Si su bebé acaba de nacer

pronto tendrá la sensación

de que gran parte de la jornada

diaria hay que dedicarla al

cambio de pañal. Y no es para

menos, cuando se habla de

que un bebé puede manchar

hasta diez pañales al día. Al

principio parece algo complicado

pero con un poco de

práctica bastarán unos días

para darse cuenta de que

mantener seco y limpio a su

bebé es muy sencillo. Antes de

nada ha de cerciorarse de que

cuenta con todo lo que necesita:

un pañal limpio, crema

protectora para las irritaciones

de la piel, toallitas húmedas, y

si necesita mayor limpieza,

una esponja y una pequeña

palangana con agua tibia.

Es conveniente saber cómo

deben ser las deposiciones

y la orina del bebé. La primera

deposición aparece cuando el

bebé apenas tiene 24 horas de

vida. Es pegajosa, oscura, de

color verde negruzco y se conoce

como meconio. Es lo que

verá en el pañal hasta el tercer

o cuarto día de vida de su pequeño,

momento en el que

cambian a heces escasas, de

color dorado y que pueden

contener pequeños grumos.

En unos días volverán a cambiar

y serán de una forma o

otra dependiendo de si toma

el pecho o se alimenta con biberón.

En el primer caso, serán

de color ocre-amarillo y de

una consistencia semi-líquida.

Lo normal es que se encuentre

con que su bebé mancha el

pañal después de casi todas las

tomas, aunque no ocurre así

en todos los casos. Si toma biberón,

las heces serán algo

más duras. Ante la menor duda,

consulte con su pediatra.

En cuanto a la orina, sólo

decir que si un recién nacido

orina menos de entre cinco y

ocho veces al día puede ser

una señal de alarma de que no

está siendo alimentado correctamente.

El color de la orina

ha de ser amarillo, entre claro

y oscuro. Si el niño bebé mucha

agua será un poco más

clara y tomará un ligero tono

rosada si es muy concentrada.

Limpieza

Con una esponja y un poco de

agua o con una toallita húmeda

limpie con suavidad los genitales,

teniendo en cuenta

que, sobre todo en el caso de

las niñas, ha de hacerlo de delante

hacia atrás para evitar

que los gérmenes que residen

en el ano invadan la vagina y

le provoquen infecciones en el

aparato urinario.

No olvide limpiar los pliegues

que se forman entre los

muslos y las nalgas. Sin duda,

la mejor forma de acceder a

las partes íntimas del pequeño

es levantándole las piernas.

Para evitar irritaciones y

escoceduras, una vez limpia,

seque muy bien la zona y si es

necesario aplique una crema

protectora para evitar y tratar

la dermatitis de pañal. Para

que penetre bien en la piel ha

de extenderla correctamente.

Colocar el pañal

Ahora llega el momento de colocar

el pañal. Con una mano

se cogen las dos piernas del

bebé y se levantan suavemente

las caderas y con la otra mano

se introduce el pañal limpio

debajo del culito del niño. La

parte de la espalda con las tiras

adhesivas ha de quedar más o

menos a la altura del ombligo.

Después, plegar hacia arriba la

parte anterior del pañal y colocarla

entre las piernas del bebé.

Ha de cubrirle el vientre

pero el ombligo siempre ha de

quedar al aire, fuera del pañal.

Una vez que ha comprobado

que el pañal está bien centrado,

cierre y ajuste bien tiras adhesivas.

Los dibujos que están

en la zona de la cintura le ayudarán

a cerrarlo simétricamente.

Tenga sumo cuidado de no

pegarlas sobre la piel y procure

que estas bandas adhesivas no

se impregnen de crema, de ser

así no pegarían bien. Si su pequeño

es un varón antes de

cerrar y ajustar el pañal ha de

colocarle el pene hacia abajo,

así evitará posibles pérdidas de

orina por encima de la cintura.

Cuando haya terminado su bebé

estará seco y fresco y a usted

sólo le queda lavarse las

manos para eliminar posibles

bacterias.

Los pañales desechables

son, como la propia palabra

dice, de usar y tirar, es decir,

solamente son aptos para un

uso. Las deposiciones han de

tirarse al inodoro y los pañales

sucios a la basura. Para evitar

el mal olor y la proliferación

de bacterias ha de tirar las bolsas

que los contengan al menos

una vez al día.

Su bebé va creciendo poco

a poco y con él los pañales que

ha de usar. Sabrá que ha de

cambiar de talla cuando, al estar

demasiado apretados, le

dejen marcas en las piernas y

en la cintura o aparezcan erupciones

en la piel. A veces los niños

se vuelven sensibles o alérgicos

a determinadas marcas.

Cambiador

El cambio de pañal ha de hacerse

sobre una superficie fija,

amplia y con una altura lo suficientemente

elevada como para

permanecer de pie sin que la

espalda se resienta. Lo ideal es

que disponga de un cambiador.

En el mercado puede encontrar

desde cómodas con cajones

que pueden o no

incorporar también una bañera

hasta prácticos cambiadores

plastificados plegables. Sea cual

fuera el cambiador utilizado es

importante que no deje al pequeño

solo ni un instante para

evitar posibles accidentes.

FUENTES: La salud desde el principio.

Guía de salud materno-infantil. Consejería

de Sanidad de la Junta de Castilla

y León y Fundación Nemours.

Más información:

www.meadjohnson.es