La presencia de partículas y gases nocivos en el aire que pueden ser lesivos para la salud y el medio ambiente, es decir, la contaminación ambiental debería ser un factor a considerar en los pacientes asmáticos como posible causa, no solo de las exacerbaciones, sino también de la enfermedad. Así lo considera el doctor Juan Fernando Peiró Morant, especialista en Atención Primaria en el Centro de Salud Ponent, en la localidad balear de Andratx.

Este médico de familia argumenta que la exposición a altas concentraciones de dióxido de nitrógeno u óxido nitroso (NO2), incluso en periodos cortos generalmente accidentales, induce cambios en el bronquiolo terminal y lesiones alveolares difusas1.

Esta sustancia es un contaminante que está presente en ambientes interiores como pueden ser estufas de gas con un mal funcionamiento, chimeneas, calentadores de queroseno portátiles o calderas, y de exteriores, provocado por la quema de combustibles fósiles, emisiones de fábricas y centrales térmicas o escapes de los vehículos a motor.

Su inhalación, tal como explica el doctor, disminuye la función respiratoria en las personas asmáticas que están expuestas a concentraciones superiores a 0,3 ppm, aun cuando no existe una relación clara dosis-efecto, y aumenta la respuesta bronquial durante el ejercicio1.

“La exposición a contaminantes como el carbón negro, el NO2, y otras partículas en suspensión –tal como recuerda la doctora– está vinculada al desarrollo de asma en niños, probablemente, por la generación de estrés oxidativo y la inflamación de las vías respiratorias, según detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.

Efectos del dióxido de nitrógeno

Los efectos del dióxido de nitrógeno en la salud humana se centran, sobre todo, en el aparato respiratorio, habiéndose observado que cuando se supera una concentración media de NO2 de 190 µg/Nm3 (0,1 ppm) en el 40% de los días, aumenta la frecuencia de las infecciones de las vías respiratorias2, indica el doctor José Martín Clos, médico de Atención Primaria en el centro de salud de Xeresa, en Valencia.

Según sus datos, el NO2 provoca daños al parénquima pulmonar e, incluso, ante exposiciones crónicas a concentraciones bajas produce cambios patológicos semejantes a los del enfisema pulmonar. También determina la inhibición de la depuración mucociliar, la fagocitosis y la respuesta inmunológica en el pulmón causando una disminución de la resistencia del pulmón ante las infecciones, e incrementa la sensibilidad pulmonar a los broncoconstrictores.

“Los asmáticos son especialmente sensibles a los efectos del NO2. Se ha demostrado que el 70% de los asmáticos responden a concentraciones más bajas que las personas sanas (90-560 µg/m3 (0,05-0,3 ppm) frente a mayor de 1880 µg/m3 (1 ppm)”, indica2.

Este profesional señala que existen numerosos estudios realizados con personas que sufren asma, enfermedades crónicas obstructoras del pulmón y bronquitis crónicas que han demostrado efectos como reducción del volumen forzado de expiración o incrementos en la resistencia de las vías respiratorias a bajas concentraciones de NO2. También se han encontrado respuestas en la función pulmonar bajo exposiciones de 560 µg/m3 (0,3 ppm) en asmáticos realizando ejercicio moderado, concluye.

El aire frío influye en el asma

A tenor de las dificultades que produce la contaminación ambiental a las personas con asma, estos pacientes deberían tener en cuenta una serie de recomendaciones para paliar sus efectos. El asma es una enfermedad cuyas crisis pueden ser cíclicas, siendo el otoño y el invierno las estaciones en las que se suele dar el mayor número de ellas.

Una tormenta, un cambio brusco de temperatura, el aire frío o seco y la presencia de viento pueden ser desencadenantes de una exacerbación de asma. De hecho, indica el doctor Javier Aldea Ferrer, médico de familia del centro de salud Benimamet, en Valencia, el aire frío es una de las principales causas de asma porque al penetrar en las vías respiratorias activa los síntomas de esta enfermedad pudiendo provocar broncoespasmos, tos, respiración ruidosa o entrecortada y presión torácica, entre otros.

Cómo mitigar los efectos de la contaminación

Si el propio aire frío puede provocar una exacerbación, hay que tener especial cuidado con la contaminación ambiental. En este sentido, el especialista recomienda a los pacientes con asma que eviten salir al aire libre los días en que exista un pronóstico de niveles altos de ozono o de partículas en suspensión de entre 2 y 5 mm.

“Por ello, sería deseable que existieran alertas de contaminación emitidas por las autoridades correspondientes y que fueran accesibles para los pacientes, así podrían reducirse las exacerbaciones de asma al evitar que se realicen actividades en el exterior, especialmente, ejercicio físico, ya que al incrementar la ventilación minuto, se aumenta la dosis total inhalada de contaminantes”, sugiere.

A su juicio, esta recomendación debería incluirse en los planes de tratamiento del asma, aunque hay experiencias que indican una desobediencia de los pacientes a las alertas por niveles altos de contaminación atmosférica, apostilla.

Otras recomendaciones que agrega la doctora Elena Lerma García, especialista de Atención Primaria en el centro de salud de Aldaia, en Valencia, incluyen que se tenga la residencia a más de 300 metros de una autopista y viajar en coche con las ventanillas cerradas, además de optimizar la calidad del aire en el domicilio evitando el humo del tabaco, productos químicos, aerosoles e, incluso, recomendando el uso de purificadores de aire.

Reducir la contaminación atmosférica

Por su parte, el doctor Martín Clos añade que la solución podría pasar por reducir los niveles de contaminación atmosférica limitando la velocidad de los vehículos en la ciudad y alrededores o el incentivo del uso del transporte público. “Se ha demostrado que estas medidas van acompañadas de un descenso de las exacerbaciones de enfermedades respiratorias y de la disminución del número de hospitalizaciones”, apunta.

Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores: Carmen Martínez Castillo, Delis Baldemiro Heredia Heredia, Elena Lerma García, Javier Aldea Ferrer, José Martín Clos, Juan Fernando Peiró Morant, Pablo Sabater Arnaldos, Sandra Durán Novoa y Sara Bueno Hernández.

 

Referencias:

1 Desencadenantes ambientales del asma. ATSDR. Disponible en: https://www.atsdr.cdc.gov/es/csem/asma/asma_factores.html

2 Dióxido de nitrógeno. Murcia Salud. Disponible en: https://www.murciasalud.es/pagina.php?id=180252&idsec=1573#