Redacción, Huesca.-Los centros de Atención Primaria del Servicio Aragonés de Salud (SALUD) serán los encargados de administrar el tratamiento anticoagulante a sus pacientes a partir de este año 2003. Actualmente, SALUD trabaja en la dotación de los centros de AP del instrumental necesario para llevar…
Redacción, Huesca.-Los centros de Atención Primaria del Servicio Aragonés de Salud (SALUD) serán los encargados de administrar el tratamiento anticoagulante a sus pacientes a partir de este año 2003. Actualmente, SALUD trabaja en la dotación de los centros de AP del instrumental necesario para llevar a cabo el control de estos enfermos, así como en la elaboración de un protocolo que defina los criterios de inclusión al tratamiento en este nivel asistencial. Así lo explicó la doctora Maria Victoria Fustero, médico general del centro de salud de Cariñena e integrante del equipo que está elaborando dicho protocolo, quien añadía que 'una vez solventados estos dos pasos previos, la anticoagulación oral pasará a manos de la Atención Primaria'.
Transferir la responsabilidad de administrar tratamiento anticoagulante a los médicos generales surge, en opinión de esta experta, como consecuencia del proceso de transferencias sanitarias y responde a un intento de mejorar la accesibilidad del paciente a este tipo de terapia. 'Las personas que requieren tratamiento anticoagulante son muy dependientes del sistema. Acostumbran a ser personas mayores que, hasta el momento, han tenido que desplazarse hasta el servicio de hematología de su hospital para recibir terapia y, en la mayoría de los casos, dependen de terceras personas para acudir al hospital', señala Fustero. Además, 'el control de la anticoagulación requiere análisis de laboratorio aproximadamente cada 3 ó 4 semanas y, en los casos más graves, cada semana, algo que, a fin de cuentas, resulta una carga para los pacientes', añade.
El inminente traspaso a la Atención Primaria y el hecho que el sector hospitalario aragonés se haya ocupado, hasta la actualidad, de controlar a estos enfermos, ha propiciado una necesidad emergente de formación entre los médicos generales. Para suplir esta necesidad, la Sociedad Aragonesa de Medicina General ha incluido, en el programa de su III Congreso Interautonómico, celebrado en Formigal (Huesca), un taller sobre anticoagulación oral en el que se han ofrecido las claves para manejar el instrumental y el paciente con tratamiento anticoagulante. 'A diferencia de otras comunidades autónomas, como el País Vasco o Cataluña 'comunidades que, a la vez, llevan años autogestionando sus competencias sanitarias-, en Aragón existen sólo dos centros de AP con experiencia en tratamiento anticoagulante: el centro de salud La Luna y el de Actur Sur. El resto son experiencias aisladas llevadas a cabo por iniciativa de los propios profesionales', aseguró la doctora Fustero.
Tratamiento y criterios de inclusión en AP
Los pacientes que habitualmente requieren tratamiento anticoagulante son 'todos aquellos que sufren patologías susceptibles de generar riesgo de trombosis', señaló Maria Victoria Fustero. Entre estas enfermedades, la que está más directamente relacionada, según los expertos, es la fibrilación auricular, una patología que afecta en España al 10 por ciento de las personas mayores de 65 años 'y cuya prevalencia aumenta progresivamente con la edad', subraya la experta. El tratamiento anticoagulante está orientado tanto a prevenir posibles trombosis como a evitar recidivas en pacientes que las hayan sufrido con anterioridad.
El control de la terapia desde la Atención Primaria se llevaría a cabo, como contempla el protocolo de aplicación, en todos aquellos pacientes que así lo soliciten mediante la firma de consentimiento, o bien expresando dicho consentimiento de palabra, y lleven como mínimo seis meses de tratamiento previo. 'Se establece el mínimo de seis meses porque existe una gran variabilidad individual y las dosis pueden variar de 7 mg/semana hasta 50 mg/semana. Una vez conseguida la dosis adecuada, el médico general puede realizar el adecuado control del paciente', concluyó Fustero.