E.P. Madrid.- Entre el 30 y el 44 por ciento de las mujeres que acuden a
los centros de salud sufren situaciones de maltrato doméstico, según
afirmó Pilar Blanco, médico de familia de la Asociación para la Defensa
de la Sanidad Pública de Madrid y co-autora del libro 'La prevención y
detección de la violencia contra las mujeres desde la Atención Primaria
de Salud', que se ha presentado en Madrid.
Según explicó, las mujeres maltratadas acuden con mayor frecuencia a
las consultas de Atención Primaria (AP), lo que convierte a los centros de
salud en 'lugares privilegiados para la detección precoz y abordaje de la
violencia doméstica' y hace necesario proporcionar a los médicos
formación específica para llevar a cabo esta tarea.
'Es necesario que haya un plan de formación que llegue a los
profesionales sanitarios' para que sean capaces de 'ver lo que hay
detrás de síntomas' a menudo poco específicos y de difícil diagnóstico,
explicó Pilar Blanco.
En este sentido, recordó que la violencia tiene importantes
repercusiones en la salud y el bienestar de las mujeres no sólo físicas
-mayor vulnerabilidad a la enfermedad, lesiones, alteraciones
ginecológicas y reproductivas-, sino también, y con igual o más
importancia, psíquicas, tales como ansiedad, depresión, deterioro de la
autoestima, abuso del tabaco, alcohol y tranquilizantes, e incluso,
suicidio. Según el libro, los síntomas de sufrimiento mental son 'seis
veces más frecuentes en mujeres maltratadas'.
Por otra parte, la asistencia más frecuente al médico de este colectivo se
debe también a que este entorno es a menudo el que más favorece la
confesión de este tipo de problemas. De ahí la importancia de que el
facultativo tenga formación adecuada para detectarlos, no sólo en función
de los síntomas, sino sobre todo mediante la escucha 'abierta, sin
interrupciones ni juicios' del relato de la maltratada, para lo que es
'imprescindible una entrevista y valoración psicosocial', añade la obra.
Más interés de los médicos
En este punto, Raquel Millán, trabajadora social del Área 10 del Imsalud y
co-autora del libro, criticó el insuficiente interés de los profesionales
sanitarios respecto a formarse en esta materia, 'sobre todo entre los
hombres'. 'Tienen otras prioridades', aseguró, lamentando que no estén
concienciados del importante papel que juegan también para derivar los
casos de maltrato a los servicios sociales.
En opinión de estos expertos, además de formación específica, para
abordar estos casos los médicos necesitan recursos suficientes, tiempo
no inferior a quince minutos por paciente y mayor sensibilización. 'A
pesar de los obstáculos y dificultades que podamos encontrarnos
debemos seguir favoreciendo espacios y abriendo ventanas a vidas y
situaciones viciadas por el silencio, por la ignorancia, y sobre todo, por la
falta de afecto', animó Millán.
Asimismo, quiso enviar un 'mensaje alentador' a las mujeres que sufren
estas situaciones, asegurándoles que 'siempre es posible cambiar', y
que aunque el proceso no es fácil ni rápido, 'merece la pena' en todos
los casos.
Por su parte, la directora general de la Mujer, Asunción Miura, destacó el
'avance' registrado los últimos años en sensibilización social y
profesional en relación al problema de la violencia contra las mujeres
durante su participación en la presentación del libro. No obstante,
reconoció que se trata aún de un 'problema que todavía no tiene la
respuesta adecuada' porque las medidas tomadas para ello son aún
muy recientes y porque aún falta mayor concienciación al respecto.
Al hilo de este objetivo, Blanco recordó que 'la violencia es un importante
problema de salud pública' que afecta a una de cada cuatro mujeres en
el mundo y que en su vertiente doméstica es la que se cobra más vidas
en términos internacionales, por encima de otras como la terrorista.