El diagnóstico del asma en Atención Primaria (AP), tanto en adultos como en niños, se realiza a partir de episodios compatibles con bronquitis atendidos en centros de salud, atención continuada u hospitales. La doctora Antonia María Garbajosa, del ABS Caterina Cargol en Palamós (Gerona), indica que: “El diagnóstico precoz y la clasificación adecuada de la gravedad del asma son esenciales para un manejo efectivo y la prevención de exacerbaciones futuras”.
Es fundamental clasificar la gravedad del asma y establecer objetivos tanto para el episodio actual como para el futuro mediante citas programadas y acordadas con el paciente, añade.
Para el doctor Armando Jurado, del Centro de Salud Muntanya en Marratxí (Baleares), el diagnóstico rápido y la retirada inmediata del sujeto de la exposición al desencadenante son fundamentales tras la aparición de los síntomas de asma. Este diagnóstico inicial suele realizarse en urgencias hospitalarias, en centros de Atención Primaria, o incluso en consultas pediátricas. “La rapidez en el diagnóstico y la intervención temprana son esenciales para el manejo efectivo del asma”, asevera.
La evaluación de laboratorio para la sospecha de asma se centra principalmente en las pruebas de función pulmonar. Aunque otros estudios, como radiografías de tórax, análisis de sangre y pruebas de alergia, son útiles para un fenotipado adicional, no pueden por sí solos confirmar o descartar el diagnóstico de asma.
“La prueba de broncoprovocación, disponible en la mayoría de los laboratorios de pruebas de función pulmonar y en algunas consultas de AP, es una herramienta útil para diagnosticar asma en pacientes con flujo de aire inicial normal”, explica el facultativo. Estas pruebas son generalmente seguras, aunque un FEV1 <60 % o <1,5 L se considera una contraindicación relativa.
Creciente infradiagnóstico
El asma se enfrenta a un doble problema de infradiagnóstico y de supradiagnóstico, destaca la doctora Gaizka Ruiz, del Centro de Salud Zuazo en Barakaldo (Bizkaia). Muchas personas no diagnosticadas no reciben tratamiento, con los riesgos asociados, mientras que otras reciben tratamientos innecesarios. Se estima que casi el 50 % de los pacientes no sigue su medicación, subraya. Según los datos que maneja el doctor Jurado del Consenso de Expertos de 2023, hasta un 30-35 % de los pacientes asmáticos están mal diagnosticados, y entre un 20-70 % de la población (niños, adultos, ancianos) tiene asma sin diagnosticar. “En Atención Primaria, se estima un infradiagnóstico del 54 % y un sobrediagnóstico del 34 %”, destaca.Enfoque integral
Por otro lado, el asma es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias que requiere tratamiento continuo. Los pacientes a menudo abandonan la medicación inhalada cuando mejoran, lo cual es contraproducente, similar a un paciente hipertenso o diabético que deja su tratamiento, apunta la doctora Ruiz. Aunque la mayoría de los casos de asma son alérgicos, hasta el 15 % de los casos en adultos pueden estar relacionados con el entorno laboral. “Mejorar el diagnóstico precoz del asma requiere mayor concienciación entre pacientes y profesionales sanitarios, mejor formación y la creación de unidades multidisciplinares”, sostiene la facultativa. Las Unidades de Asma en España, acreditadas por la SEAIC y la SEPAR, son un ejemplo de este enfoque integral. Estas unidades ofrecen un abordaje actualizado de la enfermedad, con diagnósticos modernos, tratamiento personalizado y personal calificado en investigación y publicaciones científicas.Pruebas diagnósticas
Las principales pruebas diagnósticas de esta enfermedad respiratoria incluyen la clínica, la exploración física y la frecuencia de episodios. También se utilizan la espirometría, pruebas de alergia en casos de síntomas atópicos como eccemas o rinoconjuntivitis estacional. La variabilidad del flujo espiratorio máximo mayor al 20 % o una fracción de óxido nítrico elevada superior a 40 ppb, y los cuestionarios validados como el Test de Control de Asma (ACT) y el Cuestionario de Control del Asma (ACQ), son pruebas también útiles, explica la experta. En cuanto a los síntomas guía, hay que tener en cuenta sibilancias, disnea, tos y opresión torácica, que son variables en tiempo e intensidad, predominando por la noche o madrugada. Pueden ser provocados por desencadenantes como infecciones virales, alérgenos, humo del tabaco, ejercicio y emociones. Las variaciones estacionales y los antecedentes de atopia son factores importantes a considerar. La radiografía de tórax se reserva para casos de sobreinfecciones frecuentes que requieren antibioterapia, con el objetivo principal de descartar bronquiectasias.Criterios de derivación
Adicionalmente, la doctora Ruiz subraya que el proceso de derivación en España es deficiente. Más del 50 % de los pacientes asmáticos nunca han sido visitados por un especialista en Neumología o Alergología, y más del 50 % de las muertes por asma corresponden a pacientes sin un seguimiento adecuado. Son varias las guías de práctica clínica establecen cuándo un paciente con asma debe ser derivado desde Atención Primaria. Dicha derivación depende del grado de implementación de las guías, la cooperación de los actores implicados y el apoyo de la administración sanitaria. El consenso propone derivar pacientes asmáticos desde AP a Atención Especializada (AE) en los siguientes casos:- Confirmación del diagnóstico de asma.
- Investigación de comorbilidades cuando no pueda completarse en AP.
- Asma grave y asma no controlada.
- Situaciones especiales: necesidad de estudio alergológico, sospecha de asma laboral, asma relacionada con el ejercicio y mujeres embarazadas con asma mal controlada.
- Estudio de enfermedades que planteen un diagnóstico diferencial con el asma.
Capacitación de los especialistas de AP
A la hora de realizar un buen diagnóstico, la exploración física es el primer paso buscando descartar otras afecciones, como infecciones respiratorias o EPOC. Es esencial considerar los signos, síntomas, historia clínica y antecedentes familiares del paciente, indica la doctora Natalia Beatriz, del Centro de Salud Palmanova, Mallorca (Baleares). Para evaluar la función pulmonar, se utiliza un espirómetro, disponible en el centro de salud. La formación en el uso de la espirometría es crucial y corresponde tanto a la administración sanitaria como a las sociedades científicas garantizar la capacitación de los profesionales. “Un curso de formación en espirometría es fundamental”, asegura. La especialista también considera esencial que los médicos de AP estén familiarizados con términos y valores clave en la espirometría como:- CVF (Capacidad Vital Forzada): Volumen máximo de aire exhalado tras una inhalación profunda.
- VEF1 (Volumen Espiratorio Forzado en el primer segundo): Aire exhalado en el primer segundo de una espiración forzada.
- VEF1/CVF: Proporción entre VEF1 y CVF. Un valor inferior al 70 % puede indicar obstrucción del flujo de aire.
- Flujo Espiratorio Pico: Velocidad máxima de exhalación durante una espiración forzada, informando sobre la función de las vías respiratorias.
- Volumen Residual: Cantidad de aire que permanece en los pulmones tras una espiración máxima.
Referencias:
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