Redacción. Valencia.- La implantación progresiva de la receta informatizada, a través del sistema GAIA, en los centros de salud de la Comunidad Valenciana es uno de los instrumentos que va a utilizar la Consejería de Sanidad de esta Comunidad Autónoma en la contención del gasto farmacéutico.
El Sistema de Información Farmacéutico GAIA, que consiste en incorporar los medios informáticos a la práctica clínica, se está desarrollando en las tres provincias de la Comunidad Valenciana, concretamente, en los centros de salud de Vall d"Alba y Alcora, en Castellón. Caudete de las Fuentes, Cheste y Vilamarxant, en Valencia. y Agost, Monforte del Cid y Polop de la Marina, en Alicante. Su implantación se irá extendiendo paulatinamente a todos los centros de salud de la Comunidad Valenciana hasta su plena culminación en menos de dos años, plazo en el que, a través del programa Abucasis II, se informatizarán todos los centros, informan fuentes oficiales.
La fase que actualmente desarrollan estos ocho centros de salud pioneros, denominada de Prescripción Asistida y Receta Informatizada, culminará en el futuro con la eliminación del soporte papel y la implantación de la receta electrónica y, por tanto, con la conexión centro de salud-farmacia.
Receta informatizada
En este proceso de receta electrónica, tiene un papel muy importante la tarjeta sanitaria SIP de la Consejería de Sanidad, que debe ser utilizada por el paciente en el centro de salud y que lo identifica unívocamente, reduciendo a cero el supuesto fraude que podía producirse.
En la receta informatizada que emiten los centros de salud que ya han implantado este sistema en la Comunidad Valenciana, aparece el nombre del paciente, el número de su tarjeta SIP, su tratamiento, la posología o forma de tomarlo, las instrucciones para el paciente que el médico considere convenientes, la fecha a partir de la cual podrá ser dispensada la receta en la farmacia (fecha de prescripción), así como todos los datos del médico con un código de barras que lo identifican y que saldrá impreso en el ordenador.
El facultativo puede prescribir recetas para un periodo de tres meses, con lo que se reduce la presión asistencial del centro, y hasta cuatro recetas por producto. Asimismo, las recetas solo pueden ser dispensadas hasta diez días después de la fecha de prescripción. Con esto se pretende evitar la acumulación de medicamentos en el domicilio y el consiguiente aumento del gasto.
Prescripción asistida
En el momento de la prescripción de la receta, el facultativo recibe en su ordenador una exhaustiva información sobre el arsenal terapéutico a su disposición, a través de un programa informático. De esta forma, el facultativo puede seleccionar el principio activo y el tipo de envase adecuado a la patología del paciente, y conocer las posibles contraindicaciones que puedan afectar al paciente, así como la incompatibilidad entre dos o más medicamentos prescritos y las alergias que puedan producir al paciente.
Además, el médico también puede generar el historial farmacológico o historia farmacoterapéutica del paciente, que queda archivada en el ordenador y en la que se irán recogiendo las diferentes prescripciones que se produzcan desde cualquier ámbito de los servicios sanitarios públicos.
Los ocho centros de salud que cuentan ya con el Sistema de Información Farmacéutico GAIA han realizado ya unas 327.901 recetas informatizadas, destacando el centro de salud de Cheste con 126.338 recetas, seguido por el centro de salud de L"Alcora, que ha realizado 51.798 recetas, y por el centro de salud de Agost, con 48.739 recetas.