Dos científicos italianos han descubierto un gen relacionado con las
migrañas graves, algo que, dicen, podría abrir el camino para terminar no
sólo con las migrañas sino también con los dolores de cabeza comunes,
informa el diario EL MUNDO.
El genetista Giorgio Casari y el neurocientífico Roberto Marconi, del
Instituto San Raffaele de Milán, dedicaron cuatro años a estudiar el mapa
genético de seis generaciones de familias con problemas de migrañas y
descubrieron que todos tienen un gen en común.
'Hemos descubierto un nuevo gen relacionado a la migraña y esto abre
un camino (...) para nuevos métodos terapéuticos', declaró Casari desde
su oficina en Milán. La investigación sera publicada el próximo martes en
la edición digital de la revista científica 'Nature Genetics'. Localizado en el
cromosoma 1 -uno de los cromosomas mas estudiados del cuerpo
humano-, el gen ATP1A2 provoca el mal funcionamiento del bombeo que
lleva sodio y potasio por las células, dijeron los cientmficos. En lugar de
tener forma poligonal, como las sanas, las células mutantes son
redondas y están hinchadas, provocando el dolor, destellos de luz y la
sensación de cosquilleo en la cabeza que debilita a los que sufren de
migrañas severas.
Nuevos medicamentos en camino
'El cromosoma ha sido tan estudiado que no sera difícil, o no llevará
mucho tiempo, encontrar una terapia', aseguró Casari. Mientras que las
pastillas que se usan actualmente para los dolores de cabeza tienden a
disminuir el dolor pero no anulan la causa, al tratar la falta de bombeo se
podría eliminar el problema de raíz, aliviando no sólo a los que sufren las
migrañas fuertes, sino también a los que sienten dolores de cabeza
comunes.
'Una forma más tenue de la mutación podrma ser la causa de un dolor
de cabeza mas leve', agregó Marconi. Cientos de pacientes tratados en
los exámenes ya se han ofrecido para participar en la próxima serie de
investigaciones que analizarán si el mismo gen también es responsable
de los dolores de cabeza más leves, dijeron los científicos.
Casari y Marconi están listos para trabajar con los fabricantes de
medicinas, con el fin de encontrar un tratamiento para corregir la falta de
bombeo. Según los investigadores, el medicamento adecuado ya podría
estar disponible, pero los tratamientos existentes necesitan ser
probados para ver si son apropiados.
Casari dijo que la investigación tuvo un presupuesto de alrededor de
100.000 euros (106.600 dólares), una cifra insignificante comparada con
los fondos que tienen a su disposición sus colegas en Estados Unidos y
Gran Bretaña.