Vicente Martínez, Valencia.- Los facultativos de Atención Continuada de la Comunidad Valenciana se han declarado en 'bancarrota' para no pagar las cuotas a sus Colegios de Médicos. Estos profesionales esgrimen como argumento que con el dinero que cobran no pueden vivir y no pueden hacerse cargo de la cuantía, que oscila alrededor de los 300 euros, que las entidades colegiales les exigen.
La paradoja es que para trabajar en la Sanidad pública han de estar colegiados, aunque la remuneración que reciben de la Administración no alcanza en muchos casos los 500 euros mensuales (83.000 pesetas).
En el texto que han enviado estos galenos a los tres colegios de la Comunidad Valenciana aseguran que 'trabajamos por 10 euros la hora, por la noche y ponemos el coche y la gasolina'. Ello supone que si hacen tres o cuatro guardias al mes de 17 horas, a 11,26 euros (brutos) la hora, reciben 574 euros, que tras las retenciones del 15 por ciento y la gasolina gastada (ya que la media son 25 kilómetros diarios) les quedan unos sueldos ridículos.
Ante esta situación, en la circular también exponen que a partir del 1 de enero de 2004 dejarán de abonar las cuotas colegiales de forma transitoria y provisional, dando para ello la oportuna orden a las entidades bancarias mientras duren estas circunstancias económicas.
En el mismo texto los facultativos denuncian su caso: 'actualmente, trabajo con un nombramiento de facultativo de Atención Continuada con una retribución por horas (en bruto 11,26 a la hora) y con las condiciones que usted conoce sobradamente. Esto me coloca en una situación de quiebra económica total y absoluta, por lo que mi sueldo lo necesito íntegramente para hacer frente a mis situaciones básicas (hipoteca, llegar a fin de mes...). En consecuencia, para evitar gastos innecesarios al Colegio procede que no se remita a mi entidad bancaria para su cobro el recibo correspondiente a mi cuota colegial y, por ello, solicito que dé las órdenes oportunas a los servicios administrativos del colegio para que no remitan a mi entidad bancaria los correspondientes recibos'.
Aunque estos médicos aseguran que se trata de una situación coyuntural que será remediada cuando se solucione su precariedad laboral, el malestar por hacer efectivas las cuotas colegiales ya ha cuajado entre todo el colectivo galeno desde donde ya han comenzado a solicitar la supresión de estos pagos, como ya ocurre en otras Comunidades Autónomas como en Andalucía. En esta Comunidad, el número de colegiado, que era necesario para prescribir recetas, ha sido suprimido por un código de cada profesional otorgado por la Administración. En cualquier caso, los ingresos de los Colegios de Médicos por el concepto de cuotas es considerable, ya que en la Comunidad Valenciana trabajan en los hospitales y centros de salud públicos cerca de 10.000 médicos, que multiplicados por los 300 euros que ofrecen supone un total de tres millones de euros (500 millones de pesetas).
Sin embargo, a los que más les afecta la obligatoriedad de estos pagos es a los médicos que trabajan sólo en guardias. La situación es tan crítica que el Sindicato de Médicos de Asistencia Pública (Simap) ha remitido una encuesta a estos profesionales en la que, debido a la desesperación que sufren, les preguntan si estarían dispuestos a efectuar una huelga indefinida, 'o llegado el caso, a renunciar a tu nombramiento de facultativo de Atención Continuada, siempre que se hiciese de forma colectiva y organizada'.
No hace mucho que se les recomendó a estos médicos que fueran andando a las urgencias sanitarias, ante la negativa de la Consejería de Sanidad de pagarles el transporte. En la actualidad, los facultativos deben utilizar su vehículo privado para visitar a los pacientes. En algunos casos pueden recorrer más de 100 kilómetros con itinerarios que les llevaban a visitar más de seis pueblos, como ocurre en la zona de Rincón de Ademuz, donde los médicos tienen que cubrir áreas de más de 200 kilómetros.
Concretamente se proponía a los médicos a que utilizaran la ambulancia siempre que exista, pero como en la mayoría de las poblaciones no se dispone de este servicio, se recomienda el taxi, pero pagado por el paciente. Si la persona que solicita el servicio 'lo cree urgente se le debe comunicar que nosotros no tenemos ningún inconveniente en utilizar un taxi si lo paga él, ya que la Consejería no tiene vehículo para llevarnos', proponían los sindicatos en un escrito. Incluso se recomendaba a los pacientes que la factura la reclamaran a la Consejería de Sanidad y, si no la recibían que la reclamación la hicieran judicialmente.