A la Consejería de Sanidad le crecen los enanos. Además de la huelga, tendrá que enfrentarse a la desbandada de altos cargos que se está produciendo en su seno. Federico Plaza, viceconsejero, abandonará hoy mismo su puesto, sumándose así a otros cuatro responsables que ya se han ido. Sanidad designará a Daniel García Urra para sustituirle. El próximo en marcharse será el director de Salud Pública, Francisco de Asis Babín, informa el diario LA RAZÓN.

La Consejería de Sanidad de Madrid era pocos días después de las elecciones un departamento que atraía por igual a todas las familias populares y socialistas. Tras la crisis abierta en la Comunidad por los tránsfugas Sáez y Tamayo, ha pasado a convertirse en cambio en un lugar maldito, del que la mayoría de los altos cargos quieren escapar. Además de la marcha del que fuera su titular hasta los pasados comicios autonómicos, José Ignacio Echániz Salgado, otros cuatro responsables han abandonado ya una nave que corre el riesgo de zozobrar, aunque la nómina aumentará en los próximos días.

El Consejo de Gobierno de la Comunidad aceptará previsiblemente hoy el cese solicitado a petición propia de Federico Plaza, el único viceconsejero que quedaba en este departamento después de que el otro con el que contaba, Alfredo Macho, fuera promocionado a consejero en funciones. Plaza dirigirá a partir de ahora la nueva fundación creada por los laboratorios Abbott.

Fuentes de la Consejería informaron ayer a este periódico de que la Comunidad tratará de llenar hoy el vacío ocasionado por la marcha de este alto cargo designando como sustituto a Daniel García Urra, antiguo director del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS). La salida de Plaza se suma a la de Carmen Navarro, directora del Servicio Madrileño de Salud y responsable de Recursos Humanos, a la de Adoración Muñoz, secretaria general técnica, y a la de José Manuel Torrecilla, gerente de la Agencia Antidroga. Las mismas fuentes manifestaron que el próximo en salir podría ser Francisco Babín, responsable de Salud Pública, que pasará al Ministerio tras su reestructuración. De esta forma, la Consejería podría perder a una de las máximas autoridades nacionales en materia de epidemiología en pleno verano, justo cuando existe la posibilidad de que surjan mayores brotes de legionela.

La crisis abierta como consecuencia de estas fugas ha llevado a Alfredo Macho a tratar de completar de forma urgente su organigrama. Fuentes de la Consejería indicaron que esta semana ofreció incluso a Javier Hernández, director de Farmacia, una de las viceconsejerías que quedaban vacantes, aunque éste la rechazó, por lo que será ocupada por el ya mencionado García Urra. El que sí podría convertirse hoy en director del Servicio Madrileño de Salud es Fidel Illana, primo de Adolfo Suárez Illana.