Redacción, Madrid.- En España, actualmente, un total de 1.720.871 extranjeros están afiliados a la Seguridad Social. De ellos 292.605 provienen de países miembros de la Unión Europea y el resto 1.428.266 son procedentes de otros países del Mundo, según datos emitidos por el Ministerio de Trabajos y Asuntos Sociales, correspondientes a octubre de este año.
Más concretamente y especificando por continentes de esta población inmigrada a España el grupo más numeroso procede de Iberoamérica con un 35,73 por ciento del total, seguido de los originarios del continente africano con un 23,91 por ciento, Europa Comunitaria con un 21,29 por ciento, resto de Europa con 11,93 por ciento, Asia con un 6,43 por ciento, América del Norte con un 0,65 por ciento y Oceanía con un 0,05 por ciento. Precisamente, y con motivo del Día Internacional del Migrante, celebrado el pasado domingo, 18 de diciembre, la Sociedad Española de Medicina General (SEMG) se ha detenido en 'el problema de la barrera idiomática en el abordaje de estos pacientes en las consultas de Atención Primaria', tal como puntualiza la doctora Juana Sánchez, miembro de la SEMG y médico general del Centro de Salud Aguadulce en Almería.
Es por ello por lo que desde esta Sociedad Científica se insiste en reivindicar la necesidad de dotar con más medios humanos a los centros de salud para 'que los profesionales podamos contar con más tiempo para atender a estos, y todos los pacientes en general, de forma correcta' puntualiza Sánchez.
Sobre todo, como destaca esta doctora, 'porque concretamente con la población inmigrada la diferencia de códigos culturales y de idioma dificulta la entrevista clínica y hace más complicado el diagnóstico'. A pesar de ello, la doctora no duda en puntualizar que la atención médica a los pacientes inmigrados a España 'es buena, igual que a la población general'.
'La mayoría de las personas inmigradas vienen sanas' explica esta médico general, quien, insiste en que 'no representan un peligro para la población general española ya que las enfermedades importadas son muy pocas'.
En relación a las enfermedades infecciosas tropicales como la malaria o la enfermedad del Chagas no suponen un riesgo para el país de acogida, 'al emigrar la persona corta la cadena de contagios ya que aquí en España no existe vector transmisor', puntualiza Sánchez.
Por el contrario, son las difíciles situaciones en las que viven muchas de estas personas inmigradas 'las que provocan la aparición de enfermedades' explica la experta, quien en este sentido recalca que 'muchas veces son más un problema social que un problema sanitario'. Por ello, desde la SEMG se considera fundamental 'los servicios sociales de ayuda a la persona inmigrada, y que trabajen conjuntamente con los centros de salud' como puntualiza Sánchez.
Mayor concienciación de los médicos de A.P.
Cada vez es mayor la concienciación por parte de los médicos del primer nivel asistencial de la importancia de un buen abordaje del paciente inmigrado. Así el protocolo de la atención al inmigrado durante las consultas de Atención Primaria pasa por 'preguntar cuánto tiempo lleva la persona en España, de qué zona procede y consultar la prevalencia de las diferentes enfermedades en la zona de origen, conocer las condiciones ambientales en las que vive y de qué está vacunado' concluye esta representante de la SEMG.