La reversibilidad de la obstrucción bronquial es una característica del asma, por lo que la prueba broncodilatadora está indicada en aquellos pacientes con sospecha de esta enfermedad. No obstante, una ausencia de reversibilidad significativa no permite descartar el diagnóstico del asma. Medir los cambios de reversibilidad bronquial nos permiten cuantificar el grado de afectación del paciente, subraya el doctor Eladio José Martínez García, facultativo en el Hospital Universitario de San Juan (Alicante).

Con la prueba broncodilatadora se mide la mejoría en un determinado parámetro funcional más allá de la variabilidad biológica espontánea y de la respuesta biológica en sujetos sanos. Aunque lo habitual es medir la respuesta broncodilatadora mediante una espirometría, la reversibilidad también puede ser determinada como una mejoría en el FEV1 tras dos semanas de tratamiento con corticoides orales o tras 2-8 semanas de tratamiento con esteroides inhalados.

El doctor Edilberto Enrique Florez Nisperuza, del Centro de Salud Babel, en Alicante, subraya que la reversibilidad se consigue con cuatro inhalaciones sucesivas de salbutamol o equivalente, con inhaladores presurizados con cámara espaciadora y repetición de la espirometría a los 15 minutos. “Se considerará una respuesta positiva o broncodilatadora significativa si hay un aumento del FEV1 mayor o igual al 12% y mayor o igual a 200 ml respecto del valor basal. Un criterio de broncodilatación alternativa es un aumento del flujo espiratorio máximo (FEM) por encima del 20%”, completa.

La reversibilidad bronquial, si no es tratada, puede llevar a obstrucción permanente y los criterios se basan en el FEV1, asegura la doctora Jéssica del Rocío Pilco Cedeño, médica en el Consultorio Auxiliar El Rincón de Loix, en Benidorm. “Recientes estudios han demostrado que el tratamiento de la inflamación de la mucosa bronquial es la parte más importante del tratamiento del asma”. Por tanto, “los corticoides −de preferencia inhalados− en pacientes con componente alérgico o respuestas a factores extrínsecos o intrínsecos y mixtos, el uso de antihistamínicos es beneficioso”.

Flujo espiratorio máximo

La medición del flujo espiratorio máximo (FEM) nos permite obtener el valor de referencia para el paciente y “constituye una ayuda diagnóstica para establecer los criterios de variabilidad diaria, recomendados para el diagnóstico de asma”, recuerda el doctor Roberto Mario Sastre de la Hoz, médico de Familia en el Centro de Salud Elche Carrús, en Elche (Alicante).

Cuando hay sospecha de síntomas asmáticos como son la tos, sibilancias o dificultad respiratoria se realiza una espirometría basal con prueba broncodilatadora, indica el especialista. “Si los resultados se encuentran en margen de referencia, es decir, una relación FEV1/FVC > 0.7, la obtención de la variabilidad domiciliaria del FEM, mayor al 20% en más de tres días de una semana, en un registro de dos semanas, asociado una buena respuesta al tratamiento instaurado, confirmaría el diagnóstico de asma”, indica.

“Asimismo, el autocontrol en el domicilio del FEM, mediante el estudio de variabilidad diaria, nos da criterios de gravedad y de evaluación a la respuesta a los tratamientos”, añade el doctor Sastre de la Hoz.

Un valor indicativo

A juicio del doctor Luis Bocanegra Seminario, facultativo del Hospital Vega Baja, en Orihuela (Alicante): la variabilidad del flujo espiratorio máximo es un método útil para el diagnóstico del asma ya que “se puede realizar con una herramienta sencilla, el flujómetro espiratorio, que, pese a no sustituye a la espirometría, es muy útil, seguro, objetivo y fácil de transportar. De mucha ayuda en el seguimiento y control de los síntomas de los pacientes”.

Este profesional considera que ayuda a detectar precozmente un empeoramiento de la clínica, a monitorizar el tratamiento, a detectar crisis y realizar el tratamiento urgente y rápido del paciente. El doctor Reynaldo José Sánchez Lizarraga, médico del Centro Salud La Loma, en Torrevieja (Alicante), matiza que la medición del FEM nunca debe sustituir al estudio de la función pulmonar mediante espirometría para realizar diagnóstico funcional del asma y demostrar la reversibilidad de la obstrucción con prueba broncodilatadora.

“En los casos en los que no se tiene acceso a la espirometría y en asma episódica ocasional con periodos asintomáticos intercrisis, en los que la espirometría es normal y la prueba broncodilatadora es negativa, es cuando puede estar indicado el seguimiento del FEM que nos puede ayudar a establecer el diagnóstico y el seguimiento del paciente”, argumenta. “Este valor, como porcentaje del mejor valor personal o del predicho, se puede considerar indicativo de obstrucción bronquial. Se considera que un descenso del FEM respecto al mejor valor personal o del predicho superior al 20%, indica la existencia de obstrucción de la vía aérea”.

Diferencias entre EPOC y asma

Siendo el asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) las dos enfermedades más prevalentes del aparato respiratorio, estas son diferentes en cuanto a fisiopatología, factores de riesgo, respuesta al tratamiento o pronóstico.

Del mismo modo, aunque en ambas las pruebas del estudio de la función pulmonar son esenciales, “la espirometría forzada constituye la prueba imprescindible para el diagnóstico de la EPOC, ya que la gravedad y el pronóstico se objetivan por la evolución y el valor del FEV1 y la relación FEV1/CVF, en el asma estos parámetros pueden ser normales”, asegura el doctor Bocanegra.

La variabilidad de los síntomas en el asma fluctúan a lo largo del día y esto puede ser objetivado por la medida del flujo espiratorio máximo (FEM). “En los pacientes asmáticos, la reversibilidad de la obstrucción bronquial con broncodilatadores o con tratamientos antiinflamatorios es significativa, no siendo así en la mayoría de los pacientes con EPOC”, agrega el especialista.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores: Antonio Tafalla Martín, Edilberto Enrique Flórez Nisperuza, Eladio José Martínez García, Luis Bocanegra Seminario, Reynaldo Sánchez Lizarraga, Roberto Mario Sastre de la Hoz, Jéssica del Rocío Pilco Cedeño, Luisa Fernanda Martínez Bustos y Yazmin Alexandra Gratereaux Baez.