Redacción, Madrid.- La Sociedad Española de Nefrología (SEN) acaba de finalizar la prueba piloto del estudio epidemiológico EPIRCE, que trata de conocer las cifras de insuficiencia renal escondida entre la población española mayor de 20 años. Como ya informó EL MEDICO INTERACTIVO (ver archivo) en julio de 2004, la SEN firmó un convenio con el Ministerio de Sanidad y Consumo para elaborar este estudio, cuyo objetivo radica en tratar de demostrar la necesidad de introducir entre los datos del laboratorio, un parámetro, que sin necesidad de la recogida de la orina, introduzca los factores de edad, sexo y peso, y a través de él, determinar la función renal estimada.

De este modo, en las consultas de Atención Primaria y Especializada, ante un paciente que presenta creatininas séricas prácticamente normales, se podrá conocer que su filtrado glomerular puede ser incluso inferior a 30 ml/minuto y considerar un más frecuente seguimiento en el momento en que se introducen determinados fármacos, o se indican exploraciones invasivas.

La primera fase del Estudio EPIRCE, con la prueba piloto en Orense, fue iniciada en septiembre, también de 2004, por el doctor Alfonso Otero, jefe del Servicio de Nefrología del Complejo Hospitalario de Ourense y coordinador del referido Estudio, ya que, según sus palabras, "la realización del piloto resultaba de vital importancia pues nos está orientando sobre posibles mejoras en la logística de citaciones del estudio".

En función de los datos que posee el doctor Otero, "es posible que la tasa de enfermedad renal oculta (función renal &lt. 60 ml/min) sea aproximadamente del 13 por ciento de la población, pero en grado IV (función renal entre 15-30 ml/min) es del 0,7 por ciento, lo que supone que, por ejemplo, en Galicia pueda haber en este momento 21.000 personas con este grado de insuficiencia ,ademas, que no lo sepan". A partir de este mes de enero se introducirán los ajustes que se consideren necesarios en los procedimientos de trabajo para la realización general del estudio en todo el Estado español, según ha afirmado este experto.

Falta de conocimiento

"Para poder planificar una atención sanitaria es incuestionable que se precisa conocer las cifras de aquello que queremos estructurar", según ha explicado, por su parte, el doctor Ángel Luis Martín de Francisco, presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) y profesor titular de Nefrología de la Universidad de Cantabria.

Concretamente, y en el caso de una enfermedad como la insuficiencia renal, hasta el momento se desconoce el número de pacientes españoles que tienen una función renal por debajo del 50 por ciento de lo normal, tal como se remarca desde la SEN. El presidente de esta Sociedad Científica ha asegurado al respecto que "La Sociedad Española de Nefrología también desconoce estos datos. Y lo primero que debemos de preguntarnos, es porqué, en el año 2003, no se estudió este importante aspecto que condiciona un sinfín de patologías asociadas así como una inmensa cantidad de interacciones farmacológicas".

Así, en un estudio anterior, realizado en el Hospital de Valdecilla en Santander, se observó que en el grupo de mujeres con una creatinina normal, el 22 por ciento (60-70 años), 35 por ciento (70-80 años) y 57 por ciento (mayores 80 años), tenían valores de función renal inferiores al 50 por ciento. En el grupo de los varones, el 11 por ciento (70-80 años) y el 33 por ciento (mayores 80 años), tenían también reducción de esta función renal por debajo de la mitad de lo normal. Tras los datos obtenidos en este estudio, se ha podido observar que con valores de creatinina sérica normales existe una población con insuficiencia renal escondida, que afecta, fundamentalmente, a pacientes mayores y especialmente a mujeres.

Considerando las cifras anteriormente mencionadas, se podría calcular que en España existen cerca de dos millones de personas con una función renal por debajo del 50 por ciento. Esto significa que muchos de estos pacientes, tienen asociados a la insuficiencia renal desconocida, aspectos cardiovasculares secundarios a la presencia de hipertensión arterial, anemia secundaria al déficit de Eritropoyetina, y daño en la pared vascular asociado a la presencia de oxidación e inflamación.

"Y no solamente esto, sino que su equilibrio renal inestable, se ve sometido en muchas ocasiones a la interferencia producida por la administración de fármacos que modifican ese equilibrio (antiinflamatorios, analgésicos, antihipertensivos,…), sin que en su indicación haya sido considerada la existencia de esta insuficiencia renal tan importante", resalta el doctor Martín de Franscisco.

Estudio de la función renal

Como es conocido, las enfermedades renales cursan con frecuencia de forma asintomática, por lo cual, el estudio correcto de la función renal tiene una gran importancia. La medida de la función renal, es decir del filtrado glomerular, se realiza mediante el cálculo del aclaramiento de creatinina, pero con frecuencia existen resultados muy dispares motivados por alteraciones en la recogida de la orina, un método costoso y engorroso para el enfermo. Así, en la clínica diaria, lo habitual es interpretar los valores de la función renal basándose en la creatinina sérica.

Sin embargo, tal y como se explica desde la SEN, la creatinina sérica es un parámetro que no refleja el mismo grado de función renal en todos los pacientes. Y eso afecta especialmente a los pacientes de edad avanzada, en los cuales suele ocurrir una sobreestimación de la función renal cuando se evalúa a través de la creatinina. Aunque la masa muscular a partir de la cual se calcula la creatinina disminuye con la edad a un ritmo aproximadamente igual a la disminución de la función renal, el descenso de ésta no se traduce en una elevación simultánea de la creatinina sérica. En consecuencia, las concentraciones de creatinina no reflejan con exactitud la tasa de filtrado glomerular en el anciano.

"Así pues nos encontramos con que en las consultas de Atención Primaria y Especializada, los médicos estimamos que una creatinina plasmática en el rango normal significa función renal normal, y no consideramos los detalles anteriormente mencionados", apunta el doctor Martín de Francisco.

Para finalizar el doctor Otero señala que "nos queda todo el año 2005 para terminar el Estudio EPIRCE y divulgar los resultados del que creemos es el mayor estudio europeo de Diagnóstico de Salud".