E.P.- La Comisión Europea ha adoptado una propuesta de creación de un Centro Europeo de prevención y control de enfermedades, con el fin de luchar en particular contra aquellas transmisibles que pueden representar una amenaza seria para la salud de los ciudadanos.

Dado que las fronteras nacionales no pueden detener su propagación, un enfermedad aparecida en un país puede extenderse en toda la superficie del globo en muy poco tiempo. De hecho, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) es un ejemplo reciente de los efectos secundarios que puede tener la transformación del mundo hacia la "aldea global".

La propuesta del Ejecutivo subraya que el tiempo es un elemento esencial en materia de lucha contra un foco de enfermedad. Toda pérdida de tiempo puede permitir a un pequeño foco degenerar en una epidemia grave, por lo que la Comisión desea reforzar considerablemente los medios de control efectivo de las enfermedades transmisibles en Europa.

Así las cosas, opina que la eficacia de la estructura de la actual red comunitaria respecto a las enfermedades transmisibles, gestionada por la Comisión y fundada sobre la cooperación entre los Estados miembros desde 1991, es insuficiente para proteger convenientemente a los ciudadanos de la Unión Europea contra las amenazas que representan para su salud, incluida la de diseminación voluntaria de agentes infecciosos en un ataque bioterrorista.

Por ello, el nuevo centro explotará y reforzará considerablemente las sinergias entre los centros nacionales de control de enfermedades existentes, permitiendo también mejorar la planificación. Se apoyará sobre un personal restringido y sobre una amplia red de contactos en los institutos de salud pública y las universidades de los Estados miembros.

Beneficiándose de las aportaciones de toda Europa, podrá formular dictámenes científicos autorizados sobre amenazas sanitarias graves, recomendar medidas de control, permitir una movilización rápida de los equipos de intervención y garantizar una reacción rápida y eficaz a nivel europeo.

Después de que su creación sea aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo, el Centro podrá ser operativo como agencia europea independiente en 2005.