Redacción, Madrid.-La tuberculosis, a comienzos del siglo XXI, sigue siendo la enfermedad infecciosa más importante, puesto que es la que más muertes ha provocado y sigue provocando a lo largo de la historia. Constituye un grave problema de salud pública en todo el mundo, especialmente en países pobres o en vías de desarrollo e incluso en las bolsas de pobreza o marginación de las grandes ciudades de países desarrollados. Según la OMS, la tuberculosis es una "emergencia mundial".
Dentro de la tuberculosis se distinguen dos conceptos, la infección tuberculosa, en la que hay contacto con el bacilo (prueba de la tuberculina positiva) pero no hay evidencia de enfermedad clínica. y, enfermedad tuberculosa, ya con síntomas y signos clínicos de enfermedad. En este caso puede haber o no infección y se demuestra la presencia, en el esputo u otras muestras orgánicas, del bacilo tuberculoso.
La propagación de la enfermedad es a través del aire, nunca por vía digestiva, a través de los alimentos, ni por los utensilios personales del enfermo. "Actualmente los fármacos antituberculosos consiguen la curación en la práctica totalidad de los casos iniciales, siempre que el tratamiento se cumple correctamente", ha declarado el doctor José Gallardo, coordinador del grupo de trabajo de infección respiratoria de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica (NEUMOMADRID)
"Pero sigue siendo una enfermedad no controlada puesto que un tercio de la población mundial (2.000 millones de personas aproximadamente) está infectada por el bacilo tuberculoso. De esta enorme población, un 10 por ciento desarrollará la enfermedad a lo largo de su vida, manteniéndose así la cadena de transmisión epidemiológica de esta terrible plaga", añade Gallardo. Según la OMS, cada año se producen en el mundo unos 8 millones de nuevos casos, que causan tres millones de muertes.
Según el doctor Gallardo "en España no somos ajenos ni mucho menos a este importante problema de Salud Pública". España se encuentra a la cabeza, junto con Portugal y Grecia, en número de casos tanto de infección como de enfermedad tuberculosa, muy por encima del resto de países de nuestro entorno. Para Gallardo "existe el agravante de que, además, se da una infradeclaración de casos (en torno al 40 por ciento), y ello pese a que se dispone de una de las infraestructuras sanitarias y red hospitalaria mejor dotadas de Europa y de que los tratamientos empleados son gratuitos en el sistema de salud pública".
Se estima que en España aparecen cada año de 11.000 a 15.000 nuevos casos de tuberbculosis, lo que equivale a una media de 27-30 casos nuevos anuales por cada 100.000 habitantes, de los cuales alrededor del 60 por ciento son bacilíferos, es decir contagiosos, situando a España en el segundo lugar de la Unión Europea en número de contagios, detrás de Portugal.
Las cifras de tuberculosis españolas son mucho mayores que en los países de similares indicadores sanitarios y nivel de desarrollo. donde la media se sitúa entorno a los 10 casos por 100.000 habitantes.