La pandemia por el COVID-19 expuso el impacto que tienen las enfermedades cardiovasculares, las cuales se han convertido en la primera causa de mortalidad en México.

Al participar en el Seminario Permanente de Medicina y Salud: “Código Infarto”, la ex presidenta del Asociación Nacional de Cardiólogos de México (ANCAM), Gabriela Borrayo Sánchez, habló sobre los factores de riesgo de dichas enfermedades.

La también especialista en cardiología clínica destacó que la pandemia incrementó el riesgo a padecer las enfermedades cardiovasculares y puso en evidencia los riesgos que los mexicanos tienen ante ellas.

Recordó que antes de la pandemia, entre el año 2000 al 2019, ya se observaba un incremento en las muertes por enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, esta tendencia se aceleró tras la pandemia del COVID-19.

En 2020, dijo, sumaron más de 19 millones de muertes a nivel mundial, cantidad que se pronostica crezca 22 por ciento en la próxima década.

“Hacia 2030 habrán más de 22 millones de muertes, lo que significa una tercera parte de todas las muertes que ocurren en el mundo”, lamentó.

Asimismo, señaló que el costo por estas enfermedades es de alrededor de 350 billones de dólares al año, cantidad que para 2035 se va a triplicar.

De acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de enero a agosto de 2020 las enfermedades del corazón provocaron 141 mil 873 decesos en México.

Con lo anterior, se mantienen como la primera causa de mortalidad en el país, lo que motivó a que en 2015 se creara una iniciativa llamada “Código Infarto”.

La transición de este programa fue paulatina y en 2018 completó su implementación en todas las unidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

¿Qué es Código Infarto?

La especialista explicó que “Código Infarto” es un protocolo para servicios de urgencias, donde a través de la evidencia científica y de la normatividad del IMSS se dictaminaron acciones para atender de manera más rápida y eficiente los infartos.

“En general lo que busca este protocolo es definir el diagnóstico lo antes posible, pero con una red de los niveles de atención”, dijo.

Borrayo Sánchez comentó que, en el contexto fisiopatológico del infarto, lo que ocurre es que en una placa ateroesclerótica preexistente ocurre una hemorragia por disrupción de la propia placa.

Al final lo que provoca esa hemorragia es un trombo dentro de la placa que ocluye normalmente toda la arteria.

“Lo que nosotros estandarizamos en el protocolo es que se tenga un diagnóstico y atención en menos de 10 minutos a través de un electrocardiograma, donde se ve que la terapia fibrinolítica”, aseguró.

Después de esta terapia, detalló, se hace una evaluación de si la terapia funcionó.

En caso de que eso suceda, se aplica una estrategia llamada fármaco-invasiva que se establece entre 2 y 24 horas.

La experta afirmó que el Código Infarto ayuda a reducir las estancias hospitalarias. Por ejemplo, en países como Chile, la estancia hospitalaria relacionada a un infarto es de entre 10 y 12 días. Mientras que en México es de alrededor de 7 días y el promedio mundial está en 6 días.

Factores de riesgo

Para la especialista los factores de riesgo relacionados a las enfermedades cardiovasculares son:
– Mala alimentación.
– Poca o nula actividad física.
– Depresión.
– Estrés.
– Obesidad y sobrepeso.
– Estrés.
– Enfermedades crónicas no controladas como la diabetes y la hipertensión.