C.P., Zaragoza.-Los Colegios de médicos en España padecen cada día más dificultades para encontrar una compañía que asegure a sus colegiados en materia de responsabilidad civil. El aumento de la siniestralidad en el sector sanitario y una mayor cultura de los usuarios a reclamar y a solicitar indemnizaciones ha disparado los costes y ha llevado a que las empresas aseguradoras se replanteen las ventajas de trabajar en este ámbito. Esto es lo que ha ocurrido precisamente con la compañía Winterthur, un referente para más de una treintena de colegios médicos españoles, y que acaba de romper su relación con la ultima institución colegial en la que gestionaba la póliza de responsabilidad civil, como era el Colegio de Zaragoza.
Todos estos factores han llevado a que finalmente, en este caso la entidad zaragozana tenga que pagar el doble por su póliza de responsabilidad civil tras cambiar de empresa aseguradora. El nuevo contrato, sin embargo, no ha sido sencillo. Más de tres meses de gestiones y conversaciones con una veintena de compañías, siete de ellas multinacionales, con las que no se pudo alcanzar ningún acuerdo. Finalmente, la institución ha logrado firmar una póliza con la empresa Zúrich, aunque para eso deberá pagar el doble de su anterior factura, que ha pasado de los 516.870 euros (86 millones de pesetas) al millón de euros (170 millones de pesetas).
La situación que ha vivido el colegio zaragozano es un claro exponente de lo que se está viviendo en el resto del país. El mayor número de demandas judiciales y la carestía de la defensa de los profesionales acusados de supuestos errores o una mal praxis llevó a la multinacional Winterthur a optar por abandonar progresivamente como aseguradora el sector sanitario, una decisión que se ha ido materializando en España con la cancelación de las pólizas en decenas de colegios médicos. De hecho, el de Zaragoza ha sido el último que ha abandonado Winterthur en los últimos tres años después de trabajar con un largo listado formado por los cuatro colegios de Cataluña, los ocho de Andalucía, Huesca, Teruel, País Vasco, Valencia, Ceuta, Melilla, Ciudad Real, Las Palmas, Tenerife y Badajoz.
El aumento de la siniestralidad es una cuestión que ha sido ya cuantificada por Unespa, la patronal que agrupa al 97 por ciento de las aseguradoras. El porcentaje de siniestros -los juicios perdidos por cada Colegio médico tras una demanda de un paciente- previstos para 1991 fue del 23 por ciento, cifra que se disparó al 150 por ciento en el 2001. En cuanto al coste medio de cada siniestro se ha pasado de los 4.207 euros en 1997 a los 5.710 euros. 'Estos costes se han disparado en más de un 35 por ciento en tan sólo cuatro años', reconocieron representantes de Winterthur.
Estas mismas fuentes señalaron que hoy en día 'a pesar de que se realice una óptima gestión existe una gran incertidumbre por la alta siniestralidad y los costes tan elevados que generan y todo esto hace que te enfrentes a un gran riesgo que no se puede controlar'.
Las empresas del sector apuntaron, además, otros factores externos que están haciendo disparar los costes, como son la alta protección legal hacia el perjudicado, de hasta 15 millones de pesetas, las mayores cuantías por daños, con crecimientos por encima del IPC y la mayor cultura de la reclamación entre los ciudadanos.
En el sector sanitario se ha detectado también un cierto abuso por parte de ciertos usuarios que demandan de forma infundada. En el Colegio de Médicos de Zaragoza, con una media de 35-40 demandas anuales, se han dado hasta tres casos en que los demandantes han sido 'castigados' por el juez a pagar con 'una peseta' por reclamaciones infundadas. Al final estos pacientes han sido a su vez demandados por los médicos.