Las células madre del cerebro, cuando son trasplantadas, no causan la reacción del sistema de inmunidad, según la última edición de la revista ‘Stem Cells’. El hallazgo promete beneficios para los pacientes que necesiten un trasplante, informa el diario EL MUNDO.

Por primera vez los científicos de la Universidad de Harvard y del Hospital de Niños en Orange, California (EEUU), probaron que esas células son "invisibles" para el sistema inmunológico del organismo.

"Estas conclusiones son muy interesante", dijo Michael Young, autor principal del estudio y científico del Instituto Schepens de Investigación Ocular, el mayor instituto mundial de investigación de los ojos, y afiliado con la Facultad de Medicina de Harvard.

"Aunque sospechábamos que las células madre del cerebro podían tener esta protección, ésta es la primera prueba documentada", añadió Young en el trabajo publicado por Stem Cells.

Las células madre tienen un gran valor para la medicina porque tienen la capacidad de desarrollarse para cualquier tipo de tejido, como los músculos o los huesos o en diferentes órganos. El trasplante de estas células promete cura para afecciones graves.

Aunque todos los seres humanos tienen células madre, su utilización es objeto de polémica porque las más convenientes se obtienen del tejido de los embriones.

Células que no atacan

El estudio, en el que colaboraron científicos del Programa de Investigación de Células Madres en el hospital de Orange, indicó que el uso de células madre del sistema nervioso central en trasplantes para enfermedades del ojo, el cerebro y la médula espinal puede eliminar la necesidad de "tipaje" o selección del tejido con las células más adecuadas antes de la operación, y de fármacos que supriman el rechazo del sistema inmunológico después del trasplante.

El artículo en ‘Stem Cells’ señala que hay sitios en el cuerpo que no atacan los tejidos foráneos porque hacerlo sería autodestructivo en grado mayor.

Por ejemplo, en el ojo un ataque total del sistema inmunológico causaría una inflamación que destruiría tejidos delicados y, con ello, la visión.

Estas partes del cuerpo, que los científicos llaman "privilegiados de inmunidad", incluyen el ojo, el cerebro, el sistema digestivo y el sistema de reproducción.

En investigaciones anteriores, Young había encontrado que las células madre cerebrales y retinales trasplantadas en los ojos de ratones y ratas de laboratorio parecían sobrevivir más tiempo y se integraban más fácilmente en las retinas dañadas que otras células.

Y supuso que estas células madre neurales podrían ser privilegiadas de inmunidad.

Investigación en ratones

Para los experimentos Young y sus colegas eligieron una parte del cuerpo que siempre rechaza el tejido trasplantado si no se hace la tipificación previa y se usan inmunosupresores, la cápsula renal o bolsa que envuelve el riñón.

Los investigadores tomaron células madre de cerebros de ratón verde (ratones en los cuales se ha insertado el gen de proteína verde de medusas) y las colocaron debajo de la cápsula renal de ratones normales.

Después de cuatro semanas el examen de los ratones que recibieron el trasplante mostró que las células madre no habían sido rechazadas en alguno de ellos y que, de hecho habían crecido como tejido neural.