazón.
'España forma parte, junto
con Francia, Suiza e Italia, del
grupo de naciones con menor
riesgo de mortalidad por enfermedad
cerebrovascular,
aunque eso no implica que estemos
exentos de peligro, ya
que sigue siendo la primera
causa de mortalidad de la población
nacional cobrándose
cada año 80.000 vidas', ha
afirmado el doctor Eduardo de
Teresa, presidente de la FEC.
Dentro de España, los últimos
datos reflejan la dispersión
y variedad del riesgo cardiovascular.
Comunidades
como Extremadura y Andalucía
se sitúan a la cabeza en
cuanto a este riesgo, mientras
que la Comunidad Valenciana,
Baleares y Canarias se aproximan
hacia zonas de peligro.
Los varones son el grupo de
población más afectado y la
cardiopatía isquémica es la patología
que ocasiona mayor
número de muertes cardiovasculares.