E.P.- Un nuevo tipo de terapia anticoagulante y antitrombótica, descrita en la última edición de la revista Nature Biotechnology, arroja esperanza como medio de prevenir las hemorragias en pacientes que se han sometido a operaciones quirúrgicas o para individuos que padecen infartos.

La mayoría de los tratamientos anticoagulantes tienen una corta duración de vida en la sangre y en la circulación y pueden causar hemorragias y serias lesiones cerebrales.

En el presente trabajo, desarrollado por científicos de University of Pennsylvania Medical School, en Philadelphia (Estados Unidos), se observa que agregando el agente anticoagulante activador tisular de plasminógeno a la superficie de los glóbulos rojos, los científicos comprobaron que pueden prolongar la vida de los anticoagulantes en la sangre, actuando en los coágulos que se forman de nuevo y que son los más peligrosos para la vida de los pacientes.

Los ataques cardíacos e infartos terminan con la vida de 12 millones de personas en todo el mundo cada año, pero los actuales agentes anticoagulantes poseen ciertos inconvenientes, incluida su estabilidad, el corto alcance y la difusión en órganos como el cerebro, lo que a menudo resulta en efectos mortales.

Cubriendo los glóbulos rojos con el activador tisular de plasminógeno, los investigadores testaron la capacidad de fibrinolisis en ratones con diversas formas de trombosis. Su agente anticoagulante demostró ser más estable en la circulación y evitó los problemas de difusión de los vasos sanguíneos, lo que puede causar hemorragias.

Los investigadores creen que, simplemente cubriendo los hematíes con un agente anticoagulante, será posible prevenir muchas muertes por trombosis que aún no se pueden prevenir con las terapias disponibles en la actualidad.