El 25% de la población laboral de la Unión Europea padece alguno de los síndromes que afectan a la salud mental de los trabajadores: estrés, acoso moral ('mobbing'), fatiga mental o estar quemado ('burn out'), y que son ocasionados por las condiciones laborales y psicosociales. Así lo afirman los expertos, quienes advierten que estas patologías van en aumento. Ya suponen la segunda causa de baja laboral por detrás de los trastornos musculoesqueléticos (en bajas prolongadas) y las infecciones virales (en bajas de pocos días), explica Ramona Garcia-Macià, presidenta de la sociedad catalana de seguridad y medicina del trabajo y responsable de prevención de riesgos laborales del Departament de Sanitat de la Generalitat, informa el diario LA VANGUARDIA.
El 57% de los trabajadores dice sufrir algún síntoma de desgaste mental (ansiedad, insomnio...). En casi la mitad de estas personas, la afectación es de patología con trastornos de salud, según Garcia-Macià. Estos trastornos obedecen a condiciones laborales, sociales y a la psicología del trabajador. generan empleados irascibles, desmotivados, con problemas para concentrarse... La tensión deriva en dolores de cabeza, de espalda o torácicos, problemas gastrointestinales, herpes, impotencia y frigidez y cansancio. A la larga, puede causar depresión, ansiedad, hipertensión o conductas obsesivas, antisociales y adicciones.
Steven Poelmans, profesor adjunto de IESE especialista en estrés, señala que ésta es la causa de muchos problemas de salud, sólo que están mal diagnosticados, porque no se da al desgaste psicológico laboral la importancia que tiene. Así, el problema es emergente. 'La epidemia aún está en fase creciente', corrobora Garcia-Macià. Ambos expertos advierten que es un error pensar que el estrés es un problema personal o de dos personas, en el caso del 'mobbing'. Aseguran que el desgaste psíquico del trabajador se convierte en una carga social, pues provoca conflictividad familiar y origina gastos sanitarios y de la Seguridad Social.
Un estudio del Servicio Nacional de Salud de Bélgica mostró que el 10% de las bajas laborales de más de un mes eran por estrés. Sumando úlceras, migrañas, depresiones... concluía que un 35% de las bajas derivaban del desgaste psicológico. Los expertos creen que es un dato generalizable y que puede atribuirse a esta causa una de cada tres bajas.
El malestar psíquico del trabajador va ligado a las actuales condiciones de trabajo y sociales, como las enfermedades musculoesqueléticas obedecían al trabajo físico y mecánico agrícola e industrial. 'El trabajo actual, más en el sector terciario, se basa en el conocimiento. El trabajo físico cesa cuando acaba la jornada, en los trabajos de implicación intelectual o emocional es más difícil desconectar. también ha cambiado la organización del trabajo, los horarios, la exigencia, la complejidad', afirma Ramona Garcia-Macià.
Un estudio de 1998 en el que participó el centro educativo IESE evidenció, por ejemplo, que los directivos españoles declaraban una elevada satisfacción laboral, pero son de los que trabajan más horas, una media de 52 semanales, cuando las directrices europeas juzgan saludable la jornada máxima de 48 horas.
La manera de prevenir el desgaste es reducir desde el principio la tensión, mediante un control organizativo y del propio trabajador de los posibles factores de riesgo. La legislación de muchos países 'en España, la ley de Riesgos Laborales de 1995' incorpora la obligación de velar por el bienestar de los trabajadores. Otra razón para que las empresas cuiden este aspecto es, señala Steven Poelmans, que el estrés reduce la productividad y que un trabajador estresado presta un peor servicio y perjudica el prestigio de la empresa cara a los clientes.
Pero Poelmans reconoce que aún pocos empresarios asumen el problema y 'gestionan el estrés', lo que consiste en analizar los factores de riesgo y prevenirlos. En estos planes de prevención intervienen expertos en ergonomía, en organización del trabajo, psicólogos, etcétera. Las pioneras en esta gestión son las empresas más innovadoras, las del ámbito del conocimiento y las de los países del norte de Europa.
Las compañías suelen empezar a afrontar el problema cuando tienen un caso concreto que resolver, como incidentes con un empleado o absentismo. O, por ejemplo, se han multiplicado las denuncias por 'mobbing'. Poelmans avisa de que el problema no se frena con sanciones, sino con prevención, igual que la solución del estrés no es no trabajar, sino hacerlo en otras condiciones.
Los expertos comparan el problema del desgaste psicológico laboral con el tabaquismo: ha costado concienciar de que el tabaco perjudica la salud, las dificultades para adoptar medidas de prevención y los elevados costes sociales y sanitarios que conlleva. En este sentido, creen que debería enseñarse, incluso desde la infancia o adolescencia, a trabajar implicándose, pero controlando el desgaste emocional y sabiendo relajarse.
Los síndromes
ESTRÉS. Reacción psicofisiológica al desequilibrio entre las exigencias del entorno y la imposibilidad del trabajador de responder de forma constructiva. Afecta al 10% de los trabajadores de todas las categorías. Provoca desesperanza, irritabilidad, desorganización mental, falta de concentración, creatividad, memoria y capacidad decisoria, aislamiento social, insomnio, trastornos psicosomáticos y, si dura, conductas adictivas, depresión, hipertensión...
'MOBBING'. Acoso continuado a una persona con el fin de destruirla psicológica y laboralmente. Afecta al menos al 8-12% de trabajadores. Obedece a envidia o competencia profesional y consiste en asignar a esa persona tareas sin sentido o degradantes, ignorarla, criticarla y dejarla mal en público, agresiones verbales, físicas o sexuales (el acoso sexual es una forma de 'mobbing'). Provoca ansiedad, miedo, pérdida de la autoestima, sentimiento de fracaso, aislamiento, desmotivación, rencor y, si la situación se prolonga, depresiones, adicciones y hasta intentos de suicidio
'BURN OUT'. Agotamiento vital y laboral que sufren los profesionales de trabajos que exigen mayor trato personal e implicación emocional con los clientes: médicos, enfermeras, psicólogos, profesores, asistentes sociales, policías... Afecta hasta al 25% de estos colectivos. Causa angustia, pérdida del control, hostilidad y rechazo del trabajo, confusión, sensación de impotencia, desmotivación, trastornos psicosomáticos e insomnio
FATIGA MENTAL. Agotamiento cognitivo que afecta a quien trabaja con muchos datos, en gestión de riesgos o que debe dar respuestas: controladores aéreos, equipos de emergencias, atención al usuario... Afecta al 5% de estos colectivos. Causa falta de concentración y memoria, lentitud de reacción, insomnio, cambios de humor y molestias visuales y migrañas.