Redacción, Barcelona 'El 70 por ciento de los más de 14 millones de defunciones en niños menores de 5 años podría evitarse mediante la administración de vacunas, según aseguran los expertos. Y pese a que el 95 por de estas muertes se producen en países de baja renta, no sólo se trata de un problema de estas regiones, si no que afecta a todos los países, según han subrayado los expertos del comité organizador del II Simposio Intercongresos de la Asociación Española de Vacunología (AEV), que se celebra a partir de mañana en Barcelona.
Tal como ha destacado el doctor José María Corretger, presidente del comité organizador del simposio y vocal de la Asociación Española de Vacunología (AEV), al hilo de estos datos, 'es preciso vacunar correctamente tanto a nivel individual como colectivo, no sólo para proteger a los niños y adultos vacunados, sino como un método de prevención ante la posibilidad de que surjan brotes de enfermedades y como vía de eliminación de aquellas infecciones que pueden ser erradicadas mediante la vacunación'.
En este sentido, son diversas las circunstancias en las que se debe o puede establecer un sistema de rescate o de catch-up, es decir, de corrección de determinadas condiciones de vacunación que implican deficiencias en esta parcela. Algunos de estos casos, según enumeran los especialistas, se refieren a cuando se introduce una nueva vacuna en el calendario, cambia la edad recomendada para la administración de una dosis de vacuna, se detecta una disminución de la eficacia de una vacuna o cepa concreta que determina la necesidad de revacunación, se detecta un descenso de la protección frente a una enfermedad en una cohorte determinada, por un brote de enfermedad, o en circunstancias de baja accesibilidad de la población diana a los servicios de vacunación.
'En definitiva, la inmunidad colectiva es fundamental, pues gracias a ella es posible plantear el control de las enfermedades prevenibles por vacunación', afirma el doctor Corretger.
Comunidades de riesgo elevado
Los expertos dan especial importancia a las denominadas 'comunidades de riesgo elevado', aquellos grupos característicos de población que por tener bajas coberturas vacunales escapan a la protección que proporciona la inmunidad de grupo y, por lo tanto, representan un riesgo de reaparición de enfermedades en proceso de erradicación como sarampión y poliomielitis o constituyen un reservorio de agentes patógenos como por ejemplo el caso de hepatitis B, contribuyendo así a perpetuar la endemia. Por tanto, su detección y conocimiento, así como el correcto abordaje de las estrategias vacunales son esenciales para obtener elevadas coberturas vacunales en la población general.
Entre los grupos de riesgo más frecuentes en nuestro país, se pueden citar los inmigrantes (dado que en su mayoría proceden de países en desarrollo) y la población marginal cultural y socialmente deprimida (sólo en Cataluña se estima que 105.000 niños viven en la pobreza).
Al respecto, el doctor José María Bayas, del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clinic y de la Universidad de Barcelona, ha insistido en la importancia de la correcta vacunación tanto en los grupos de riesgo como en la población general para lograr los objetivos de erradicación, que en el caso de la poliomelitis y el sarampión, se alcanzarán en un futuro próximo.
En el primer caso, la continua disminución de los países endémicos de poliomelitis 'de 125 países en 1988 a 6 en el año 2003', el importante apoyo a la iniciativa por parte de organizaciones no gubernamentales, y la progresión visible en los países aún endémicos, apuntan hacia la posibilidad de poder interrumpir la transmisión mundial para 2005 y certificar la erradicación mundial del virus para el año 2008.
Respecto al sarampión, a pesar de disponer de una vacuna barata y altamente efectiva, de programas de vacunación sistemática y de estrategias específicas aplicadas en algunos países, el sarampión continúa siendo una importante causa de morbilidad y mortalidad en el mundo. Se calcula que se producen 30 millones de casos anuales de sarampión, que originan aproximadamente un millón de muertes anuales en todo el mundo, fundamentalmente en los países no industrializados, el 85 por ciento de los casos. Se estima que al año se gastan alrededor de 1.500 millones de dólares en la prevención y el tratamiento de esta infección. Y ello cuando el sarampión es una enfermedad potencialmente erradicable.
En relación a ello, la Oficina Regional para Europa de la OMS aprobó un plan estratégico de eliminación del sarampión en 1998, cuyos objetivos generales son reducir la morbi-mortalidad por esta causa y eliminar el sarampión autóctono de Europa para el año 2007.
En España, tras consolidarse el programa de vacunación infantil y el mantenimiento de altas coberturas vacunales, la incidencia del sarampión ha experimentado una gran disminución. Así, durante el año 2003 se notificaron un total de 246 casos. 'Con el mantenimiento de las actuales coberturas vacunales, es bastante probable que si se intensifican los esfuerzos para la captación de la población inmigrante se alcancen los objetivos marcados antes de la fecha prevista', según ha indicado el doctor Bayas.
'A más largo plazo -apunta este especialista-, la erradicación de la rubéola, hepatitis B y de las enfermedades invasoras por Haemophilus influenzae tipo b podría ser también posible'.
Nuevas áreas de investigación
Aunque la inmunización ha jugado un papel muy importante en la reducción de la epidemia de enfermedades infecciosas entre los niños, todavía en la actualidad, millones de niños mueren cada año por infecciones agudas respiratorias o enfermedades diarreicas provocadas por un número limitado de patógenos. Por tanto, el desarrollo de vacunas para estos patógenos se presenta como un reto, así como definir las limitaciones de los mecanismos de defensa inmunológica que limitan la respuesta a las vacunas en los niños muy pequeños.
En este sentido, identificar estrategias de inmunización capaces de superar las limitaciones más importantes de la inmadurez inmunológica de los bebés requiere un mejor entendimiento de los mecanismos inmunológicos desde su base.
Para la doctora Magda Campins, del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Vall d'Hebron y de la Universidad Autónoma de Barcelona, las actuales investigaciones sobre la respuesta a las vacunas en bebés y modelos animales en la inmunización temprana pueden aportar las claves sobre el papel de los linfocitos B y T, de las células antigénicas presentes y los anticuerpos maternos. Asimismo, la inducción de memoria inmunológica es fundamental para el control precoz y a largo plazo de la enfermedad.
'Por otra parte, la capacidad de respuesta inmunológica de los niños prematuros representa otro reto específico que debe resolverse teniendo en cuenta la creciente proporción de recién nacidos que sobreviven a partos cada vez más tempranos', señala la doctora Campins.
Igualmente, otra de las líneas actuales de investigación y que se abordará en este simposio se centra en los ensayos de nuevas vacunas combinadas para niños. Según apunta el doctor Fernando A. Moraga, del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Vall d'Hebrón y de la Universidad Autónoma de Barcelona, alrededor de 200 nuevas vacunas de este tipo se están investigando en la actualidad, estimándose que para el año 2010 estén disponibles hasta 25 vacunas infantiles de estas características.
Según ha señalado este experto, las vacunas combinadas presentan una serie de indudables ventajas: disminuyen el número de inyecciones, permiten aumentar el número de enfermedades a prevenir, favorecen el cumplimiento del calendario vacunal, aumentan la cobertura vacunal, tienen una mejor aceptación por parte de los padres y facilitan la introducción de nuevas vacunas en el calendario, además de contribuir a armonizar los distintos calendarios.
El doctor Moraga ha explicado, por su parte, que las nuevas combinaciones vacunales -debido a las limitaciones que imponen la asociación de diferentes antígenos, por ejemplo entre los componentes sarampión y varicela- es posible que no asocien más de 6-7 antígenos, sino que consistan en formulaciones bi, tri o tetravalentes, que permitan liberar 'espacio' para nuevas vacunas.
Así una vacuna bivalente de Hib (Haemophilus influenzae tipo b) asociada a meningococo C (muy avanzada en su desarrollo) serviría para ser coadministrada con la vacuna pentavalente DTPa(difteria, tétanos y tos ferina acelular)-IPV-VHB, permitiendo su implantación en primovacunación sin aumentar el número de pinchazos y liberando espacio para un nuevo antígeno que podría ser la hepatitis A. Pero, además, supondría el núcleo sobre el que añadir nuevos antígenos para conseguir la llamada 'vacuna de la meningitis', la vacuna Hib + Meningococo C + Neumococo.
Por último, el desarrollo de vacunas neumocócicas 9 y 11-valentes está muy avanzado y se espera su comercialización en un futuro próximo. También en el campo de la meningitis, está próxima la aparición de una vacuna conjugada tetravalente, por lo que 'el futuro de las vacunas combinadas es muy halagüeño, tal como concluye este experto.