EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.-Desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) se recomienda la combinación de dieta equilibrada y ejercicio físico para hacer frente a la ganancia de peso que puede surgir tras el abandono del hábito tabáquico, ante el temor que muestran muchas personas que desearían dejar de fumar. 'De ese modo 'tal como asegura el doctor Miguel Barrueco, miembro del área de tabaquismo de dicha Sociedad Científica, 'la ganancia coyuntural de peso, que está establecida en una media de 2,5 kilos persona, puede ser fácilmente neutralizada'.
'La falta de la habitual nicotina modifica los procesos termorreguladores y tiene como efecto el que se depositen más sustancias grasas en el organismo', explica el neumólogo. Otra causa, complementaria de la anterior, es que aumenta la ingestión de alimentos debido a la recuperación del nivel olfativo y gustativo.
Junto con la irritabilidad y los trastornos del sueño provocados por el ansia de nicotina, el aumento de peso es una de las más importantes razones para dudar en dejar de fumar, insiste el neumólogo. 'Tales síntomas están relacionados con un síndrome de abstinencia que se presenta escasas horas después de haber dejado el tabaco, aunque alcanzan su cota máxima durante los dos días siguientes y no desaparecen hasta pasado un mes, aproximadamente, si bien el hambre y el aumento de peso pueden llegar a mantenerse durante meses'.
Mayor calidad de vida
Pero el objetivo bien puede valer un poco de sacrificio. Entre otras razones porque, si es cierto que los problemas con el peso inciden más en las mujeres, también lo es que son ellas las que más beneficios obtendrán de un eventual abandono del tabaco. Y no sólo por sus efectos rejuvenecedores, expresados en una mejora del cutis y el retraso en la aparición de arrugas. 'Eso puede ser importante, pero sin duda lo principal es que mejorarán todos sus parámetros de salud y de prevención, y no digamos si además creen estar embarazadas', señala el doctor Barrueco.
En este sentido, recuerda este miembro de la SEPAR que los hijos de madres fumadoras suelen nacer con un significativo déficit de peso, 'aunque basta que se deje de fumar al comienzo de la gestación para que el niño nazca con las mimas características que los de madres no fumadoras'.
Este experto indica, asimismo, que la eliminación del tabaco durante la gestación puede prevenir el 5 por ciento de las muertes perinatales, un 20 por ciento de nacimientos con bajo peso y un 8 por ciento de casos de prematuridad.
'Por otro lado, -concluye- y por si no fuera suficiente aliciente saber que la retirada del tabaco es el mejor freno contra el cáncer de pulmón o las patologías pulmonares, junto a la mejor manera de ganar en años y calidad de vida, las mujeres que dejan de fumar retrasan también la menopausia hasta la edad en que generalmente aparece en las no fumadoras'.