EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- Se calcula que alrededor de un 10-20 por ciento de los pacientes diagnosticados de insuficiencia cardiaca evolucionan a la fase terminal de la enfermedad, según datos extrapolados de pacientes atendidos en hospitales terciarios. Y es que la evolución de la insuficiencia…
EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- Se calcula que alrededor de un 10-20 por ciento de los pacientes diagnosticados de insuficiencia cardiaca evolucionan a la fase terminal de la enfermedad, según datos extrapolados de pacientes atendidos en hospitales terciarios. Y es que la evolución de la insuficiencia cardíaca (IC) es muy variable, de tal modo que mientras que algunos pacientes tienen una buena respuesta al tratamiento médico y permanecen estables, presentando pocas descompensaciones que requieran ingreso hospitalario, otros presentan una progresión rápida a insuficiencia cardiaca terminal.
La atención a estos pacientes aumenta mucho el coste sanitario sobre todo por el gasto hospitalario puesto que suelen precisar ingresos frecuentes y prolongados. Aunque la creación de unidades especializadas ha mejorado el control de la mayoría de pacientes con IC, reduciendo el número de reingresos hospitalarios, se ha avanzado poco en la atención de los pacientes terminales. Éstos presentan disfunción ventricular severa y síntomas en reposo a pesar de la optimización del tratamiento farmacológico y con frecuencia múltiples comorbilidades como insuficiencia renal crónica, anemia y caquexia.
En línea con lo expuesto, está el estudio 'Programa de atención especializada en la insuficiencia cardiaca Terminal. Experiencia piloto de una unidad de insuficiencia cardiaca', cuyos resultados aparecen en la Revista Española de Cardiología, publicación oficial de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Este estudio se realizó con el objetivo de revisar la atención especializada recibida por los pacientes con insuficiencia cardiaca severa terminal en un programa realizado en hospital de día y a domicilio y, por otra, establecer si ello permite reducir los ingresos hospitalarios y las consultas a urgencias y, por tanto, disminuye los costes asociados.
Según ha explicado la autora de dicho estudio, la doctora Eulalia Roig, consultora de Cardiología del Institut Clínic del Tórax del Hospital Clínic de Barcelona, 'la creación de este programa de atención especializada surge como respuesta a una necesidad clínica. En realidad se creó para atender a pacientes con IC terminal con gran dependencia hospitalaria. Estos pacientes presentan descompensaciones frecuentes de la IC, con disnea severa y edemas, requiriendo ingresos hospitalarios de repetición que suelen ser prolongados.
El manejo de estos pacientes no es fácil, puesto que a medida que evoluciona la IC, la optimización del tratamiento farmacológico se vuelve más difícil debido a la aparición de hipotensión arterial e insuficiencia renal que obliga a reducir la dosis de IECAs, BB y diuréticos. Estos pacientes tienen un estrecho margen de tratamiento por lo que deben estar muy bien controlados. en esta situación, las medidas no farmacológicas adquieren gran importancia sobre todo la dieta, que es importante que sea baja en sal, la necesidad de controlar el peso y la adherencia al tratamiento'.
De hecho, gracias a este programa de atención especializada -apunta la doctora Roig-, muchos pacientes con IC terminal pudieron ser dados de alta e, incluso, acortar la hospitalización. La necesidad de la atención a domicilio surgió para intentar reducir las visitas hospitalarias y con ello, mejorar la calidad de vida de estos enfermos.
De hecho, las guías de tratamiento de la IC, tanto de la Sociedad Europea de Cardiología como del American College of Cardiology aconsejan remitir estos pacientes con IC avanzada a un programa de atención especializada. Con ello se consiguen reducir las descompensaciones de la IC, los ingresos hospitalarios y mejorar la calidad de vida de estos pacientes'.
Reducción del coste
y de ingresos hospitalarios
'Los resultados del estudio demuestran que los programas de atención especializada son de gran utilidad en los pacientes con IC terminal, ya que disminuyen la media del número de reingresos y consultas a urgencias, y, además, mejoran la calidad de vida del paciente, al mismo tiempo que se reduce el coste sanitario. Además, la atención a domicilio supone una gran ventaja en pacientes con severa limitación física y edad avanzada, sobre todo al reducir los traslados al hospital, sin que ello suponga un aumento de las complicaciones. En el futuro, deben desarrollarse nuevos programas en los que colaboren de forma integrada la atención primaria y la hospitalaria para conseguir una mejor atención del paciente con IC Terminal', señala la doctora Roig.
Más concretamente, el número de ingresos hospitalarios, de días de ingresos y de consultas a urgencias en el año previo a la inclusión en el programa de atención especializada fueron de 5,7, 53 y 8,3, respectivamente, reduciéndose de forma significativa después de la inclusión a 1,9, 19 y 1,2, respectivamente. La disminución de las hospitalizaciones y las consultas a urgencias se asoció con una reducción del coste sanitario.
Asimismo, en los pacientes incluidos en el Programa atendidos en el Hospital de Día se ahorraron 1.590 euros por paciente, ahorro que ascendió a 4.500 euros cuando en el programa se utilizó la asistencia a domicilio.
La doctora Roig concluye que 'los pacientes con IC terminal deberían ser atendidos en unidades especializadas en IC. Estos pacientes tienen una mortalidad muy alta y consumen muchos recursos sanitarios por lo que deben utilizarse todas las medidas disponibles para mejorar la atención a estos enfermos'.