La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una patología respiratoria en la que están implicados múltiples factores tanto ambientales como genéticos. El principal factor ambiental es el tabaquismo y en cuanto a la etiología genética, el déficit de alfa-1 antitripsina (DAAT) es el trastorno genético…
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una patología respiratoria en la que están implicados múltiples factores tanto ambientales como genéticos. El principal factor ambiental es el tabaquismo y en cuanto a la etiología genética, el déficit de alfa-1 antitripsina (DAAT) es el trastorno genético más frecuente relacionado con su desarrollo.
DAAT es una patología genética poco frecuente en la que hay una disminución o ausencia de la proteína alfa-1 antitripsina en sangre, la cual es producida principalmente por el hígado y tiene un papel muy importante en la protección de los pulmones, explica el doctor Carlos Javier Berral de la Rosa, del Centro de Salud Puente Genil 2, en Córdoba.
La alfa-1 antitripsina protege los pulmones inhibiendo la enzima elastasa que suele degradar y dañar el tejido pulmonar, especialmente, en la EPOC, de temprana aparición. Este déficit supone el 1 % de los casos de esta patología, siendo el trastorno genético más frecuente relacionado con el desarrollo de la EPOC, indica el especialista.
Por su parte, el doctor Julián Garrido Montero, del Centro de Salud de Trujillo, en Cáceres, considera que esta alteración genética afecta a un número mayor, siendo entre un 2 % y un 3 % de todos los casos de EPOC en España, con una estimación aproximada de 2.500 adultos con EPOC Y DAAT.
Valorar al diagnóstico
“Su diagnóstico por medio de pruebas específicas permite tomar medidas para controlar y tratar tanto este déficit de alfa-1 antitripsina como la EPOC, ya que permite suplir esta proteína faltante mediante su reemplazo con infusiones regulares de alfa-1 antitripsina. También permite actuar a través de la adopción de medidas para evitar la exposición al humo del tabaco y otros irritantes pulmonares”, sugiere el facultativo. Garrido añade que, siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y GesEPOC, se debe determinar esta alteración, al menos una vez en la vida, a los pacientes diagnosticados de EPOC. “Su déficit debe sospecharse en niños con síntomas característicos, fumadores que desarrollan enfisema antes de los 45 años, no fumadores que desarrollan enfisema, hepatopatía de causa desconocida, quienes desarrollen paniculitis, pacientes con historia familiar de enfisema o cirrosis sin causa aparente y a los que tienen antecedentes de DAAT en la familia”. El doctor Berral de la Rosa está de acuerdo en que es importante determinar si existe o no la alteración, ya que −asegura− “el gen SERPINA1 está relacionado con la producción de alfa-1 antitripsina y las mutaciones en este gen pueden dar lugar al déficit de alfa-1 antitripsina, el cual suele estar asociado con un mayor riesgo de desarrollar EPOC de temprana aparición”. Por eso, “la detección de estas mutaciones en el gen SERPINA1 puede ser de relevancia en el diagnóstico y manejo de casos específicos de EPOC”.Otras alteraciones genéticas
La ausencia de un tratamiento efectivo para la EPOC ha llevado a los investigadores a rastrear el genoma humano, a la búsqueda de elementos genéticos que contribuyan al riesgo a sufrir la enfermedad y permitan resolver los mecanismos por los que se inicia, destaca la doctora Ana Belén Gómez Santos, del Centro de Salud ‘Doctor Trujillo del Río’, en Palma del Río (Córdoba). En un estudio dirigido por las Universidades de Leicester y Nottingham, analizaron 24 millones de variantes genéticas en más de 130.000 personas para las que se disponía de información relativa a su función pulmonar. La comparación de la frecuencia de las variantes genéticas en función de la salud pulmonar reveló 97 localizaciones del genoma relacionadas con la EPOC, 43 de ellas no identificadas previamente, explica la experta. “En estas regiones se localizaban preferentemente genes relacionados con el desarrollo, fibras elásticas y rutas de regulación epigenética que han llevado a los investigadores a proponer nuevas dianas terapéuticas para el tratamiento de la EPOC”. “A partir de la información genética, el equipo calculó para cada persona un valor de riesgo genético a desarrollar EPOC encontrando que el grupo de personas con mayor riesgo, este era 3,7 veces mayor que en el caso de aquellas con menor riesgo”, argumenta la doctora.Gen del receptor nicotínico
Silvia María Álvarez Barbancho, médica de Familia en el Centro de Salud Antonio Fernández de Molina y Cañas, en Bujalance (Córdoba), añade que son más de 192 los genes relacionados con la patogénesis de la EPOC según estudios de genes candidatos y de linkeage, aunque con resultados controvertidos no irrefutables sobre su replicabilidad y reproductibilidad en muchos casos. Además, la susceptibilidad de desarrollar EPOC también puede estar influenciada, en parte, por cambios en el gen del receptor nicotínico. Este receptor de acetilcolina se encuentra en la membrana celular y es activado por la acetilcolina o la nicotina y controla la entrada de varios iones (calcio y sodio) en la célula, explica la doctora María Isabel Infante Ruiz, del Centro de Salud de Peñarroya Pueblonuevo, en Córdoba.Genes e inflamación de las vías respiratorias
Un estudio realizado por científicos franceses ha encontrado que la sustitución de un solo nucleótido en el gen que codifica el receptor nicotínico de acetilcolina puede provocar cambios funcionales en las células de las vías respiratorias y dar lugar a síntomas similares a los de la EPOC, independientemente del tabaquismo, revelan ambas doctoras. Estudios genéticos anteriores realizados en humanos relacionaron inicialmente esta enfermedad con genes situados en el cromosoma 15 que codifican subunidades del receptor nicotínico de acetilcolina (nAChR). En el nuevo estudio, los investigadores centraron su trabajo en la variabilidad de un solo nucleótido en el gen CHRNA5, que codifica la subunidad alfa5 del receptor nAChR, en el cromosoma 15. Y examinaron los efectos de esta variación en las células de las vías respiratorias. Los investigadores establecieron una conexión entre la expresión de esta versión genética y la inflamación y remodelación del epitelio de las vías respiratorias. Se observó una disfunción en las células basales progenitoras de las vías respiratorias situadas en la capa profunda del epitelio y responsables de la renovación epitelial. Esta disfunción fue más evidente durante la cicatrización del epitelio bronquial. Para la elaboración de este artículo se ha contado con la colaboración de los doctores: Ana Belén Gómez Santos, Carlos Javier Berral de la Rosa, Julián Garrido Montero, María Ángeles Miranda Sánchez, Marcelo Carmona Valiente, María Isabel Infante Ruiz, María Victoria Carrasco Roncero, Rodrigo Ruz Muriel y Silvia María Álvarez Barbancho. Una publicación independiente desarrollada gracias al patrocinio financiero de BIAL. Los puntos de vista y las opiniones que se expresan en esta obra son de sus autores y no reflejan necesariamente la política oficial ni la posición de BIAL. BIAL no debe ser considerada responsable de la veracidad de la información ni de los posible errores u omisiones. Referencias:- American Lung Association. (2020). Alpha-1 Antitrypsin Deficiency. Recuperado de: https://www.lung.org/lung-health-diseases/lung-disease-lookup/alpha-1-antitrypsin-deficiency.
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