Demonizado por unos, aprovechado por otros. Sea como fuere, el cannabis está en boca de todos. En plena cruzada del Ministerio del Interior contra la apología y consumo de esta droga, que empezará con la prohibición de comercializar las semillas, Catalunya está a punto de ensayar el uso terapéutico de un derivado en enfermos de esclerosis múltiple, según recoge en su edición del lunes, 28 de julio, el diario EL PERIÓDICO DE CATALUÑA.

La Generalitat ultima los trámites necesarios para presentar una propuesta ante la Agencia Española del Medicamento que le permita ensayar cómo puede actuar un fármaco compuesto por un derivado del cannabis en los pacientes aquejados de esclerosis múltiple, según anunció el director general de Recursos Sanitarios, Eugeni Sedano.

Precedente en el cáncer

El Gobierno catalán abrió hace dos años negociaciones con el Ministerio de Sanidad para autorizar el Nabilone, un fármaco derivado del cannabis que se utiliza para aliviar las náuseas que provoca la quimioterapia en enfermos de cáncer. El fármaco se importa de Gran Bretaña.

Ahora, el Gobierno catalán pretende salvar idénticas trabas administrativas con el objetivo de aplicar la misma fórmula en el caso de la esclerosis múltiple. El derivado del cannabis "podría jugar algún papel" a la hora de "tratar la rigidez muscular que provoca la esclerosis múltiple, conocida como espasticidad", explicó Dolors Capellà, profesora de Farmacología de la Universitat Autònoma de Barcelona. Se ha establecido contacto con el laboratorio Celltech Pharma, con sede en Gran Bretaña, que "estudia" la posibilidad de aceptar y financiar el ensayo.

"Desinformación y engaño"

Sin embargo, el delegado del gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, que ha participado en el encuentro Las drogas de uso recreativo, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, aportó otra perspectiva al debate.

Calificó la defensa del uso terapéutico del cannabis como una estrategia de "desinformación y engaño". En este sentido, tras recalcar que el Gobierno financia investigaciones sobre el potencial médico de los cannabinoides, recordó que, "aunque la morfina o la codeína son sustancias que vienen del mismo derivado opiáceo que la heroína, nadie confunde la morfina con la heroína". Pese a todo apostilló que sólo se autoriza "un medicamento cuando los efectos terapéuticos son muy superiores a los secundarios" y puso el ejemplo del MDMA –la base del éxtasis– que durante un tiempo se estudió en el campo de la psiquiatría pero se desechó al descubrir que sus efectos para la salud eran inferiores a los secundarios.

Robles, asumiendo el objetivo de atajar de raíz el aumento del consumo de cannabis, anunció que el Gobierno prohibirá la venta de semillas de esta droga. Abogó por cambiar la regulación general sobre el cannabis, y aseguró que las semillas "son equiparables a las sustancias legales que no son perjudiciales para la salud pero imprescindibles para realizar el éxtasis o para transformar la hoja de la coca en cocaína".