Redacción. Madrid.- Las células de las personas sometidas a diálisis sufren un proceso de apoptosis al ponerse en contacto con los dializadores, que hace que estas células se activen a un ritmo más acelerado y envejezcan prematuramente. Así concluye una línea de investigación, que se abrió en 1993, desarrollada por investigadores del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba sobre la respuesta celular en personas sometidas a diálisis frente a los dializadores. Los resultados se han publicado en revistas especializadas como Nefrología, Nephron, Kidney Int y Nephron Dial Transplant.
Este envejecimiento prematuro, explica la doctora e investigadora del Reina Sofía Julia Carracedo, se traduce en una 'mala función de las células al no reaccionar a los estímulos como se esperaba', algo que también provoca la secreción de citoquinas proinflamatorias, unas moléculas que no deberían expresarse en condiciones normales.
Así es como Carracedo justifica el 'interés por estudiar adecuadamente la función de los dializadores', con el fin de que el proceso de diálisis se parezca lo más posible a la función que realizan normalmente los riñones de las personas sanas.
Estos trabajos experimentales contribuyen a la mejora continua de las membranas que, en estos momentos, son casi imperceptibles por la sangre, para así disminuir y, en la medida de lo posible, evitar las complicaciones que padecen los pacientes.
En este sentido, el doctor Alejandro Martín Malo explicó que los enfermos que se someten a diálisis tres veces por semana presentan una mayor tasa de complicaciones cardiovasculares e infecciones que la población en general y estas alteraciones patológicas se han atribuido a la respuesta anómala de las células del paciente urémico cuando se pone en contacto con la superficie de la membrana de los dializadores, que puede tener graves repercusiones clínicas, tanto a corto como a largo plazo.
En la actualidad, los dializadores se elaboran con diferentes tipos de materiales que cada vez son más biocompatibles. El objetivo final es conseguir que 'la sangre no distinga si está pasando por un vaso sanguíneo o por un dializador' para evitar esta respuesta de las células y enlentecer su envejecimiento, disminuyendo la mortalidad y mejorando la calidad de vida de los pacientes con Insuficiencia Renal Crónica (IRC).