fibrobalstos están implicados en la cicatrización de las heridas como iniciadores del proceso, y en este estudio se compara el cáncer como una herida que no acaba de ser cu
24 de agosto 2011. 3:55 pm
E.P.- Investigadores de la Universidad de Stanford (EE.UU.) han examinado el perfil de expresión genética de los fibroblastos en respuesta al suero en cultivo celular, un proceso que comparte ciertas características con la curación de las heridas. Sus conclusiones se publican ahora en la última…
E.P.- Investigadores de la Universidad de Stanford (EE.UU.) han examinado el perfil de expresión genética de los fibroblastos en respuesta al suero en cultivo celular, un proceso que comparte ciertas características con la curación de las heridas. Sus conclusiones se publican ahora en la última edición de la revista Public Library of Science Biology, PloS Biology.
Los fibroblastos están involucrados en la cicatrización de las heridas y se cree que es un iniciador principal de la reacción de curación de heridas. El estudio pretende dar respuesta a ciertas hipótesis que indican que el cáncer viene a ser como una herida que no sana, aportando datos sobre este proceso que puede revelar claves importantes sobre la progresión de la enfermedad.
Pese a que los fibroblastos de las distintas partes del cuerpo difieren en sus propiedades y perfiles de expresión genética, los autores del presente estudio observan que comparten un patrón de expresión común en respuesta al suero sanguíneo. A partir de este perfil de expresión, los científicos identificaron un grupo de genes 'una firma genética' asociada con la reacción al suero.
Dado que muchos de los genes se sabe que está involucrados en procesos de curación de heridas, como los relacionados con el remodelado de la matriz, la motilidad celular y la angiogénesis, los autores del presente trabajo emplearon estos como marcadores para medir hasta qué punto los tumores pueden ser como las heridas.
Al comparar la firma genética de la herida con la expresión de perfiles de varias muestras de tumores cancerígenos, vieron que estaban siempre presentes en ciertos cánceres como los de próstata y los carcinomas de las células hepáticas y se daba de forma variable en otras, como los carcinomas de mama, pulmón y gástrico.
En cada unos de estos últimos tres tipos de tumores, los pacientes con tumores portadores de esta señal genética parecida a las heridas, que se activa por el suero, registraban un riesgo significativamente aumentado de metástasis y muerte, comparados con los pacientes con tumores que carecían de las misma.