Redacción, Madrid.- El Comité Intersectorial de Dirección del Plan de Prevención y Control del Tabaquismo 2003-2007 ha acordado elevar al Comité Ejecutivo de dicho Plan la creación de un grupo de trabajo que elabore, antes de que finalice este año, una estrategia operativa para la asistencia a fumadores. Esto se traducirá, según fuentes del Ministerio de Sanidad, en un programa completo que formará parte de la cartera de servicios de Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud. Dicho programa "priorizará acciones y grupos de población" que paulatinamente se "beneficiarán de estos programas, sistematizando las actividades más coste-efectivas".
El Comité Intersectorial de Dirección del Plan de Prevención y Control del Tabaquismo se ha reunido para analizar el informe preliminar "Evaluación de la eficacia, efectividad y coste-efectividad de los distintos abordajes terapéuticos para dejar de fumar" realizado por la Agencia de Evaluación de las Tecnologías Sanitarias, del que se desprende la idoneidad de implantar como una actividad rutinaria de los servicios de Atención Primaria que la historia clínica de cada paciente recoja la condición de fumador y que éste reciba el oportuno consejo médico para dejar de fumar.
Asimismo, en esta reunión -la segunda que se celebra desde la constitución del Comité el pasado mes de mayo- se ha acordado también promover acuerdos con otros departamentos ministeriales. Así, por ejemplo, está previsto firmar un convenio con el Instituto de la Mujer para desarrollar cursos de formación y campañas preventivas entre un colectivo cuyo consumo de tabaco ha aumentado considerablemente en los últimos años; con la Federación Española de Municipios y Provincias, y con el Ministerio de Educación y Cultura, en este caso para llevar a cabo programas de prevención entre los escolares.
Otra de las conclusiones que recoge el informe, según informa la Administración sanitaria en un comunicado, es que el apoyo y facilitar el abandono del tabaco a población general fumadora y a grupos de alto riesgo constituye una de las líneas prioritarias de acción dentro de una estrategia eficaz de control del tabaquismo y reducción del impacto sobre la salud de este factor de riesgo. Además, el incremento del número de ex-fumadores en la población general puede contribuir, a su vez, a impulsar y apoyar los esfuerzos de prevención de tabaquismo dirigidos a la población infantil y adolescente.
El informe se basa en una revisión bibliográfica sistemática y exhaustiva sobre todos aquellos trabajos existentes en la literatura científica que analizan los distintos métodos terapéuticos disponibles para lograr la deshabituación tabáquica.
De manera paralela, el trabajo de la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETS) incluye información sobre las distintas estrategias de apoyo asistencial para dejar de fumar implantadas en cada una de las Comunidades Autónomas españolas, a fin de establecer la situación actual en nuestro país. Esta información ha sido recogida a través de un cuestionario elaborado por la AETS y por la Subdirección de Promoción de la Salud y Epidemiología de la Dirección General de Salud Pública .
La idea de base es que los fumadores que desean dejar de fumar deberían poder acceder al tratamiento más adecuado a sus necesidades y características individuales.
Tratamiento farmacológico
Según este trabajo, el tratamiento farmacológico (fundamentalmente la terapia sustitutiva de nicotina y el bupropión) es considerado como un complemento del apoyo motivacional, especialmente útil en las primeras fases de la intervención para afrontar los síntomas de abstinencia y el deseo de fumar. Sin embargo, es necesario disponer de información de calidad sobre la efectividad a medio y largo plazo (mantenimiento de abstinencia en periodos superiores a 1 año). En este sentido, será de gran utilidad la evidencia proporcionada en el análisis de los resultados del programa de servicios de tratamiento implantado en otros países, evidencia que estará disponible en el futuro inmediato.
Por otro lado, el trabajo establece la pertinencia de establecer prioridades en el acceso a las intervenciones más intensivas, especialmente para los fumadores con alta dependencia, graves problemas de salud y alto riesgo (con enfermedades debidas o agravadas por el tabaquismo, mujeres embarazadas…), que no han logrado dejar de fumar con intervenciones de nivel inferior de intensidad. Estos fumadores pueden beneficiarse de tratamientos intensivos en grupos de apoyo ofrecidos desde la Atención Primaria o en unidades especializadas.
Otro grupo prioritario para la intervención de apoyo a la deshabituación tabáquica son los profesionales sanitarios, dada su responsabilidad en el ofrecimiento de apoyo asistencial a los fumadores y su carácter modélico.