El Gobierno francés pretende considerar la clonación con fines
reproductivos un «crimen contra la especie humana» en la revisión de la
ley gala de bioética. Este nuevo delito será casi imprescriptible y tendrá
una dimensión de extraterritorialidad. Es decir, permitirá condenar a un
ciudadano francés aunque haya actuado fuera de su país. El francés
Claude Vorilhon, Rael, es el fundador de la secta raeliana que ha
anunciado sin pruebas tres clonaciones humanas en las últimas
semanas, informa el diario EL CORREO DIGITAL.
La clonación humana está sancionada con 20 años de prisión por la ley
de bioética francesa de 1994. Con motivo de la revisión de este texto, a
finales de mes en el Senado, el Gobierno va a reforzar el dispositivo legal
con una nueva incriminación. El crimen contra la especie humana será
incorporado al código penal entre los ataques a la persona y los
crímenes contra la humanidad.
Con el nuevo delito, casi imprescriptible y sin fronteras, «creamos una
represión penal completa y eficaz de la clonación reproductiva», declaró
ayer el ministro de Sanidad, Jean François Mattei. A su juicio, la ley de
1994 era «demasiado débil a la vista de los retos considerables
vinculados a este tema».
Las demás modificaciones principales preconizadas por el Gobierno
afectan a la investigación sobre el embrión y las células madre. Una
enmienda autoriza, de manera derogatoria y transitoria, estas prácticas
cuando permitan avances terapéuticos, a condición de que no exista un
método alternativo de eficacia comparable. Por el contrario, se prohíbe la
clonación terapéutica ya que, según Mattei, conlleva el riesgo de generar
un mercado de óvulos y abre las puertas a la clonación reproductiva.
El ejemplo de España
El ministro desea ampliar el círculo de los donantes vivos a las personas
que prueben una vida en común de al menos dos años con el receptor.
La donación entre vivos «debe tener un carácter subsidiario respecto a la
donación cadavérica», añadió Mattei, quien puso a España como
ejemplo de un país que «consigue perfectamente suministrar los
órganos únicamente a partir de cadáveres».
El proyecto de ley prevé exigir a las parejas no casadas una convivencia
mínima de dos años para acceder a la procreación médicamente
asistida. El Gobierno desea suprimir la posibilidad de que una viuda
tenga un hijo póstumo de su compañero fallecido gracias a esas
técnicas. Mattei reafirmó el principio de que el genoma humano no pueda
ser objeto de patentes.