EL MEDICO INTERACTIVO, Madrid.- Los especialistas en tabaquismo sí han advertido un aumento del interés a la hora de solicitar ayudas para dejar el tabaco, tras la puesta en marcha de la Ley de Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo el pasado 1 de enero. 'La demanda de ayuda para dejar de fumar se ha incrementado un 50 por ciento desde la introducción de la ley, y esta tendencia va en aumento progresivamente. de hecho, ya el año pasado, quizás debido a la proximidad de la ley, ya se observó un incremento de las peticiones de ayuda para dejar de fumar', afirmó el Dr. Rodrigo Córdoba, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), durante la jornada 'Tabaco o Salud 2006', organizada recientemente por la Fundación de Ciencias de la Salud.
Aunque los fumadores están recurriendo a diversas fuentes en su intento por dejar el tabaco, los expertos coinciden en que la Atención Primaria debe ser la base de la asistencia a los fumadores que pretenden conseguir la deshabituación tabáquica. 'Las consultas de Atención Primaria son el referente de la población ante cualquier problema de salud, y el tabaquismo no es algo distinto. Aunque todos los profesionales de la salud tienen su papel en el abordaje de esta adicción, la Atención Primaria debe ser el primer escalón en el tratamiento y la prevención del tabaquismo', afirmó la Dra. Ángeles Planchuelo, presidenta de la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo (Sedet). 'No debemos olvidar que el médico es el profesional de la salud mejor valorado por los pacientes a la hora de seguir sus consejos, y que los fumadores acuden al medico con bastante más frecuencia que los no fumadores', añadió.
Información del daño desde la consulta
Aprovechando esta posición 'ventajosa' de los médicos de Atención Primaria, los expertos apuntaron que sería recomendable que desde sus consultas hicieran saber a la población los daños que ocasiona el consumo de tabaco al organismo. La Dra. Planchuelo habló de tres tipos de ventajas que se producen al dejar de fumar: orgánicas, psicológicas y sociales. Dentro de las primeras, mencionó entre otras el riesgo de padecer diversas enfermedades (cardiovasculares, pulmonares y cancerosas), el aumento de la capacidad respiratoria y de la circulación sanguínea, la recuperación del sentido del olfato y del gusto, y disminución de la halitosis y el tinte amarillento de las piezas dentarias.
Respecto a los beneficios psicológicos, citó 'el aumento de la autoestima y de la percepción de los logros personales, además de que el ex fumador siente la satisfacción de haber recuperado el control sobre un aspecto de su vida que había perdido', señaló la Dra. Planchuelo. Por último, las ventajas sociales se centran en respetar el derecho al aire libre de humo de tabaco que tienen los no fumadores, convertirse en un ejemplo positivo para quienes les rodean (sobre todo niños y adolescentes), sin desdeñar el ahorro económico que supone el no tener que comprar tabaco.