Redacción.- La junta directiva del Ilustre Colegio de Médicos de Córdoba (ICOMC) ha puesto en marcha un grupo de trabajo específico para reivindicar la dignidad profesional en el trabajo diario y denunciar el deterioro paulatino de las condiciones sociales y laborales de los médicos, sobre todo en Atención Primaria.

"Problemas como la agresividad en el ámbito sanitario, el distanciamiento con los cargos intermedios, y la pérdida de motivaciones, incentivos y estatus nos van socavando poco a poco, minando nuestra integridad y quebrantando la relación médico-enfermo", explicó el presidente del organismo colegial, Jesús Aguirre.

El grupo está coordinado por la doctora Rosa María Marín Montero, vocal de Médicos y Desempleo del ICOMC, área que el pasado verano se hizo eco de las quejas que provocaron en los distritos sanitarios de la provincia los contratos de refuerzo y sustitución, que imponían a cada suplente dos cupos de pacientes en vez de uno.

Cuando la vocalía comenzó a estudiar el tema, observó que había más reivindicaciones, que acaba de plasmar en un manifiesto en el que, además de un solo cupo por médico, el grupo en favor de la dignidad profesional exige la puesta al día de la base de datos de usuarios (BDU), "en la que siempre faltan pacientes". Se solicita también que se suspenda el envío a los distritos sanitarios del listado de gastos farmacéuticos que genera cada médico, "un problema que está llegando al límite del acoso laboral", aseguró Marín.

Por otro lado, en algunos centros faltan celadores y personal administrativo, "especialmente en los pueblos, donde únicamente hacen guardia un médico y un ATS y el puesto se queda solo si tienen que hacer salidas", subrayó Marín. A esto hay que sumar "la mala organización interna de algunos ambulatorios" y una dotación de medios técnicos considerada como "escasa". De hecho, "los aparatos de uso diario, como el tensiómetro, el fonendoscopio o las linternas los ponemos nosotros", denuncian.

El ICOMC critica también las condiciones insalubres de algunas consultas, que están mal insonorizadas, carecen de ventanas y tienen problemas de humedad. Según Marín, "un compañero ha tenido que pedir la baja por neumonía, tras ejercer en un despacho con estas características".

Contra la falsedad documental

El grupo de trabajo tampoco consiente que otros organismos "induzcan a los pacientes a pedirnos que falseemos documentos públicos". Un ejemplo son los usuarios que acuden a la consulta por sugerencia de un funcionario para pedir un justificante de asistencia con fecha anterior, porque olvidaron sellar la tarjeta del paro. "Y nos contestan mal cuando nos negamos, acusándonos de que perderán la prestación por nuestra culpa".

Finalmente, el ICOMC se niega a redactar certificaciones con textos impuestos en las bases de oposiciones. "Algunos pacientes quieren que les declaremos aptos para realizar ejercicio físico, como sucede con las pruebas para bombero, cuando nosotros examinamos al paciente en reposo", concluyó Marín.

La asamblea del Colegio de Médicos de Córdoba se reunirá el próximo martes 8 de noviembre para desarrollar estos puntos, alcanzar un consenso y elevar el manifiesto a la administración sanitaria.