La revista científica Addiction Biology ha publicado un nuevo trabajo que demuestra que entre las consecuencias del consumo de alcohol en adolescentes destacan alteraciones cognitivas y cerebrales. Además, parte de ellas, se mantienen en la edad adulta. Estos resultados surgen de un trabajo conjunto de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), la Universidad de Oviedo y la Universidad de Málaga.

Concretamente, el consumo voluntario de alcohol en roedores adolescentes “conduce a alteraciones de su comportamiento a largo plazo”, comenta Patricia Sampedro, investigadora de la UAM. El consumo de esta sustancia “aumenta conductas de tipo ansioso y compulsivo como reflejan algunas de las pruebas realizadas a los roedores tras 5 semanas de consumo de alcohol”.

Además, a nivel cerebral, “se producen cambios en la expresión del factor neurotrófico derivado del cerebro (por sus siglas en inglés, BDNF), el receptor de glucocorticoides (GR) y el factor liberador de corticotropina (CRF) ambos protagonistas de la respuesta de estrés, en áreas del cerebro implicadas en la respuesta al estrés, la regulación emocional y la cognición”, explica Román Moreno, profesor de la UFV.

Consumo de alcohol en adolescentes

Este estudio se centra en cómo el alcohol provoca cambios en áreas del cerebro implicadas en la respuesta al estrés, la regulación emocional o la cognición. Asimismo, analiza cómo un consumo temprano del alcohol puede relacionarse con un peor pronóstico a largo plazo.

De esta forma, se concluye que el consumo de alcohol en adolescentes produce cambios duraderos en la corteza prefrontal del cerebro. En concreto, reduciendo la capacidad de resiliencia. Así, las pruebas mostraron que la memoria de trabajo también se ve alterada especialmente en los adolescentes. “En adolescentes, el alcohol afecta negativamente la tarea de reconocimiento de la posición de objetos (Object location test), indicando alteraciones a nivel cognitivo”, señala el trabajo.

Cabe recordar que, en los últimos años, numerosos estudios científicos demuestran la asociación entre consumo de alcohol y alteraciones cerebrales en los adolescentes. Así, el consumo de alcohol en adolescentes no sólo pone en peligro su integridad física y psíquica. También se asocia a conductas de riesgo relacionadas con la agresividad, la accidentabilidad, la sexualidad y la salud pública.